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La sociedad del embuste y la mentira.-

Vivimos en un país y en una época que al parecer todo vale. Se pueden chismorrear toda clase de comentarios inciertos para convertirse en aparentemente el más docto en el tema de la habladuría porque, al parecer, los receptores de tales vocablos, deben ser unos ignorantes que creen por cierto las mentiras que se cuentan.
Algún personaje ocurrente, por tener plantado un jornal de tierra con cepas (tres jornales son una hectárea), lamenta conseguir producir dos mil kilos de uva menos por las condiciones climatológicas anuales y su sapiencia, le permiten confundir el mildiu con el oidium, de tal suerte que, este año sus cepas han producido cinco kilos menos de uva y eso que aclara las está regando.
Y para colmo de recochineo, vendimia, prensa, fermenta y a los veinte días ya dispone de vino apto para ser bebido porque supongo utiliza un formula uno, obteniendo además de forma incomprensible un vino dulce. Es cierto y no me lo parece, que hay quien ha visto mucha televisión porque este tipo de aventura es de película, pertenece al colectivo de los labradores que en el motor del tractor en lugar de caballos tienen yeguas.

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La tarjeta de Navidad.-

Puesto que los Evangelios no mencionan fechas, sería incierto fijar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre pero, desde mediados del siglo IV, por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno, se proclamó como fecha de la Natividad del Señor en la Iglesia Romana.
Hacia la mitad del siglo XIX parece ser que por las escuelas y entre los estudiantes, empezaron a popularizarse las tarjetas de Navidad aprovechando para enviar un mensaje de buenos deseos a sus familiares y con el tiempo, las imprentas decidieron comercializarlas.
Actualmente es una costumbre muy arraigada entre la sociedad que nos permite hacer partícipe de nuestra felicidad a las personas que apreciamos tanto por del nacimiento de Jesucristo como por la venida y estreno del año nuevo.
Con la utilización del correo electrónico, se pueden enviar muchas ocurrencias, pero en mi caso, este año he preparado una curiosidad para mis amistades y si algún lector del blog lo desea, igualmente se la voy a enviar desde el día 20 de diciembre a todas las personas que me la pidan.