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La fecha de consumo preferente.-

Con tanto numerito en el etiquetado genérico obligatorio que regulan las normativas actuales, el nombre de la marca que siempre hemos asociado a la calidad del producto que referencia y distingue del resto de los del mercado, parece ser irrelevante y para evitar la correspondiente sanción administrativa, aparece un nuevo concepto en algunos artículos alimenticios de caducidad a muy largo plazo y que le llaman fecha de consumo preferente, lo que significa que al paso del tiempo, aunque el alimento está en condiciones de ser ingerido, posiblemente, por modificar alguna de sus cualidades, se aconseja que se coma antes del día rotulado en el envase.
Las frutas y hortalizas frescas, algunas bebidas refrescantes como zumos de fruta y néctares, los productos de panadería o repostería y los que por su naturaleza se consumen generalmente al día u otros artículos de confitería, aromatizados y coloreados, gozan de un muy largo tiempo de caducidad y llevan esta indicación en la etiqueta. Ahora el cliente, al momento de adquirir un determinado alimento, se ve confundido y asocia ambas referencias, al límite de tiempo en su ingesta, cuando en realidad nada tiene que ver conceptualmente.
Esta es solamente la fecha recomendable para consumir un producto en perfecto estado, ya que con posterioridad, aunque igualmente se puede comer, han cambiado ligeramente algunas de sus características organolépticas que, nunca son perjudiciales para la salud.
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Natros los valencians del Maestrat.-

Desde que D. Joan Fuster escribió aquel libro titulado «Nosaltres els valencians» en el que no referencia ninguna actividad árabe en el Maestrazgo, más de un comentario ha nacido al hilo de la situación anecdótica que viven aquellas personas que tienen por obligación el estudiar y discutir la filología de las palabras.
El hecho de no existir normativa lingüística valenciana en el momento de producirse el tránsito democrático de hace 30 años y la necesidad de cambiarlo todo inmediatamente, exigió a nuestros Gobernantes un apoyo en la cercana normativa académica catalana y como por otro lado, todo lo que viene de lejos, parece ser mejor, se empezaron a usar términos y giros de palabras que no eran costumbre en nuestra tradicional habla valenciana.
Hoy se habla de la «llengua catalana» cuando se refiere uno a la lengua valenciana y aunque las gentes del Maestrazgo nos sintamos muy unidos con las personas del delta del río Ebro por nuestros lazos históricos, debieran recordar los catalanes de Barcelona al momento de colocarse la medalla de la tradición o la história, que cuando reverencian a su bandera, es la bandera de Aragón.