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Las obligaciones ineludibles.-

Durante este mes abril, reconozco que no he dado la talla, las intervenciones que he realizado en el blog distan mucho de lo acostumbrado al lector y sin excusas de ninguna clase, la falta de presencia ha sido porque no he querido escribir, puesto que aunque uno esté cansado después de todo el día de faena, si se tiene una verdadera afición, se encuentra el tiempo en donde sea.
Puesto que no todos me conocéis aunque muchos me hayáis visto, mi única afición es la electrónica y aunque hoy la tenga descuidada por exceso de obligaciones, en el mundo del Internet estoy por casualidad, casi de rebote de la telecomunicación y las manualidades, continúan siendo mi debilidad.
Para este mes que hoy finalizamos, me propuse poner en funcionamiento una máquina diseñada para cumplir un cometido que no era el necesitado y para ello, he debido realizar correcciones de proyecto con la imaginación, sin tener acceso a poder observar el funcionamiento de la propia maquinaria. Puede parecer un imposible pero, para algo fui a la escuela y recordando alguna lección de mis Excelentísimos Maestros, hoy puedo haceros partícipes que mi lema: «Cuando no se tiene, se pinta» está vigente, por ello, me he demostrado a mi mismo que es posible reparar lo imposible aunque para ello se deba rediseñar un invento.

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Las fiestas patronales.-

Hoy empiezan oficialmente las fiestas de agosto en el pueblo de Chert para venerar a nuestra Santa Patrona la Santísima Virgen de Nuestra Señora de la Asunción y continuamos con San Roque que también es Patrón de Chert, pero además, en el pueblo hay más Patronos, como San Marcos y cada año a finales de abril, nos desplazamos hasta la ermita de San Pedro de La Barcella para festejar el día y tal vez por no tener la ermita que en su día derribaron para ensanchar la actual calle Independencia, conservamos la advocación de San Vicente, por no hablar de San Antonio.
Es curioso mencionar, por ser un detalle único en el universo mundo, la ofrenda que realizan las mujeres jóvenes del pueblo chertolino a su Santísima Patrona, consistente en llevar ante el altar, unas semillas germinadas y crecidas en la más absoluta oscuridad, de forma que, la debilidad y falta de clorofila, hace que caiga la planta alrededor de la maceta en la que por tradición se planta y crece en forma de unos blancos cabellos que la rodean y cubren como una verdadera cabellera conocida en el pueblo de Chert con el nombre de «cabelleres» y que celosamente guardan las chicas sin que los hombres sepamos.
Parece ser que esta costumbre, única en toda la faz de La Tierra, la conservamos en este pueblo de épocas ancestrales muy primitivas y anteriores a los ilercavones, ofreciéndola las mujeres de la tribu en Chert a la diosa de la fertilidad, cuidando la maceta a escondidas de las miradas de todos para presentarla con sorpresa en el día señalado y conseguir ser la más deseada del grupo o ramillete de flores chertolinas.

Las fiestas patronales.-

Hoy empiezan oficialmente las fiestas de agosto en el pueblo de Chert para venerar a nuestra Santa Patrona la Santísima Virgen de Nuestra Señora de la Asunción y continuamos con San Roque que también es Patrón de Chert, pero además, en el pueblo hay más Patronos, como San Marcos y cada año a finales de abril, nos desplazamos hasta la ermita de San Pedro de La Barcella para festejar el día y tal vez por no tener la ermita que en su día derribaron para ensanchar la actual calle Independencia, conservamos la advocación de San Vicente, por no hablar de San Antonio.
Es curioso mencionar, por ser un detalle único en el universo mundo, la ofrenda que realizan las mujeres jóvenes del pueblo chertolino a su Santísima Patrona, consistente en llevar ante el altar, unas semillas germinadas y crecidas en la más absoluta oscuridad, de forma que, la debilidad y falta de clorofila, hace que caiga la planta alrededor de la maceta en la que por tradición se planta y crece en forma de unos blancos cabellos que la rodean y cubren como una verdadera cabellera conocida en el pueblo de Chert con el nombre de «cabelleres» y que celosamente guardan las chicas sin que los hombres sepamos.
Parece ser que esta costumbre, única en toda la faz de La Tierra, la conservamos en este pueblo de épocas ancestrales muy primitivas y anteriores a los ilercavones, ofreciéndola las mujeres de la tribu en Chert a la diosa de la fertilidad, cuidando la maceta a escondidas de las miradas de todos para presentarla con sorpresa en el día señalado y conseguir ser la más deseada del grupo o ramillete de flores chertolinas.