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La fotografia nocturna.-

   Siempre es un problema de difícil, por no reconocer de imposible solución, el pretender impregnar un cliché fotográfico sin luz porque es inherente al mismo la necesidad de su existencia pero para conseguir algo aceptable necesitamos inmovilizar una cámara que permita ajustar el tiempo de exposición mas si está completamente oscuro, olvidémonos de intentarlo por insuficiencia de luz.

   Cuando disponemos de una cámara comprada en la tienda, tanto si es analógica como si es una cámara digital, siempre tendremos problemas y obtendremos fotografías verdosas o amarillentas aunque se pueden obtener aceptables resultados durante la llamada “hora azul” porque hay luz casi suficiente, no obstante, si tenemos un deshecho por cámara, incluso sin diafragma pero los conocimientos básicos del funcionamiento fotográfico, con un cajón soporte de la película te diviertes de lo lindo.

   Este es el resultado durante el tiempo del eclipse total del día 15 de junio de 2011 en un intento por obtener impresión fotográfica con luz cósmica.

«Lo Lleó del Maestrat«.

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Del aprender rapido, al haber aprendido.-

Las empresas están obligadas entre otras cosas a formar a sus trabajadores y a cumplir todos unos protocolos que los departamentos gubernamentales les exigen por ley, pero evidentemente, en cualquier actividad laboral, siempre se elige a quienes están más capacitados y cumplen la finalidad que se persigue como empresa, teniendo presente que el aprendizaje se realiza en la escuela y no el puesto de trabajo.
Desde hace algún tiempo vengo recibiendo sin pedirlo, muchos currículumes de personas que han trabajado en muchos lugares pero que al parecer, en todos les han dado el VºBº para ir a tomar el Sol. En otros casos, manifiestan su buena voluntad por trabajar y su facilidad para un rápido aprendizaje de sus quehaceres en el desarrollo de cualquier actividad en un futuro puesto de trabajo que ni conocen, si son conscientes de sus dificultades.
Desgraciadamente nunca fuimos a la escuela para aprender, ni agradecimos a nuestros Señores Maestros el esfuerzo y paciencia por instruirnos, con el beneplácito de nuestros padres, siempre exigimos nuestros derechos, sin atender ninguna obligación como alumnos y ahora, en el difícil caminar de la vida, nos damos cuenta que no somos personas de provecho para nadie, ni nadie contrata nuestros deficientes servicios o baja cualificación, por no decir nula sapiencia.

El error de forzar las ventas.-

A partir de los nueve años empecé a practicar el arte de vender pero solo obtuve beneficios económicos desde el día que me dí de alta fiscal por el desarrollo de tal actividad y pude facturar. Durante los años que duró el aprendizaje, coincidí accidentalmente en el difícil caminar de la vida con otros vendedores y observé su método de trabajo para ampliar mis conocimientos. En alguna ocasión, intenté sutilmente forzar una venta con el éxito esperado, pero pronto me di cuenta que si un cliente intermediario no vendía lo comprado, cada vez que accediese a su almacén, tropezaría con lo comprado y solo en una única ocasión, descaradamente obligue a una compra formalizada. He tenido la ocasión de probar colar un producto y obtener respuesta social con el consiguiente consumo del mismo, pero mi experiencia aconseja no intentar cambiar los hábitos de las personas.
Los productores actuales ajustan excesivamente los márgenes comerciales de sus beneficios y para mantener sus infraestructuras, el mercado les obliga a producir mucha cantidad con el lógico incremento del gasto y se ven ante la necesidad de lanzar a la venta una producción a bajo precio, lo que finalmente exige un comprensible deterioro de las cualidades con el equivocado criterio de ser competitivos.
Ser competitivo no es vender basura barata sabiendo que engañamos al Cliente que nos favorece con la compra, sino ajustar el precio a la calidad ofrecida siempre que lo que vendamos tenga algo de calidad y no sea exclusivamente el nombre.

Alcance internacional de Chert cultural.-

Cuando se habla de cultura, nuestro pensamiento tiende a imaginar un aspecto de la misma cual puede ser la enseñanza o instrucción desde el punto de vista del aprendizaje y su definición, siendo tan amplia como ambigua, puede volar hasta la relación interpersonal incluyendo la simple cortesía.
Por alguna razón histórica perdida en el tiempo de los primitivos íberos moradores de la península ibérica y que tal vez deberíamos buscar en los genes de la sangre que corre por las venas de los hijos de Chert, observamos la paradoja de la densidad de población con mayor número de licenciaturas por metro cuadrado del universo mundo que encontraremos solo en este gran pueblo del Maestrazgo.
Puesto que la cultura, también es compartir nuestra sapiencia si existe voluntad en regalarla y para dar una muestra inequívoca de las inmensas posibilidades que tiene el espíritu chertolí en el desarrollo de iniciativas, queda el lector invitado a disfrutar de la programación cultural que se ha organizado con los recursos propios del pueblo de Chert y a iniciativa de sus vecinos.

El reciclaje del aprendizaje.-

   Cuanto más cosas aprendemos más conscientes somos de lo poco que sabemos y Dª. Luisa Almuni Fos, pensando en las personas del Maestrazgo y en sus inquietudes, nos ha organizado un curso sobre «Imagen aplicada a lo que al visitante le interesa ver». Un curso impartido magistralmente por Dª. Olga Morente Batiste en colaboración con Dª. Ana Belén Bel del Tover García que, gracias al Excmo. Ayuntamiento de Catí, nos ha documentado con el lenguaje gráfico y su alfabetización visual.

   Desde ahora, vamos a cuidar si cabe un poco más la imagen, dentro de nuestras reducidas posibilidades, desarrollando la creatividad, destacando la originalidad y su belleza, centrándonos más en lo tradicional y natural de nuestro entorno y pensando  en su proyección universal.

El mare nostrum.-

Me imagino a los antiguos fenicios navegando por el mar Mediterráneo con aquellas galeras que ilustraban nuestros libros de historia de cuando íbamos a la escuela y que tanto esfuerzo nos exigía su aprendizaje, en las que aparecía un mástil central con una vela rectangular y unos remos laterales que supuestamente eran accionados a pilas de esclavos remando en las inclementes aguas marinas y soportando los embates de las olas, cuando posiblemente solo se usasen para acercarse o alejarse de las orillas costeras al repostar, embarcar o desembarcar.
Tras varias semanas de navegación, una galera fenicia se acercaba a la península Ibérica con viento en popa a toda vela, cuando de repente, divisa a los lejos unas pequeñas islas, se trata de las islas Columbretes que delatan la proximidad de la tierra firme del occidente y el capitán de la nave, manda corregir el rumbo hacia estribor que navegando por una latitud más septentrional, coloca proa en dirección al sur del gran río íbero.
Antes de llegar a su desembocadura, aparece por el horizonte la imagen de la esperada tierra en que la silueta emerge de forma majestuosa en medio del mar. Me refiero a la Chersoneso, lugar de llegada, repostage de provisiones y de agua que abundantemente brota a su alrededor como esculpida en medio de una fuente.

Los copiones que pegan.-

Cuando vamos a la escuela aprendemos copiando y durante los años de estudio, nuestros pacientes Maestros, se preocupan más de corregirnos las faltas ortográficas de las oraciones gramaticales que los contenidos epistolares porque ellos saben de la importancia del aprendizaje para aplicar los conocimientos que adquiramos en las ocurrencias que tengamos durante las diferentes actividades de la vida. En esta etapa tan fundamental para nosotros, importa más aprender el método de estudio que el propio estudio.
Durante el difícil caminar de la vida, nos encontramos obstáculos de todo tipo pero si nuestra instrucción es adecuada, recordamos las lecciones que con tanto esfuerzo aprendimos de jóvenes durante los años de estudio, aplicando las enseñanzas recibidas para una resolución satisfactoria y puesto que la capacidad de la mente de la persona es ilimitada, ante graciosas, curiosas o inverosímiles situaciones, resolvemos las grandes dificultades con sencillas soluciones.
Con los modernos sistemas de comunicación, es muy fácil hacer un mal uso de la capacidad tecnológica a nuestro alcance y aprovechándonos del copiar y pegar cualquiera puede pillar este texto y llevárselo a otra parte, el problema, difícil de resolver, es cuando el señor Maestro se entera que estás copiando y de la misma forma que cuando ibas a la escuela te regalaba un cero en la calificación de final de curso, la sociedad y sus instituciones se encargan de añadirte otro cero para ir en bicicleta no solo al verano sino durante todo el año.
http://www.juliansegarra.com/

Los copiones que pegan.-

Cuando vamos a la escuela aprendemos copiando y durante los años de estudio, nuestros pacientes Maestros, se preocupan más de corregirnos las faltas ortográficas de las oraciones gramaticales que los contenidos epistolares porque ellos saben de la importancia del aprendizaje para aplicar los conocimientos que adquiramos en las ocurrencias que tengamos durante las diferentes actividades de la vida. En esta etapa tan fundamental para nosotros, importa más aprender el método de estudio que el propio estudio.
Durante el difícil caminar de la vida, nos encontramos obstáculos de todo tipo pero si nuestra instrucción es adecuada, recordamos las lecciones que con tanto esfuerzo aprendimos de jóvenes durante los años de estudio, aplicando las enseñanzas recibidas para una resolución satisfactoria y puesto que la capacidad de la mente de la persona es ilimitada, ante graciosas, curiosas o inverosímiles situaciones, resolvemos las grandes dificultades con sencillas soluciones.
Con los modernos sistemas de comunicación, es muy fácil hacer un mal uso de la capacidad tecnológica a nuestro alcance y aprovechándonos del copiar y pegar cualquiera puede pillar este texto y llevárselo a otra parte, el problema, difícil de resolver, es cuando el señor Maestro se entera que estás copiando y de la misma forma que cuando ibas a la escuela te regalaba un cero en la calificación de final de curso, la sociedad y sus instituciones se encargan de añadirte otro cero para ir en bicicleta no solo al verano sino durante todo el año.
http://www.juliansegarra.com.

El homo sapiens.-

Desde que nacemos, empezamos a descubrir un nuevo mundo totalmente desconocido que puede ser fascinante o frustrante según la instrucción que vamos recibiendo en el avance de nuestro aprendizaje, tal vez por ello, a nuestra especie la autodenominemos «homo sapiens» que significa el que quiere saber. Lo cierto es que la evolución tecnológica de los últimos tiempos nos pilla a todos fuera de juego e intentar incorporarla en nuestra vida, es tarea harto difícil al exigirnos una reorganización interna del cerebro y del espíritu que no siempre estamos dispuestos a poder realizar, mas si cabe, cuando en el mundo consumista, lo que ayer era un gran avance, hoy descubrimos como algo obsoleto porque, no somos nosotros los que evolucionamos sino las máquinas de nuestro entorno de las que solo aprovechamos una pequeñísima parte de sus posibilidades.
Un buen día tuve interés en aprender a programar en hipertexto y así lo hice porque el Internet me brindaba la oportunidad de almacenar información en una libreta de un armario de mi casa tan especial para mi, que por sus características, a su vez permitía a todo el mundo acceder a esta información de la que su importancia, residía en las ideas u ocurrencias que podía despertar en el lector para la ejecución de nuevas iniciativas y entre todos, cada cual en su parcela, compartir del conocimiento universal al alcance de todos nosotros mismos en cualquier parte de mundo y a cualquier hora. Ahora ya no era menester ir a una biblioteca en su horario público para instruirnos, nosotros, desde nuestra propia voluntad, avanzamos en los conocimiento que nos inquietan desde cualquier lugar y en cualquier instante. Pero, aquí nace el gran problema del autoaprendizaje. El ser autodidacto es tarea harto difícil y exige mucha voluntad o interés. Las personas somos seres de costumbres y cuando aprendemos a hacer una cosa de una manera, nos es muy difícil abandonar el método que tanto sacrificio nos cuesta en aprenderlo, para volverlo reaprender de otra forma que se supone debería ser la correcta.
En este preciso instante hay una corriente de sentimiento colectivo por el que al parecer, si no tienes un blog eres casi menos que subnormal, pero el blog, no es una planta cualquiera en un monte, no es un árbol que plantamos en nuestro campo y podemos ir a cuidarlo cualquier día que nos plazca, sino que se trata de un hijo al que debemos prodigarle todos los cuidados diarios que podamos y que por nuestras obligaciones, no siempre estamos dispuestos a concederle, por consiguiente, el resultado es el que es y todos los días nacen bloges nuevos y al igual que en el mundo del comercio, casi todos quedan en el olvido perdidos por las unidades de memoria internáutica de la red, pero aún así, lo importante no es lo que nosotros hayamos podido escribir para compartir en un instante de nuestra vida, sino la ocurrencia que pueda despertar en la mente del lector, en cualquier otro momento de la suya.

El homo sapiens.-

Desde que nacemos, empezamos a descubrir un nuevo mundo totalmente desconocido que puede ser fascinante o frustrante según la instrucción que vamos recibiendo en el avance de nuestro aprendizaje, tal vez por ello, a nuestra especie la autodenominemos «homo sapiens» que significa el que quiere saber. Lo cierto es que la evolución tecnológica de los últimos tiempos nos pilla a todos fuera de juego e intentar incorporarla en nuestra vida, es tarea harto difícil al exigirnos una reorganización interna del cerebro y del espíritu que no siempre estamos dispuestos a poder realizar, mas si cabe, cuando en el mundo consumista, lo que ayer era un gran avance, hoy descubrimos como algo obsoleto porque, no somos nosotros los que evolucionamos sino las máquinas de nuestro entorno de las que solo aprovechamos una pequeñísima parte de sus posibilidades.
Un buen día tuve interés en aprender a programar en hipertexto y así lo hice porque el Internet me brindaba la oportunidad de almacenar información en una libreta de un armario de mi casa tan especial para mi, que por sus características, a su vez permitía a todo el mundo acceder a esta información de la que su importancia, residía en las ideas u ocurrencias que podía despertar en el lector para la ejecución de nuevas iniciativas y entre todos, cada cual en su parcela, compartir del conocimiento universal al alcance de todos nosotros mismos en cualquier parte de mundo y a cualquier hora. Ahora ya no era menester ir a una biblioteca en su horario público para instruirnos, nosotros, desde nuestra propia voluntad, avanzamos en los conocimiento que nos inquietan desde cualquier lugar y en cualquier instante. Pero, aquí nace el gran problema del autoaprendizaje. El ser autodidacto es tarea harto difícil y exige mucha voluntad o interés. Las personas somos seres de costumbres y cuando aprendemos a hacer una cosa de una manera, nos es muy difícil abandonar el método que tanto sacrificio nos cuesta en aprenderlo, para volverlo reaprender de otra forma que se supone debería ser la correcta.
En este preciso instante hay una corriente de sentimiento colectivo por el que al parecer, si no tienes un blog eres casi menos que subnormal, pero el blog, no es una planta cualquiera en un monte, no es un árbol que plantamos en nuestro campo y podemos ir a cuidarlo cualquier día que nos plazca, sino que se trata de un hijo al que debemos prodigarle todos los cuidados diarios que podamos y que por nuestras obligaciones, no siempre estamos dispuestos a concederle, por consiguiente, el resultado es el que es y todos los días nacen bloges nuevos y al igual que en el mundo del comercio, casi todos quedan en el olvido perdidos por las unidades de memoria internáutica de la red, pero aún así, lo importante no es lo que nosotros hayamos podido escribir para compartir en un instante de nuestra vida, sino la ocurrencia que pueda despertar en la mente del lector, en cualquier otro momento de la suya.