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Caracoles con tomate y cebolla.-

El cambio a luna llena en septiembre nos trajo lluvia para aflojar los granos de las uvas de su pedúnculo y favorecernos con perder la cosecha, pero como cualquier labrador del Maestrazgo, ya estoy acostumbrado a estas situaciones en las que las condiciones meteorológicas hacen que nunca llueva a gusto de todos.
La semana pasada fui a visitar las vides para comprobar el estado de maduración de las uvas y preparar la bodega para prensar la vendimia. Aprovechando la salida campera, me di un garbeo y recogí unos pocos caracoles que estaban saludándome para que los llevase a darles un paseo con la furgoneta de SEGARRA que siempre se agradece.
Durante unos días han estado comiendo harina en casa y hoy por la mañana he visto como se afanaban por entrar en la cazuela para que almorzase caracoles con tomate y cebolla. Al chuparlos, hacia más ruidera que Sayyid Jacmet, “aprendiz de conquistador”, cuando los probó por primera vez en la Aldea de Anroig.

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El milagro de la primavera.-

El buen tiempo ha hecho su aparición con la venida de la primavera y la naturaleza se ha vestido de flores. Para los labradores, empieza una de las actividades más cansada y agotadora con la poda de las cepas y la recogida de los sarmientos, dice el sabio refranero popular que: «Si vols beure vi i minja pa, sembra pronte y poda tardà».
Quienes empezaron a podar a finales de febrero, con el buen tiempo climatológico de mediados de marzo las cepas han avanzado su actividad vegetativa y a esta época del año, ya tienen las yemas a punto de brotar, lo malo de ser tan trabajador es el no observar que la luna llena de marzo rige Saturno que por su naturaleza fría, aún tiene que hacer notar el frío primaveral con señales de humedad en las capas bajas y aunque a mediados de marzo subieron las temperaturas, siempre hay un cambio previo a la inestabilidad que para abril, con La Luna en conjunción con Saturno esperaremos humedad y viento.
En abril tendremos días desapacibles y alguna ventisca del norte nos traerá el frío de Tramontana hasta finales de mes, en que como todos los años, sufriremos de «La ventà de Sant Marc«, por ello, atendiendo el refranero: «Per Sant Josep, vinyes per podar i homens per confesar», empecé hace tan solo unos días a podar la viña.

El paro de las personas que trabajan.-

Estoy pendiente del cambio de luna puesto que esta semana pasará a fase de luna llena y con la venida del buen tiempo, es preciso proceder a podar los viñedos de los que tras su cuidado, espero obtener la apreciada uva como recompensa a mi trabajo. Soy consciente de que el dedicar un tiempo y esfuerzo en el desarrollo de una actividad agrícola, está muy mal visto en la sociedad que vivo y es considerado como síntoma de poca inteligencia, siendo creencia generalizada el que solo las personas menos capacitadas se dedican a las labores campesinas y a sufrir resignadamente las inclemencias atmosféricas, incluso al momento de la recolección de la cosecha, corriendo el riesgo de perder una parte importante de la misma.
Me he desayunado con el televisor en marcha y personas más sabias que yo, me hablaban de no se qué importante ibex 35 que, ha despertado mi curiosidad por si se trataba de una nueva herramienta aplicable a la poda de los viñedos, de tal suerte que pudiese tener su utilidad para trabajar en la viña sentado en una silla con el teléfono móvil mirando la pantalla del ordenador.

Cual mi sorpresa al enterarme de que su conversación giraba en torno a un indicativo formado por 35 valores, los más representativos del mercado bursátil en España, concentrando las ofertas y las demandas sobre los valores en circulación admitidos a cotización en la bolsa y que representan más de tres cuartas partes del negocio de los que trabajan con la corbata, pues bien, al parecer, en un año se ha reducido a la mitad y si los agricultores pertenecemos a la otra cuarta parte restante, ¿cómo no va haber paro si del setenta y cinco por ciento «más representativo» solo trabajan la mitad?.