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El valor de las palabras gran y viejo.-

Tenía mi padre tres tipos de brandy que aún conservo, rotulados con tres nombres de cinco letras. A uno le llamaba extra, a otro viejo y al otro añejo. Puede parecer una tontería porque realmente el nombre, aunque referencia al producto, no es acorde con el contenido de la botella.
El Brandy Extra es un brandy elaborado por destilación de alcohol de vino sano, no aprovecho los residuos vínicos, ni los orujos, ni las heces de vinificación, etc. y es envejecido en barril de roble durante siete años antes de ser envasado. El brandy que no vendo, lo continuo envejeciendo en barril de roble durante quince años y cuando lo embotello, queda identificado como Brandy Superior dado que el nombre de Viejo está prohibido. El contenido de las botellas de Brandy Añejo, es un brandy elaborado en 1.964 y envejecido en barril de roble hasta el día de su embotellado. Un fraude para el ignorante porque no se trata de un brandy de un año de crianza.
Con la prohibición del uso de la expresión viejo entiendo por qué al brandy que elaboró mi bisabuelo en 1.921 y desde esta fecha, está conservado en barril de roble, solo 90 años de envejecimiento, se le llame Gran Maestre. Como no podía ser de otra manera en lugar de viejo se le llama gran, para que nadie se enfade.

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De los alcoholes naturales a los residuales.-

El alcohol, junto con la sal y el azúcar, es uno de los tres conservantes que nuestro cuerpo puede digerir en el estómago y asimilar en las células, siendo usado como disolvente, de hecho, después del agua, es el disolvente más empleado a nivel mundial y solo una pequeña parte es la aprovechada para fines alimenticios, ya que generalmente se utiliza en la industria para pulir muebles, lavar cristales, desinfección, cosmética, etc.
Es evidente que son los destiladores de alcoholes quienes destilan alcoholes en sus destilerías y es en las destilerías donde se pueden destilar todo tipo de alcoholes, de ahí que en los procesos de la destilación se obtengan partidas de destilados diferentes y sea el destilador quien encauza su resultado al fin que se precisa. Cuando se ha destilado un orujo, unas heces vínicas o un vino estropeado, siempre ha existido mercado en el que servir este tipo de alcoholes pudiéndolo utilizar incluso como combustible o aditivo para las gasolinas pero cuando se destila un vino sano, vino envejecido y no avinagrado, se destina directamente para uso de boca.
En la actualidad, como las bebidas derivadas de alcoholes naturales hay que elaborarlas a precios competitivos, todo vale y los alcoholes de residuos que antaño los incorporaban en la industria, el cambio de normativas específicas nos permite su uso en la alimentación de las personas, por ello, en algunas ocasiones, tras su ingesta, o nos duele la cabeza o el estómago.

De los alcoholes naturales a los residuales.-

El alcohol, junto con la sal y el azúcar, es uno de los tres conservantes que nuestro cuerpo puede digerir en el estómago y asimilar en las células, siendo usado como disolvente, de hecho, después del agua, es el disolvente más empleado a nivel mundial y solo una pequeña parte es la aprovechada para fines alimenticios, ya que generalmente se utiliza en la industria para pulir muebles, lavar cristales, desinfección, cosmética, etc.
Es evidente que son los destiladores de alcoholes quienes destilan alcoholes en sus destilerías y es en las destilerías donde se pueden destilar todo tipo de alcoholes, de ahí que en los procesos de la destilación se obtengan partidas de destilados diferentes y sea el destilador quien encauza su resultado al fin que se precisa. Cuando se ha destilado un orujo, unas heces vínicas o un vino estropeado, siempre ha existido mercado en el que servir este tipo de alcoholes pudiéndolo utilizar incluso como combustible o aditivo para las gasolinas pero cuando se destila un vino sano, vino envejecido y no avinagrado, se destina directamente para uso de boca.
En la actualidad, como las bebidas derivadas de alcoholes naturales hay que elaborarlas a precios competitivos, todo vale y los alcoholes de residuos que antaño los incorporaban en la industria, el cambio de normativas específicas nos permite su uso en la alimentación de las personas, por ello, en algunas ocasiones, tras su ingesta, o nos duele la cabeza o el estómago.