• Páginas

  • Categorías

  • Archivos

El soplido del destilador.-

Si fuese un león daría un rugido pero como imagino que no llego a tanto, me conformo con un soplido, pero un soplido de ¡buff! súper estruendoso algo así como un gigasoplido y es que ya tengo las declaraciones-liquidaciones confeccionadas y muchas presentadas, porque si bien los libros reglamentarios los cierro el día 31 de diciembre por la noche al tocar las doce campanadas del reloj, ocurre en consecuencia que después viene todo el papeleo del que nunca hablamos aunque exista como parte fundamental integrada a una actividad desconocida para todos.
Ahora, ya en el tercer milenio, tengo la especial ventaja añadida que, tanto para San Antonio como para San Sebastián, en los pueblos que se festejan estos Santos Onomásticos con fiestas patronales o se recuperan las tradiciones, se consume mucho licor clandestino, del que no se pagan los impuestos por servirse de estraperlo auspiciado por las Autoridades Municipales y la escasez de pedidos, me favorece en poder dedicar a la gestión administrativa el tiempo que debería emplear en repartir los licores destilados naturales a los Clientes cumplidores del ordenamiento legal.
Por ello, como si de un ¡GOL! a la Administración del Estado se tratase, quienes han decidido favorecerme con la compra de los mejores licores del mundo, van a disfrutarlos en estas fechas y en los días sucesivos, porque sabed que mañana viernes día 16 de enero, tendrán el esperado servicio de reparto y entrega del León del Maestrazgo.

Anuncio publicitario

El papeleo del destilador.-

Estoy vivo pero tengo deberes.
Los toros, se torean muy bien desde la barrera o cuando los ves torear a otras personas pero, la cosa cambia y es muy diferente cuando bajas a la plaza y te enfrentas al toro directamente. ¿Sabéis que tienen la bufera muy caliente?.
Con las intervenciones televisivas, se ha presentado el oficio de destilador como algo muy folclórico, casi como una actividad festiva, incluso puedes aprovechar el fuego del hogar para hacer una torrada de patatas o de chuletas, pero la realidad es la que es y no la que presentan los medios de comunicación de masas sensacionalistas. A nadie le interesa ver a otra persona podando la viña, cabando las cepas, recogiendo los sarmientos o cortando leña de olivo y muchísimos menos, viendo como se aprovecha el tiempo preparando las laboriosas y farragosas declaraciones liquidaciones fiscales que en esta época del año incluyen los resúmenes anuales y trienales sin citar las declaraciones recapitulativas.
Cuando comento que mi oficio tienen mucho papeleo, no me refiero a los cuatro papeles anuales de IVA o de IFPF que conoce el común de los mortales, hablo de una actividad sujeta a intervención del Estado y control también por Organismos Autonómicos que, si algún decidido y llenado de valor se entera de sus derechos, huye como de la peste, lo que facilita el comprender como este indeseable oficio esté en vía de extinción. Durante los días de primeros de año, no puedo salir a comentar ocurrencias en el blog por una sencilla razón cual es, no tener ocurrencias, ¡estoy de papeleo!.