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La alcachofa en el restaurante Arbequina.-

   Aprovechando la temporada invernal en la que los agricultores nos ofrecen el fruto de su trabajo y la alcachofa está en todo su esplendor con todas sus propiedades naturales que nos ayudan a digerir cualquier comida que pueda sobrecargar el hígado y la vesícula con un reducidísimo aporte de calorías y convirtiéndose en la reina de la huerta, mi amigo Modesto Fabregat Santiago, desde el restaurante Arbequina, nos brinda otra de sus Jornadas Gastronómicas.

   El restaurante Arbequina ofrece un amplio abanico de variadísimos platos para degustar, entre los que cabe mencionar el aperitivo de alcachofa en escabeche al estilo oriental, el entrante frío de alcachofa con ahumados, toffe de pipas de girasol y gelatina de naranja, el fondo de alcachofa confitado relleno, el pescado de lonja sobre meloso de alcachofa, el delicioso farcellet de cordero confitado con trinchant de alcachofa y Modesto, se atreve hasta con el singular postre de coulant de alcachofa con turrón y jalea de vainilla, todo un lujo para los sentidos.

   Del 5 de Febrero al 7 de Marzo podemos disfrutar en el restaurante Arbequina de la calle Bartolomé Reus en Castellón de La Plana de las Séptimas Jornadas Gastronómicas de la Alcachofa con un excelente menú preparado al efecto y compuesto de:

– Pincho de alcachofas y pulpito.

– Alcachofas en escabeche ligero con su espuma y boquerones.

– Crema de Alcachofas, huevo escalfado y jamón ibérico.

– Pescado de lonja con alcachofas licuada al curry.

– Hamburguesa de buey vallés del Esla con alcachofas confitadas.

– Brownie de alcachofas cremoso de leche, helado de arbequina y chips de alcachofa.

 …/… según disponibilidad de mercado.

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Estresados hasta los huevos.-

Cuentan que el ratoncito de la ciudad llamado don Ricardo, salió un día soleado por el campo y se encontró con el ratoncito Gasparet, el del Cuento del tord Wenceslas y viendo como recogía almendras y bellotas del monte, entablaron conversación. A la hora de comer, se fueron «al cau» de Gasparet que estaba bien surtido de frutos secos y le invitó a degustar sus exquisiteces. Para don Ricardo todo le parecía poco e insignificante presumiendo que en la despensa de la ciudad habían más y mejores viandas, por lo que le emplazó para que en algún viaje a la ciudad, pasase por la casa dónde él se alimentaba.
Llegado el tiempo de las declaraciones y liquidaciones fiscales, debió el ratoncito Gasparet desplazarse hasta la ciudad a presentar y pagar su contribución, aprovechando para acercarse a visitar a su muy buen amigo el ratoncito don Ricardo que le mostró la gran despensa muy bien surtida de chorizos, quesos y jamones.
De repente, la dueña de la casa, abrió la puerta y entró el gato. Como don Ricardo ya sabía lo que ocurría, fue presto a esconderse, pero al no haber avisado a Gasparet, recibió un susto casi de muerte. Gasparet, se escondió detrás de una caja de botellas de Brandy del Maestrazgo y aguantando la respiración, intentó pasar desapercibido del gato que afortunadamente no pudo atraparlo.
La vida acelerada en las grandes ciudades estresa a cualquiera, en la «capi» están estresadas las personas, están estresados los cabritos, están estresadas las vacas, está estresada la leche, están estresados los cerdos, están estresadas las gallinas y están estresados hasta los huevos.