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Mostrar solo 1000 resultados de "julian segarra".-

Una gota de agua no puede llenar nunca un vaso, pero varias, son capaces de arrasar un monte y convertir la zona en valle cuando damos tiempo suficiente para ello, porque la inmediatez siempre es efímera.
Desde hace algún tiempo estoy mermando mi actividad internáutica al percatarme de estar sobrecargando el sistema y evidentemente, la culpa es del sistema al no está pensado ni preparado para que un internauta pueblerino como julian segarra, con su callado trabajo, va elevando información a la red sin esperar nada a cambio y solo por la satisfacción personal de compartir el saber.
Hace tan solo quince días, desde Albocácer comprobé que estaba a punto de bloquear a Google y ayer, fui consciente de que lo había pillado sin saberlo ni quererlo. Odette me pedía que hiciese un comentario en una de sus entradas del blog y la respuesta fue que no se podía, debiendo adoptar una decisión salomónica y elevar la información partida porque si de algo puedo presumir es de ocurrencia.
Esta mañana me he dado cuenta de que Google solo muestra un millar de resultados para «julian segarra», eludiendo el resto. Google solamente puede presumir ser el mejor de los buscadores en Internet por no tener competencia, ya que solo enseña limitadamente los primeros mil resultados. ¡¡¡COMPROBADO!!!.

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El cambio de horario en el reloj.-

Ayer noche no me acostaba a las dos de la madrugada para poder actualizar las manecillas del reloj a la hora oficial y no entiendo lo de madrugada porque si te esperas a cumplir con la recomendación oficial y aún no te has ido a dormir, pienso que no habrás madrugado nada. Mi padre se acostó después de cenar y al levantarse, ha avanzado las manecillas el reloj pero, no se lo digáis a nadie.
Ahora si a las siete son las cinco, en realidad cuando te levantas a las seis son las cuatro. Menudo lío patatero con el cambio del horario que por culpa de los relojes llevamos un trajín de mucho cuidado avanzando el horario para dentro de medio año retrasarlo.
Y todo para presumir lujoso brazalete en la muñeca porque a la hora de la verdad que es la hora buena, la hora exacta, casi nadie atiende el reloj y a la palabra dada, muchos son los que siempre llegan tarde a cualquier cita o al trabajo como si su tiempo fuese más valioso que el mío o por no tenerlo, no valoran el de los demás.