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Un prodigio de la naturaleza.-

Cuando la primavera hace su aparición, es curioso observar todos los años como de las cepas secas y retorcidas empiezan a brotar unas yemas y aparecen unas pequeñas hojitas que al paso del tiempo se convertirán en sarmientos de los que nacerán los racimos. Es la vid un arbusto capaz de enraizar en los lugares más inhóspitos y conseguir uno de los frutos más apreciados desde el comienzo de los tiempos.
Quién no ha probado alguna vez en su vida las uvas por no citar al finalizar y al comenzar el año tras haberse popularizado el tránsito anual con la ingesta de 12 uvas mientras tocan las 12 campanadas del reloj (y menos mal que no se celebra comiendo melones), pero solo los curiosos observadores, se han percatado de que al pasar el dedo por encima del grano, desaparece una especie de pelusilla y se muestra con toda su brillantez.
Allí están unos microorganismos como el sacharomice officinalis que al mezclarse con el mosto en proceso del prensado, consiguen que la glucosa del azúcar de la uva se convierta en alcohol por desprendimiento de anhídrido carbónico, lo que se conoce como fermentación y cuyo resultado es la obtención del vino.

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El soplido del destilador.-

Si fuese un león daría un rugido pero como imagino que no llego a tanto, me conformo con un soplido, pero un soplido de ¡buff! súper estruendoso algo así como un gigasoplido y es que ya tengo las declaraciones-liquidaciones confeccionadas y muchas presentadas, porque si bien los libros reglamentarios los cierro el día 31 de diciembre por la noche al tocar las doce campanadas del reloj, ocurre en consecuencia que después viene todo el papeleo del que nunca hablamos aunque exista como parte fundamental integrada a una actividad desconocida para todos.
Ahora, ya en el tercer milenio, tengo la especial ventaja añadida que, tanto para San Antonio como para San Sebastián, en los pueblos que se festejan estos Santos Onomásticos con fiestas patronales o se recuperan las tradiciones, se consume mucho licor clandestino, del que no se pagan los impuestos por servirse de estraperlo auspiciado por las Autoridades Municipales y la escasez de pedidos, me favorece en poder dedicar a la gestión administrativa el tiempo que debería emplear en repartir los licores destilados naturales a los Clientes cumplidores del ordenamiento legal.
Por ello, como si de un ¡GOL! a la Administración del Estado se tratase, quienes han decidido favorecerme con la compra de los mejores licores del mundo, van a disfrutarlos en estas fechas y en los días sucesivos, porque sabed que mañana viernes día 16 de enero, tendrán el esperado servicio de reparto y entrega del León del Maestrazgo.