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Mitos y dichos entorno a las setas.-

Durante los días 29 y 30 de este último fin de semana del mes de septiembre, la Cámara Agraria Provincial de Castellón en colaboración de la Asociación de Vecinos «El Pinar» y patrocinado por la Consejería de Agricultura, nos ha organizado las 2ª Jornadas Micológicas de Castellón para disfrute y formación de quienes sentimos un especial interés por este fascinante mundo de las setas.
Los Sres. D. Gonzalo Miguel Ferrer de la Sociedad Micológica Valenciana y D. Clemente Miró Pons, director de la exposición de setas El Pinar de Castellón, nos ofrecieron una amena y gratísima presentación de las jornadas, ilustrando a los presentes con los conceptos claros sobre las preguntas más frecuentes en torno a las setas, comentando una recopilación de refranes, las frases más populares y múltiples curiosidades prácticas.
Para finalizar, realizamos una mesa redonda en la que todos los asistentes opinamos sobre el pasado, el presente y el futuro del mundo de las setas, el crecimiento del interés por su recolección y la concienciación ciudadana de una sociedad que nos ha tocado vivir, en la que parece que todo valga sin pensar por el respeto del entono y hacia nuestros semejantes cuando se trata de satisfacer nuestro ego personal.

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El colmo de lo absurdo.-

   Esta mañana he recibido en mi correo electrónico el artículo colgado en http://casaconjacuzzi.blogspost.com al que estoy suscrito, con el comentario de la chapuza legislativa reguladora de la recogida de setas.

   Mi amplia experiencia en la recogida de setas y lo digo con guasa y de esta forma para que quede constancia porque desde hace cuatro años soy «Recolector Mayor de Rovellones en el Reino de España» y a la llegada del tiempo propicio de su crecimiento, me apunto un día al año con mis amigos para acercarnos al monte y trincar todos los que encontramos a nuestro paso, me permite comentar el absurdo aspecto legal de la Orden.

   En calidad de agricultor fiscalmente declarado, cuando voy al campo a recoger los frutos de mi actividad agrícola, lo hago con capazo y saco, cuando he ido al monte a recolectar setas de las que solo elijo los rovellones, lo hago con cesta pero nunca se me ocurriría ir al campo o al monte acompañado de una balanza.

   Las balanzas se usan a nivel comercial por quienes supuestamente recogen setas (en la tienda de la esquina), mientras degustan una merendola en el bar o restaurante del pueblo. Hay que ser analfabeto de una actividad como la de recogida de setas para fijar los límites en 6 kilogramos, los límites, de haberlos, deberían medirse por cestos, porque al monte se va con cesta y no con balanza.