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Eliminar la ch y ll del alfabeto.-

A los ilustres componentes de la Real Academia Española hay que hacerles el honor de atarles un nudo en la cola e informarles que calladitos están más guapos porque el no molestar ya es ayudar.
Por lo que me he enterado, la felicitación navideña de estas privilegiadas e iluminadas mentes pensantes, va dirigida a aquellas personas que aún conservan los hábitos que con tanto esfuerzo aprendieron de sus respectivos Maestros para que con todo el caos reinante de analfabetismo epistolar actual de quienes no aprendieron a escribir correctamente las oraciones gramaticales, se adapte el lenguaje a sus incoherentes e ilegibles escritos con innovaciones y actualizaciones de absurdos cambios ortográficos.
Desde el siglo XIX, las letras ch y ll eran consideradas letras del alfabeto, pero en la ortografía de 1.999 pasaron a considerarse dígrafos, aunque tanto la ch como la ll permanecieron en el alfabeto. La nueva edición de la ortografía de la real academia española de la lengua los suprime formalmente y permitirá la creación de puestos de trabajo al tener que cambiar los rótulos de los carteles indicadores de las carreteras de muchos pueblos de nuestra geografía, de esta suerte en Ert, Cua, Viar de Canes, Viafamés, Viafranca del Cid, Morea, Vaibona, Coraar, Torre Endoméne, Vistavea, Va de Uxó, Via-real, Va d’Alba, Vianova d’Alcolea, Salzadea, Sarratea, Viamalur, Vianueva de Viver, Va de Almohacid, Viahermosa del Río, Vaar, Ovar, Viavieja, Odos, Forca, Viores, Iva de Morea, Castefort, Porte de Morea, por no citar a Iles o Beno solo en la provincia de Casteón, sus vecinos tendrán que ir pensando en ingresar más impuestos.

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El cinc de copes.-

Es la expresión chungaleta que usamos en el argot licorero para designar a quienes se pasa en las pruebas gustativas de los destilados.
Evidentemente, los destiladores de licores, los probamos durante el proceso de la destilación para comprobar las características de los elaborados en curso. Hemos de tener en cuenta que la destilación es una etapa u operación básica de separación y exige conocer cuales son los componentes que precisamos aprovechar y también los indeseables que queremos eliminar porque en la naturaleza las cosas puras no existen y hay que saber separarlas en el momento correcto de la destilación que siempre depende de la buena pericia del destilador.
Aunque la destilación se controla con el calor del hogar de la caldera del alambique, el destilador está pendiente continuamente también del destilado, de su caudal y de sus cualidades y cuando quieres ser el mejor en tu oficio, te autoexiges el control continuo del destilador, haciendo uso de tus cualidades gustativas y olfativas y aprovechándote de varias copas para comparar, por ello, no es de extrañar encontrarte con el Maestro destilador ante la presencia de varias copas del destilado o incluso tomando otra adicional de muestra para añadirla al grupo anterior mientras está comprobando hasta cinco copas diferentes de lo mismo como si pretendiese aprovecharse con malévolas intenciones.