• Páginas

  • Categorías

  • Archivos

La proporcion desproporcionada.-

¿Qué ocurre a esta sociedad del siglo XXI en la que nadie está contento de nada?. Siempre quejándose por lo que no hacen los demás cuando de lo que deberíamos preocuparnos es en intentar mejorar en nuestro trabajo para obtener un resultado bien hecho y sin observar al vecino.
Al acercarme al bar a tomar un café, con el precio del café tengo servicio de taza, plato, cuchara y azúcar, sin citar de mesa y silla o de taburete y barra, según dónde elija degustarlo, además de televisión, música, aseos, perchero, calefacción y acondicionamiento del aire, también dispongo de periódicos, cartas, parchís, dominó, futbolín y revistas, hasta conversación con el dueño del establecimiento y un largo etc. que bien mirado y mejor pensado hacen que el precio lo imagine barato.
Pero tanto hablar de crisis, nos tendremos que creer de su existencia y convencernos de estar náufragos en ella porque cuando precisamos pagar el café, por no hablar de cambiar unas ruedas del tractor agrícola con el que obtenemos los frutos de la tierra y los supuestos beneficios de la actividad agraria, precisamos de un capazo de olivas, un cesto de uva, un cubo de almendras, un saco de algarrobas o una caja de naranjas. El pasado día veintiuno de febrero, llenaba el depósito del combustible de la camioneta por 1’254 euros/litro y ayer día once de marzo, hacía lo mismo a razón de 1’307 euros/litro, un aumento del 4’23% que no debe afectar al IPC porque todo el mundo compra y paga sin quejarse.

Anuncio publicitario

El importante culto al dinero.-

Con la incorporación de las nuevas generaciones al uso de las tecnología actuales, te das cuenta sin buscarlo, ni salir de casa, de las tendencias actuales y las nuevas necesidades sociales que, arrastran a las personas a intentar escalar los más altos puestos privilegiados sin ser nada y hacer nada.
Si nuestros muertos levantasen la cabeza, cogerían una escoba y pondrían el mundo activamente en su sitio y no precisamente escuchando la radio, o la música, ni viendo la televisión, porque actualmente aparece noticiable como importante, el que un personaje se desplace a la otra parte de mundo en avión para no hacer nada.
Es evidente que hoy el valor de algunas personas radica en el vestido que están luciendo y en su imagen física, porque detrás de esta pintada fachada, no hay nada de nada y es normal que los jóvenes de la sociedad actual se identifiquen con ellos para soñar ser aclamados por cientos de fans que les veneran como salvadores de la humanidad. Por respeto a las formas, siempre que pueden, aprovechan la ocasión para recordar especialmente a las jovencitas que los tienen como referente, el ser fieles consigo mismas, recordándoles que lo importante siempre es el interior.

Del turismo de masas.-

Estamos en plenas fiestas patronales en la mayoría de los pueblos del Maestrazgo en el entorno de Chert, festejos que se preparan ilusionadamente no porque sea la mejor época para tomar las merecidas vacaciones, ni porque las empresas concedan mayoritariamente a sus trabajadores el mes de recreo que por ley les corresponde, sino porque tradicionalmente después de la recogida de las cosechas, antaño, principal fuente de ingresos económicos de las unidades familiares pueblerinas, se daba Gracias a Dios por haber propiciado la abundancia de frutos que permitirán soportar el crudo invierno.
La emigración desde los pueblos a las ciudades durante la última mitad del siglo XX, favorece para las fiestas mayores la llegada a los pueblos de forasteros, tanto de hijos del pueblo como de extranjeros que habiéndonos conocido, eligen disfrutar y compartir su tiempo de ocio con nosotros, motivando un incremento de jolgorio y consumo, lo que nos permite aprender a practicar los buenos hábitos de la atención turística.
Durante estos días, es cuando callejea la banda de música deleitando los oídos de todos los vecinos, se preparan las carrozas y los desfiles, se montan los carafales, se disfruta de los toros en las calles y en la plaza y de los bailes con las orquestas, etc., todo en atención a un turismo de masas que se incrementa si publicitamos algún toro embolado, pero diez días después de estos festejos, cada cual se va hacia su lugar ocupacional y el pueblo se queda con los vecinos de siempre, con los que con nuestro trabajo diario verdaderamente hacemos pueblo y continuamos atendiendo personalmente al curioso forastero que se acerque a visitarnos.

Del turismo de masas.-

Estamos en plenas fiestas patronales en la mayoría de los pueblos del Maestrazgo en el entorno de Chert, festejos que se preparan ilusionadamente no porque sea la mejor época para tomar las merecidas vacaciones, ni porque las empresas concedan mayoritariamente a sus trabajadores el mes de recreo que por ley les corresponde, sino porque tradicionalmente después de la recogida de las cosechas, antaño, principal fuente de ingresos económicos de las unidades familiares pueblerinas, se daba Gracias a Dios por haber propiciado la abundancia de frutos que permitirán soportar el crudo invierno.
La emigración desde los pueblos a las ciudades durante la última mitad del siglo XX, favorece para las fiestas mayores la llegada a los pueblos de forasteros, tanto de hijos del pueblo como de extranjeros que habiéndonos conocido, eligen disfrutar y compartir su tiempo de ocio con nosotros, motivando un incremento de jolgorio y consumo, lo que nos permite aprender a practicar los buenos hábitos de la atención turística.
Durante estos días, es cuando callejea la banda de música deleitando los oídos de todos los vecinos, se preparan las carrozas y los desfiles, se montan los carafales, se disfruta de los toros en las calles y en la plaza y de los bailes con las orquestas, etc., todo en atención a un turismo de masas que se incrementa si publicitamos algún toro embolado, pero diez días después de estos festejos, cada cual se va hacia su lugar ocupacional y el pueblo se queda con los vecinos de siempre, con los que con nuestro trabajo diario verdaderamente hacemos pueblo y continuamos atendiendo personalmente al curioso forastero que se acerque a visitarnos.