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Una iglesia muy competitiva.-

El sábado día 31 de marzo de 1962 llegó al pueblo de Chert el Sr. Obispode Tortosa, siendo recibido por las autoridades municipales y el pueblo engeneral para realizar la bendición del templo conocido como Iglesia Nueva, el traslado del Santísimo Sacramento desde la capilla de la Comunión de la Iglesia Vieja hastael sagrario del nuevo templo, la consagración del altar y el edificio, en el marco deunos festejos que se prolongaron hasta el día siguiente con la participaciónpopular de todos los vecinos.
Para la conmemoración de esta efemérides de la que hoy se cumplen 50años, estamos viendo como el campanario ha sido retirado poco a poco y desde elexterior, podemos observar una serie de catas en las jácenas de la construcciónque atisban la excelente salud que goza la edificación ya detectada hace variosaños y que delataban el alto nivel de calidad de los materiales empleados.
Lástima que los albañiles de la época han fallecido y no podamosfelicitarles por su trabajo bien hecho, aunque en honor a la verdad, realmentedebemos reconocer que fueron muy competitivos al gastar en la construcción eldoble del valor presupuestado.

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La tarjeta de Navidad.-

Puesto que los Evangelios no mencionan fechas, sería incierto fijar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre pero, desde mediados del siglo IV, por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno, se proclamó como fecha de la Natividad del Señor en la Iglesia Romana.
Hacia la mitad del siglo XIX parece ser que por las escuelas y entre los estudiantes, empezaron a popularizarse las tarjetas de Navidad aprovechando para enviar un mensaje de buenos deseos a sus familiares y con el tiempo, las imprentas decidieron comercializarlas.
Actualmente es una costumbre muy arraigada entre la sociedad que nos permite hacer partícipe de nuestra felicidad a las personas que apreciamos tanto por del nacimiento de Jesucristo como por la venida y estreno del año nuevo.
Con la utilización del correo electrónico, se pueden enviar muchas ocurrencias, pero en mi caso, este año he preparado una curiosidad para mis amistades y si algún lector del blog lo desea, igualmente se la voy a enviar desde el día 20 de diciembre a todas las personas que me la pidan.

Los tres arcangeles.-

Se supone que en el Cielo hay muchos arcángeles, (el prefijo arc, significa «superior») pero solo tres son los reconocidos por la Iglesia de las religiones cristiana, judía e islámica y hoy, en su recuerdo, celebramos el santo onomástico de las personas amigas con este nombre.
Es evidente que ahora en el Cielo estarán de celebración festiva por todo lo alto, muchísimo más que en un día normal y si las tradiciones de viva voz corresponden con las explicaciones que nos dieron cuando éramos pequeños, estarán todos comiendo coquitas con miel, pero ¿con qué acompañarán esta celebración?. La respuesta es de lo más sencilla y lógica, ya que para aprovechar el fuego del Infierno, habrán instalado un alambique con su caldera destiladora y los demonios deben trabajar en continuo noche y día sin parar, por lo que el único mercado razonable capaz de absorber tanta producción licorera, tiene que ser el Cielo.
Me imagino a mis abuelos, bisabuelos y etc., tirando troncos de olivera directamente al fuego de la caldera del Infierno para mantener activo el infernal aparato destilador con el fin de elaborar los exquisitos licores con los que sus distinguidos Clientes, San Miguel, San Gabriel y San Rafael, agasajen y cumplimenten a sus muy apreciadas amistades celestiales que se acerquen a felicitarles.

Los tres arcangeles.-

Se supone que en el Cielo hay muchos arcángeles, (el prefijo arc, significa «superior») pero solo tres son los reconocidos por la Iglesia de las religiones cristiana, judía e islámica y hoy, en su recuerdo, celebramos el santo onomástico de las personas amigas con este nombre.
Es evidente que ahora en el Cielo estarán de celebración festiva por todo lo alto, muchísimo más que en un día normal y si las tradiciones de viva voz corresponden con las explicaciones que nos dieron cuando éramos pequeños, estarán todos comiendo coquitas con miel, pero ¿con qué acompañarán esta celebración?. La respuesta es de lo más sencilla y lógica, ya que para aprovechar el fuego del Infierno, habrán instalado un alambique con su caldera destiladora y los demonios deben trabajar en continuo noche y día sin parar, por lo que el único mercado razonable capaz de absorber tanta producción licorera, tiene que ser el Cielo.
Me imagino a mis abuelos, bisabuelos y etc., tirando troncos de olivera directamente al fuego de la caldera del Infierno para mantener activo el infernal aparato destilador con el fin de elaborar los exquisitos licores con los que sus distinguidos Clientes, San Miguel, San Gabriel y San Rafael, agasajen y cumplimenten a sus muy apreciadas amistades celestiales que se acerquen a felicitarles.