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Aprovechar la ignorancia ajena.-

Corría la década de los setenta cuando el Legislador pensó en ciertos calificativos como cordial, reconstituyente, viejo y otros decidiendo que no deberían emplearse en el etiquetado de las bebidas derivadas de alcoholes naturales, prohibiendo su uso tajantemente.
En una ocasión visitando a uno de mis Clientes pasteleros, estuvimos hablando de uno de sus elaborados. Se trataba de una coca de tomate que argumentó estaba utilizando en su confección tomate natural. Siguiendo la conversación, explicó que el tomate lo compraba en grandes botes de hojalata y en la etiquetas decía tomate natural por lo que me tomé la libertad de aclararle que sus cocas de tomate, eran de tomate de conserva, lo que era de tomate natural era la conserva de tomate empleada.
Una publicidad televisiva de una fraudulenta multinacional, pregona estos días que vende pan natural, sin ser sancionada por los Servicios de Defensa contra Fraudes o de Calidad Alimentaria que le regalan su beneplácito. No se puede fabricar ni vender pan natural, el pan natural no existe, todo el pan es artificial, aunque reconozco que puede ser elaborado con harina de trigo natural, porque lo natural es el trigo.

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Los alimentos naturales.-

Con la evolución de la persona, me refiero al género homo, especie sapiens (el que cree saber), las palabras han perdido su valor y para aparentar cierto grado de credibilidad hay que acompañarlas de calificativos ostentosos y sugestivos que nos aproximen a una realidad inexistente pero que para el profano, le pueda servir de referencia.
De alimentos, solo hay de una clase porque, el resto no son alimentos, lo que ocurre es que confundimos alimentarnos con comer o ingerir cosas y quienes hemos tenido la oportunidad de visitar en alguna ocasión una fábrica de piensos, me refiero a piensos compuestos, podemos concluir que si fuésemos animales no comeríamos.
Afortunadamente para conseguir un alimento natural hay que buscarlo en estado salvaje, porque desgraciadamente, los comestibles criados y cosechados por las personas, al rendimiento económico que se cotizan con la excusa de no incrementar el precio de la cesta de la compra, cada día tienen menos de naturales.
Pero para consuelo del ignorante, podemos comprar cosas en la tienda durante todo el año.