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De los terremotos y los maremotos.-

Sabemos que el periodista va detrás de la noticia fácil y cuanto más aparatosa mejor, porque su profesionalidad le ha enseñado del morbo de las personas y ha aprendido del negocio del marketing de la crónica novedosa y se emplea a fondo en ofrecer el reportaje de lo que realmente vende.
Parece como si cuando fuimos a la escuela no aprendimos nada o más bien poco, porque de repente se nos invaden las pantallas de la televisión hablándonos y mostrándonos una imagen catastrófica de la fuerza devastadora de las olas cuando son generadas no por el viento que ya nos tiene acostumbrados, sino por el movimiento de las placas tectónicas.
Como quiera que no tengo TDT en casa, ando por la vida un tanto despistado, pero en los informativos, solo se nos habla de la peligrosísima central nuclear de Fukushima que está resistiendo al desastre, dando la impresión de que los muertos y desaparecidos nipones fuese algo sin importancia y lo realmente significativo, fuesen los micro niveles de radicación que puedan llegar a las costas occidentales estadounidenses en el caso de una supuesta explosión en el Japón que como quiera que ya han sobrevivido a otras anteriores, no es novedoso ni precisan de ayuda humanitaria.
No os podéis imaginar como es de agradecido el Pueblo del Sol Naciente cuando recibe un correo en estas circunstancias sabiendo que al otro lado del computador hay personas que les aprecian en el dolor.

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Los vinhos verdes portugueses.-

Acabo de asistir a un curso sobre vinos verdes portugueses conducido por el Sr. D. José Luís Aleixandre Benavent e impartido en el CdT del Grao de Castellón, unas nuevas y amplias instalaciones que merecen ser aprovechadas para ampliar nuestra instrucción, documentación y saber personal.
Se dice que los vinhos verdes portugueses deben su nombre al color del paisaje verde en el entorno donde se cultivan los viñedos y aunque en principio fue decepcionante para mi el saber esta razón, concluida la docencia y después de haber tenido la oportunidad de degustar unos pocos vinos representativos de vinhos verdes, puedo decir que su nombre obedece a las características reales del caldo debidas a la insuficiencia maduración de la uva.
El marketing también forma parte de la cultura lusitana y se está aprovechando muy hábilmente para favorecer la venta de sus productos autóctonos aunque si bien para quienes siempre han ido a pie y nunca conocieron la existencia de la motocicleta, la bicicleta es entendida como un gran invento, las cosas son tal cual son y al final cada cual acaba ocupando el lugar que le corresponde en el difícil caminar del sabio y exigente mundo comercial.

Ofrecer o vender.-

Hay dos formas diferentes de entender el comercio, un árbol en el que florecen muchos y maduran pocos.
Los comerciantes que lo son de verdad, observan las tendencias de los consumidores que consumen de verdad y fabrican y comercializan aquello que los potenciales clientes de masas quieren comprar, la moda, la novedad, el boom, mientras los estudiosos de marketing, colaboran elaborando sus informes en base a los caprichos del momento, sabiendo que no se van a vender más que un determinado número de unidades de aquel competitivo producto.
Paralelamente a este mercado de masas, existe un reducido mercado sin valor comercial, cual es el de aquellos Personajes que no siendo Consumidores habituales, precisan para un determinado momento de su vida algo muy bueno, algo exquisito o algo diferente y buscan al fabricante o al elaborador capaz de ofrecer con el fruto de su trabajo y saber, el deleite exclusivo de aquellas pocas personas que lo saben apreciar.
Con este simple y elemental planteamiento comercial, es fácil comprender como en un pequeño pueblo del Maestrazgo como es Chert, continúe existiendo una tradición centenaria en la elaboración de licores por destilación de plantas silvestres recogidas y seleccionadas por el propio Julián Segarra durante los días correctos de su maduración en los montes del Maestrazgo, los destile conservando todas sus propiedades originales en el alambique de cobre calentado con fuego de leña de olivo en su destilería y los envejezca de forma natural en la quietud de los barriles de roble de su bodega para ofrecerlos a sus distinguidos y muy estimados Amigos.

Ofrecer o vender.-

Hay dos formas diferentes de entender el comercio, un árbol en el que florecen muchos y maduran pocos.
Los comerciantes que lo son de verdad, observan las tendencias de los consumidores que consumen de verdad y fabrican y comercializan aquello que los potenciales clientes de masas quieren comprar, la moda, la novedad, el boom, mientras los estudiosos de marketing, colaboran elaborando sus informes en base a los caprichos del momento, sabiendo que no se van a vender más que un determinado número de unidades de aquel competitivo producto.
Paralelamente a este mercado de masas, existe un reducido mercado sin valor comercial, cual es el de aquellos Personajes que no siendo Consumidores habituales, precisan para un determinado momento de su vida algo muy bueno, algo exquisito o algo diferente y buscan al fabricante o al elaborador capaz de ofrecer con el fruto de su trabajo y saber, el deleite exclusivo de aquellas pocas personas que lo saben apreciar.
Con este simple y elemental planteamiento comercial, es fácil comprender como en un pequeño pueblo del Maestrazgo como es Chert, continúe existiendo una tradición centenaria en la elaboración de licores por destilación de plantas silvestres recogidas y seleccionadas por el propio Julián Segarra durante los días correctos de su maduración en los montes del Maestrazgo, los destile conservando todas sus propiedades originales en el alambique de cobre calentado con fuego de leña de olivo en su destilería y los envejezca de forma natural en la quietud de los barriles de roble de su bodega para ofrecerlos a sus distinguidos y muy estimados Amigos.

El millon de euros.-

Con este dinero se puede comprar un pack que incluye todo lo que el vendedor esté dispuesto a ofrecer, mientras espera a que alguien pique en el anzuelo y lo compre.
Desde luego, con la exposición de motivos del titular periodístico que acabo de hacer, espanto a todos los peces y no encontraré en el mundo, a nadie dispuesto a regalarme la susodicha cantidad monetaria, de ahí la necesidad del marketing que hace más viable la posibilidad de venta de un producto que por si mismo no tiene ningún valor comercial.
Un artículo que se publicita tener la particularidad de combinar sabores de coco, vainilla y chocolate, es un licor y no un brandy. El brandy es cuestión de solera, el brandy que tiene solera, la tiene y el brandy que no la tiene, no la tiene y aquí no caben medias tintas.
Ya se que muchos lectores se preguntarán, ¿qué es eso de la solera?, pero este fabricante de brandy de pueblo, ¿de qué habla?.
Es público y notorio el seguimiento que se me hace a mis artículos epistolares, de los que los publicistas, aprovechan sus contenidos para intentar vender los licores de la competencia, desconociendo que los licores elaborados en la Destilería de Julián Segarra de Chert no tiene competencia en cualidades, aunque reconozco que se puede fabricar en lugar de destilar, con un resultado más barato y sin el nombre SEGARRA, pudiendo competir en el precio pero mis Clientes Consumidores, saben que cuando compran mis elaborados pagan el justo precio del exquisito licor contenido de los envases y no las florituras del envase, del embalaje o del pack.
Las botellas de licor que llevan adherida una etiqueta rotulada con la marca SEGARRA no precisan certificado de autenticidad porque el número de serie de la precinta fiscal, así lo acredita suficientemente.

El millon de euros.-

Con este dinero se puede comprar un pack que incluye todo lo que el vendedor esté dispuesto a ofrecer, mientras espera a que alguien pique en el anzuelo y lo compre.
Desde luego, con la exposición de motivos del titular periodístico que acabo de hacer, espanto a todos los peces y no encontraré en el mundo, a nadie dispuesto a regalarme la susodicha cantidad monetaria, de ahí la necesidad del marketing que hace más viable la posibilidad de venta de un producto que por si mismo no tiene ningún valor comercial.
Un artículo que se publicita tener la particularidad de combinar sabores de coco, vainilla y chocolate, es un licor y no un brandy. El brandy es cuestión de solera, el brandy que tiene solera, la tiene y el brandy que no la tiene, no la tiene y aquí no caben medias tintas.
Ya se que muchos lectores se preguntarán, ¿qué es eso de la solera?, pero este fabricante de brandy de pueblo, ¿de qué habla?.
Es público y notorio el seguimiento que se me hace a mis artículos epistolares, de los que los publicistas, aprovechan sus contenidos para intentar vender los licores de la competencia, desconociendo que los licores elaborados en la Destilería de Julián Segarra de Chert no tiene competencia en cualidades, aunque reconozco que se puede fabricar en lugar de destilar, con un resultado más barato y sin el nombre SEGARRA, pudiendo competir en el precio pero mis Clientes Consumidores, saben que cuando compran mis elaborados pagan el justo precio del exquisito licor contenido de los envases y no las florituras del envase, del embalaje o del pack.
Las botellas de licor que llevan adherida una etiqueta rotulada con la marca SEGARRA no precisan certificado de autenticidad porque el número de serie de la precinta fiscal, así lo acredita suficientemente.