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Una iglesia muy competitiva.-

El sábado día 31 de marzo de 1962 llegó al pueblo de Chert el Sr. Obispode Tortosa, siendo recibido por las autoridades municipales y el pueblo engeneral para realizar la bendición del templo conocido como Iglesia Nueva, el traslado del Santísimo Sacramento desde la capilla de la Comunión de la Iglesia Vieja hastael sagrario del nuevo templo, la consagración del altar y el edificio, en el marco deunos festejos que se prolongaron hasta el día siguiente con la participaciónpopular de todos los vecinos.
Para la conmemoración de esta efemérides de la que hoy se cumplen 50años, estamos viendo como el campanario ha sido retirado poco a poco y desde elexterior, podemos observar una serie de catas en las jácenas de la construcciónque atisban la excelente salud que goza la edificación ya detectada hace variosaños y que delataban el alto nivel de calidad de los materiales empleados.
Lástima que los albañiles de la época han fallecido y no podamosfelicitarles por su trabajo bien hecho, aunque en honor a la verdad, realmentedebemos reconocer que fueron muy competitivos al gastar en la construcción eldoble del valor presupuestado.

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Lo carré de La Llançana.-

En el pueblo de Chert hay una travesía entre la calle Trascasas y la calle Fredes que le llaman, calle de La Llançana. Curiosamente la civilización moderna, nunca cambió su nombre y cuando yo era pequeño, en más de una ocasión pasé por ella. Se trataba de un callejón estrecho por el que solo podía pasar un macho con «saria» ya que «los cornichols«, posiblemente rozarían por las paredes de las casas. En la actualidad todo ha cambiado porque debido al gradual abandono de las viviendas, se produjo su deterioro progresivo y al final las paredes de las casas cayeron a la calle y los escombros de la construcción cortaban el paso del nulo tránsito.
Algún dirigente democrático con ideas cristalinas, debió tener la ocurrencia de retirarlos y como los maquinistas utilizados no respetan nada, ni a nadie, también desaparecieron las cimentaciones de las paredes y los límites de las edificaciones.
Quienes tuvimos la ocasión de pasar por ella hace tan solo cuarenta años, recordaremos que una de sus casas tenía una ventanita muy pequeña en la planta baja (en el pueblo hay más casas con una ventanita pequeña en la planta baja), lo que acreditaba que en su interior vivía y trabajaba un tejedor con su telar.
Cuando mi abuelo Julián Segarra Ferreres era pequeño, en la pared de la casa y para referenciar su actividad laboral, había colgada en una estaca, una pieza vieja de telar que «el diccionari de la llengua de 1989» llama llançadora en «chertolí antic«, llançana, que realmente es lo que da origen al nombre de la calle.

Del lapicero largo a la memoria corta.-

   Estamos en una época del año en la que nadie piensa en sillas, ni en escobas, todo el mundo tiene en la mente quesos, turrones, chorizos, cavas, jamones, langostinos, licores, bombones y demás exquisitas viandas, por lo que me llamó la Srta. Dª. Carmen pidiéndome Brandy del Maestrazgo y para explicarme el lugar de la entrega de la mercancía, como no dispongo de teléfono móvil, me pasó las instrucciones vía teléfono fijo.

   Para no olvidar, lo mejor es anotar, porque dicho sea de paso, más vale tener un lapicero largo que una memoria corta y tomando apuntes directamente en mi bloc de notas, en la imagen queda muy bien reflejado el resultado.

lugardeentrega

   Aunque pienso que está claro el lugar de la entrega del licor, por si alguien lo observa, le diré que hay una errata. Esta tarde me he desplazado directamente sin detenerme a preguntar a nadie por el camino y cuando he llegado a destino, no encontraba la puerta de entrada del local, debiendo parar y bajar del coche a consultar. Está en la pared sur del edificio y por no indicarlo en la nota es por lo que no la encontraba.

Alineación Venus, Tierra y Júpiter.-

   Ayer tarde salí a terrado por necesidad. El frío del helado invierno es suficientemente importante como para sentirse hasta en los huesos y no desear salir de casa a tomar el fresco, máxime a esta hora del atardecer en la que la oscuridad de la noche avanza sin remisión y el mercurio del termómetro desciende por debajo de los 0º C. Por encima del tejado del edificio de las escuelas del pueblo, desde hace unos días estoy observando dos astros brillantes que destacan en el firmamento a una distancia aparente de una pulgada a brazo extendido y reconocidos sin necesidad del telescopio. Durante todo el verano el planeta Júpiter nos ha gratificado la visión con su presencia y con la ayuda del telescopio, hemos podido contemplar sus satélites más grandes avanzando desde el este al oeste por la bóveda celeste del sur y en está época del año, va descendiendo hacia el horizonte, pero de repente, por debajo vemos la aparición de otro planeta mucho más brillante, el más brillante del cielo chertolí después del Sol y La Luna, se trata de Venus que, siguiendo su órbita, parece que va al encuentro de Júpiter.

   Es evidente que si Júpiter sigue una trayectoria externa a la de La Tierra y el planeta Venus, por describirla interna, nunca van a encontrarse, desde nuestra terrícola posición, parece como si quisieran alinearse o incluso golpearse y en unos días, veremos qué proximidad aparente alcanzan.

   Este fenómeno astronómico, ocurre regularmente todos los años y en ocasiones, la proximidad visual aparente es como la mostrada desde la Unidad de Observación Astronómica del Maestrazgo en Chert.

Venus escondido detrás de La Luna.

Los tordos checos.-

Son las siete de la tarde y se oyen desde el pueblo de Chert disparos de escopeta, algún cazador está cazando a la joca.
Esta mañana, mi amigo Antonio ha pasado por casa para decirme lo bien que durante la semana estuvo jugando con el ordenador portátil y le agradaría ajustar correctamente la antena para obtener la máxima transferencia de la información, de esta forma, conseguir optimizar el sistema de comunicación inalámbrico de http://www.ruralwifi.net.
A media mañana, he ido a su casa y desde el tejado, hemos visto como un vuelo de tordos checos se acercaban al pueblo por la ladera este de la Mola Gran, como siguiendo el camino dels rosellanos y sobrevolando por encima del edificio de las escuelas, avanzaban en dirección al Mas de Llansa.
El día se presagiaba climatológicamente muy bueno y hemos estado comentando que tal vez por las montañas de la sierra del Turmell no hayan charcas o estén heladas y los torditos, bajando hasta la font de les Piques, se hayan encontrado con algún cazador que los haya desviado hacia la font de la Guilona.

El incivico comportamiento.-

Un día visitando Clientes, debí parar mi camioneta, encontrando espacio, junto a la valla de un colegio. Cuando regresé a retirarla para irme a otro pueblo, los niños estaban jugando en el patio de la escuela y junto al vallado, había unos chiquillos con una piedra en la mano que, a modo de coche, la empujaban por el suelo. Junto al tronco del árbol, habían puesto un cartón doblado como si fuese una casita que hacía las funciones de cochera para guardar la piedra, quiero decir el supuesto coche.
Mientas estaba ensimismado admirando en el comportamiento de los atareados chavales, el Sr. Maestro llamó a todos para incorporarse en las obligaciones docentes y abandonar el recreo. En ese momento, un niño que jugaba a fútbol, deja la pelota y se acerca al árbol dando una patada al cartón-almacén y todos corren hacia la puerta del edificio.
Supongo que al día siguiente, los amantes del fútbol seguirían jugando con la pelota, los chiquillos de los automóviles, con sus coches-piedra y los rompedores de entretenimientos, rompiéndolo, que es lo que saben hacer, pero no será igual ni lo mismo, porque es imposible colocar el cartón-casa de la misma forma y en el mismo sitio.

El incivico comportamiento.-

Un día visitando Clientes, debí parar mi camioneta, encontrando espacio, junto a la valla de un colegio. Cuando regresé a retirarla para irme a otro pueblo, los niños estaban jugando en el patio de la escuela y junto al vallado, había unos chiquillos con una piedra en la mano que, a modo de coche, la empujaban por el suelo. Junto al tronco del árbol, habían puesto un cartón doblado como si fuese una casita que hacía las funciones de cochera para guardar la piedra, quiero decir el supuesto coche.
Mientas estaba ensimismado admirando en el comportamiento de los atareados chavales, el Sr. Maestro llamó a todos para incorporarse en las obligaciones docentes y abandonar el recreo. En ese momento, un niño que jugaba a fútbol, deja la pelota y se acerca al árbol dando una patada al cartón-almacén y todos corren hacia la puerta del edificio.
Supongo que al día siguiente, los amantes del fútbol seguirían jugando con la pelota, los chiquillos de los automóviles, con sus coches-piedra y los rompedores de entretenimientos, rompiéndolo, que es lo que saben hacer, pero no será igual ni lo mismo, porque es imposible colocar el cartón-casa de la misma forma y en el mismo sitio.