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La via augusta.-

En ocasiones, no entendemos a las cabezas pensantes de quienes toman decisiones en las altas esferas de nuestra nación pero, en algunas cosas no hace falta haber estudiado en la universidad y obtener una solución satisfactoria o acertada para el mayor número de personas.
Recuerdo de cuando era un crío de los que van con pantalón corto, el Sr. D. Adolfo Beltrán Guardiola y mi padre Julián Segarra Ortí, estaban hablando en Tarragona de algo que no puedo precisar por ser demasiado niño pero que debía ser sobre infraestructuras viarias y mi padre comentó que una carretera por el levante de España debería seguir un trazado similar al de la Vía Augusta.
Cuando se empezó a construir la Autopista del Mediterráneo, recuerdo algún que otro comentario en el sentido de crítica sobre el hecho de que todas las intervenciones de la Administración del Estado se concentraban en la costa cuando el trazado de la Autopista del Mare Nostrum debería haber seguido los postes de la línea de alta tensión.
Parece ser que el Gobierno Valenciano desde hace unos años está tomando conciencia del hecho que los vecinos de los pueblos del interior también somos valencianos y aunque a tramos y poco a poco, con el tiempo la CV-10 será una realidad de Valencia a Tarragona.

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El incivico comportamiento.-

Un día visitando Clientes, debí parar mi camioneta, encontrando espacio, junto a la valla de un colegio. Cuando regresé a retirarla para irme a otro pueblo, los niños estaban jugando en el patio de la escuela y junto al vallado, había unos chiquillos con una piedra en la mano que, a modo de coche, la empujaban por el suelo. Junto al tronco del árbol, habían puesto un cartón doblado como si fuese una casita que hacía las funciones de cochera para guardar la piedra, quiero decir el supuesto coche.
Mientas estaba ensimismado admirando en el comportamiento de los atareados chavales, el Sr. Maestro llamó a todos para incorporarse en las obligaciones docentes y abandonar el recreo. En ese momento, un niño que jugaba a fútbol, deja la pelota y se acerca al árbol dando una patada al cartón-almacén y todos corren hacia la puerta del edificio.
Supongo que al día siguiente, los amantes del fútbol seguirían jugando con la pelota, los chiquillos de los automóviles, con sus coches-piedra y los rompedores de entretenimientos, rompiéndolo, que es lo que saben hacer, pero no será igual ni lo mismo, porque es imposible colocar el cartón-casa de la misma forma y en el mismo sitio.

El incivico comportamiento.-

Un día visitando Clientes, debí parar mi camioneta, encontrando espacio, junto a la valla de un colegio. Cuando regresé a retirarla para irme a otro pueblo, los niños estaban jugando en el patio de la escuela y junto al vallado, había unos chiquillos con una piedra en la mano que, a modo de coche, la empujaban por el suelo. Junto al tronco del árbol, habían puesto un cartón doblado como si fuese una casita que hacía las funciones de cochera para guardar la piedra, quiero decir el supuesto coche.
Mientas estaba ensimismado admirando en el comportamiento de los atareados chavales, el Sr. Maestro llamó a todos para incorporarse en las obligaciones docentes y abandonar el recreo. En ese momento, un niño que jugaba a fútbol, deja la pelota y se acerca al árbol dando una patada al cartón-almacén y todos corren hacia la puerta del edificio.
Supongo que al día siguiente, los amantes del fútbol seguirían jugando con la pelota, los chiquillos de los automóviles, con sus coches-piedra y los rompedores de entretenimientos, rompiéndolo, que es lo que saben hacer, pero no será igual ni lo mismo, porque es imposible colocar el cartón-casa de la misma forma y en el mismo sitio.

La fiesta rural wifi de Chert.-

Recuerdos de cuando era un niño, después de las fiestas de agosto y hasta el comienzo de la actividad docente en las clases de la escuela en un pueblo del Maestrazgo, casi todos los días, bien por la mañana o bien por la tarde, jugábamos a los toros con unos cuernos y un cencerro atado, simulando lo que días antes habíamos visto hacer a los mayores con los toros de verdad, los de carne y hueso.
Las tradiciones cambian al compás de las evoluciones sociales y el comportamiento de las personas también. Hoy los niños se divierten o entretienen de formas distintas, adaptadas a las novedosas tecnologías y adquiriendo en las tiendas de electrodomésticos los nuevos avances tecnológicos, con el inconveniente de la falta de infraestructuras e imposibilitando, en algunas ocasiones, jugar con todas sus facultades y muy especialmente, cuando se trata de los innovadores juegos online.
Es evidente que hace falta ser una gran e importante multinacional o pertenecer a la cúpula gobernante política de una sociedad, para hacer coincidir el 800 aniversario del nacimiento del Rey Jaime I con poder tener ideas e iniciativas propias y muy especialmente, si son del tipo «The rural wifi party from Chert» pensadas y regaladas para todos los niños del pueblo de Chert y de la aldea de Anroig.

La fiesta rural wifi de Chert.-

Recuerdos de cuando era un niño, después de las fiestas de agosto y hasta el comienzo de la actividad docente en las clases de la escuela en un pueblo del Maestrazgo, casi todos los días, bien por la mañana o bien por la tarde, jugábamos a los toros con unos cuernos y un cencerro atado, simulando lo que días antes habíamos visto hacer a los mayores con los toros de verdad, los de carne y hueso.
Las tradiciones cambian al compás de las evoluciones sociales y el comportamiento de las personas también. Hoy los niños se divierten o entretienen de formas distintas, adaptadas a las novedosas tecnologías y adquiriendo en las tiendas de electrodomésticos los nuevos avances tecnológicos, con el inconveniente de la falta de infraestructuras e imposibilitando, en algunas ocasiones, jugar con todas sus facultades y muy especialmente, cuando se trata de los innovadores juegos online.
Es evidente que hace falta ser una gran e importante multinacional o pertenecer a la cúpula gobernante política de una sociedad, para hacer coincidir el 800 aniversario del nacimiento del Rey Jaime I con poder tener ideas e iniciativas propias y muy especialmente, si son del tipo «The rural wifi party from Chert» pensadas y regaladas para todos los niños del pueblo de Chert y de la aldea de Anroig.

El diferente código generacional.-

Estos días en la destilería de Chert estamos filtrando licor de naranja separando la pulpa del zumo, del licor y como la filtración es muy lenta, hay tiempo para todo. Ayer tarde se acercaron a la casa donde vivo unos chavales del pueblo preguntando por mí y como estoy haciendo codos leyendo la información necesaria para la correcta cumplimentación de la declaración de I.R.P.F., les atendió mi padre diciéndoles que yo estaba estudiándome la lección.Hablando con él, le preguntaron sobre el wi-fi y les explicó que no lo fabricamos, en esta destilería nosotros elaboramos anís, ron, ginebra, licor de naranja, de carajillo, de menta, de café, absenta, brandy, en fin, todo el repertorio pero no el whisky.
Como los niños preguntaban por una cosa y mi padre les hablaba de otra sin enterarse de la movida, le volvieron a inquirir por el wi-fi y él les explicó que no les podía invitar a una copita de whisky y no era porque no tuviese, sino porque aún no ha tomado la comunión, por eso, en lugar de whisky, les puede regalar unos caramelos de la bolsa que tiene al efecto para obsequiar a los visitantes distinguidos como ellos.
Viendo que el abuelo Julián estaba fuera de juego, le explicaron lo del wi-fi y entonces comprendió el hombre que hablaban lenguajes diferentes. ¡Ah!, el wi-fi, exclamó, me pensaba que preguntabais por el whisky, eso del wi-fi no es cosa mía, lo lleva mi hijo pero podéis sentaros en el banco del paseo y comprobar si tenéis cobertura, si os falla, lo decís y os daré un cuadrito de chocolate a cada uno.

El diferente código generacional.-

Estos días en la destilería de Chert estamos filtrando licor de naranja separando la pulpa del zumo, del licor y como la filtración es muy lenta, hay tiempo para todo. Ayer tarde se acercaron a la casa donde vivo unos chavales del pueblo preguntando por mí y como estoy haciendo codos leyendo la información necesaria para la correcta cumplimentación de la declaración de I.R.P.F., les atendió mi padre diciéndoles que yo estaba estudiándome la lección. Hablando con él, le preguntaron sobre el wi-fi y les explicó que no lo fabricamos, en esta destilería nosotros elaboramos anís, ron, ginebra, licor de naranja, de carajillo, de menta, de café, absenta, brandy, en fin, todo el repertorio pero no el whisky.
Como los niños preguntaban por una cosa y mi padre les hablaba de otra sin enterarse de la movida, le volvieron a inquirir por el wi-fi y él les explicó que no les podía invitar a una copita de whisky y no era porque no tuviese, sino porque aún no ha tomado la comunión, por eso, en lugar de whisky, les puede regalar unos caramelos de la bolsa que tiene al efecto para obsequiar a los visitantes distinguidos como ellos.
Viendo que el abuelo Julián estaba fuera de juego, le explicaron lo del wi-fi y entonces comprendió el hombre que hablaban lenguajes diferentes. ¡Ah!, el wi-fi, exclamó, me pensaba que preguntabais por el whisky, eso del wi-fi no es cosa mía, lo lleva mi hijo pero podéis sentaros en el banco del paseo y comprobar si tenéis cobertura, si os falla, lo decís y os daré un cuadrito de chocolate a cada uno.