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El veranillo del membrillo.-

Estamos en una época cronológica en la que los membrillos adquieren su coloración amarillenta indicando que es tiempo de su recolección. Como fruta no es agradable al paladar cuando se consumen de forma natural, pero una vez cocidos, con el cambio experimentado se consiguen unas cualidades excepcionales tanto en almíbar como en confitura. En Argentina, al queso con dulce de membrillo se llamaba un completo y conservado para el crudo invierno, es un regalo de la naturaleza deleite de lo más exigentes dioses.
Pero no todos los días voy a desayunar queso con membrillo por muy bueno que sea y más que me guste, en ocasiones me apetece desayunar tomate frito con pimiento y sardina, lo que exige ser complementado con un vaso de vino y siendo cosechero recolector de uva y elaborador de vino, no voy a ser tan mentecato como para rubricar este excelente desayuno con un vaso de insípida agua.
Con las pretensiones que tienen nuestros gobernantes que desayunan lechita light con café y pretenden rebajar la tasa de alcoholemia a 0’0 mg. de alcohol en sangre, he tomado la decisión de no salir de reparto de licores los días que almuerce bacalao con tomate. Si alguien necesita del licor que elaboro, deberá desplazarse hasta Chert para llevárselo personalmente de la destilería y no es por que quiera perder Clientes, es porque el Gobierno de España no quiere que pague tantos Impuestos.

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El estado de la cosecha.-

Con este tiempo climatológico tan cambiante que ora llueve y ora luce el Sol, me he acercado a visitar los viñedos del campo para comprobar como anda la maduración de los racimos en las cepas que aún nuestra indicios de insuficiencia como para empezar a recoger una buena cosecha de uvas y conseguir elaborar el buen vino que nos tiene acostumbrado todos los años y si el veranillo del membrillo se alargase, podremos aprovecharnos de una mejor maduración.
Las inclemencias atmosféricas son una más de las plagas del campo y cuando estás a punto de redondear la faena con la recogida del fruto de tu trabajo, siempre debe haber un «pero» que la dificulta o entorpece y aunque a estos cambios meteorológicos nunca estamos acostumbrados, las personas de campo o del mundo rural, nos resignamos a aceptarlos.
Por el momento, vamos bien, el verano no ha sido excesivamente caluroso y la maduración se ha ralentizado con lo que tenemos la ventaja añadida de conservar los granos de las uvas bien sujetas a su pedúnculo, permitiendo soportar firmemente su peso sin miedo a aflojarse y caerse por el suelo pudriéndose parte de la cosecha por culpa de los nubarrones del fin de semana.

El estado de la cosecha.-

Con este tiempo climatológico tan cambiante que ora llueve y ora luce el Sol, me he acercado a visitar los viñedos del campo para comprobar como anda la maduración de los racimos en las cepas que aún nuestra indicios de insuficiencia como para empezar a recoger una buena cosecha de uvas y conseguir elaborar el buen vino que nos tiene acostumbrado todos los años y si el veranillo del membrillo se alargase, podremos aprovecharnos de una mejor maduración.
Las inclemencias atmosféricas son una más de las plagas del campo y cuando estás a punto de redondear la faena con la recogida del fruto de tu trabajo, siempre debe haber un «pero» que la dificulta o entorpece y aunque a estos cambios meteorológicos nunca estamos acostumbrados, las personas de campo o del mundo rural, nos resignamos a aceptarlos.
Por el momento, vamos bien, el verano no ha sido excesivamente caluroso y la maduración se ha ralentizado con lo que tenemos la ventaja añadida de conservar los granos de las uvas bien sujetas a su pedúnculo, permitiendo soportar firmemente su peso sin miedo a aflojarse y caerse por el suelo pudriéndose parte de la cosecha por culpa de los nubarrones del fin de semana.