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La salpicadura de un estornudo divino.-

Por suerte para la humanidad hay un problema con el documento aduanero en formato papel que acompañaban las expediciones de licor. Desde primeros de enero tales documentos en papel ya no están permitidos y sólo los documentos electrónicos se admiten como válidos, haciéndose necesario confeccionar el documento electrónico (EMCS) para entregas reglamentarias.
Sin instrucción previa pero, gracias a mi pericia, arrojo y valor, accedo a pecho descubierto al intríngulis del vericueto Administrativo online como un D’Artañan o cualquiera de los tres Mosqueteros del siglo XXI se tratase. En un auténtico campo minado de dificultades, como Rambo online voy salvando los errores que se me presentan y que solo un destilator puede atender las zancadillas del computador para, conseguir que el documento electrónico esté Terminator.
En ocasiones pienso que al nacer, debí recibir la salpicadura de algún estornudo divino en mi cabezota porque, no me reconozco ni a mi mismo. Si difícil es el aprender, imaginemos como debe ser el saber sin haber aprendido.

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La fotografia nocturna.-

   Siempre es un problema de difícil, por no reconocer de imposible solución, el pretender impregnar un cliché fotográfico sin luz porque es inherente al mismo la necesidad de su existencia pero para conseguir algo aceptable necesitamos inmovilizar una cámara que permita ajustar el tiempo de exposición mas si está completamente oscuro, olvidémonos de intentarlo por insuficiencia de luz.

   Cuando disponemos de una cámara comprada en la tienda, tanto si es analógica como si es una cámara digital, siempre tendremos problemas y obtendremos fotografías verdosas o amarillentas aunque se pueden obtener aceptables resultados durante la llamada “hora azul” porque hay luz casi suficiente, no obstante, si tenemos un deshecho por cámara, incluso sin diafragma pero los conocimientos básicos del funcionamiento fotográfico, con un cajón soporte de la película te diviertes de lo lindo.

   Este es el resultado durante el tiempo del eclipse total del día 15 de junio de 2011 en un intento por obtener impresión fotográfica con luz cósmica.

«Lo Lleó del Maestrat«.

El cinc de copes.-

Es la expresión chungaleta que usamos en el argot licorero para designar a quienes se pasa en las pruebas gustativas de los destilados.
Evidentemente, los destiladores de licores, los probamos durante el proceso de la destilación para comprobar las características de los elaborados en curso. Hemos de tener en cuenta que la destilación es una etapa u operación básica de separación y exige conocer cuales son los componentes que precisamos aprovechar y también los indeseables que queremos eliminar porque en la naturaleza las cosas puras no existen y hay que saber separarlas en el momento correcto de la destilación que siempre depende de la buena pericia del destilador.
Aunque la destilación se controla con el calor del hogar de la caldera del alambique, el destilador está pendiente continuamente también del destilado, de su caudal y de sus cualidades y cuando quieres ser el mejor en tu oficio, te autoexiges el control continuo del destilador, haciendo uso de tus cualidades gustativas y olfativas y aprovechándote de varias copas para comparar, por ello, no es de extrañar encontrarte con el Maestro destilador ante la presencia de varias copas del destilado o incluso tomando otra adicional de muestra para añadirla al grupo anterior mientras está comprobando hasta cinco copas diferentes de lo mismo como si pretendiese aprovecharse con malévolas intenciones.

El licor destilado.-

La destilación del alcohol es un práctica que lleva ejerciéndose más de 10 siglos desde los alquimistas árabes, de hecho, el aparato destilador es conocido como alambique o su variante alquitara, utilizándose el destilado alcohólico para fines medicinales y de su uso en la preparación de medicinas con sus propiedades, virtudes o remedios, se extenderá también al deleite de los sutiles paladares más delicados, naciendo las bebidas derivadas de los alcoholes con el nombre de licores.
En occidente, a los primeros destilados les llamaron aguardientes y al ser el vino un transformado agrícola abundante y las cepas, plantas de fácil enrizamiento, crecimiento y cultivo en nuestra favorable climatología, es el alcohol destilado de vino el más utilizado y aunque en oriente medio y especialmente en la desembocadura del río Nilo, los cañaverales de azúcar crecían frondosos y propiciaban la obtención de alcoholes de caña, en Europa, se conoció la técnica de la destilación después de la invasión napoleónica española y la falta de vino como materia prima, puso en actividad la imaginación en búsqueda de alcoholes en los cereales.
La incorporación en los mercados alimenticios de los productos sintéticos de laboratorio, ha desplazado el proceso de la destilación y el oficio de destilador que con su pericia de excelente y cuidadoso maestro, consigue obtener idénticos resultados aunque varíe la anualidad de la recolección, propiciando que el antiguo oficio se pierda y quede relegado a solo unos pocos amantes de la elaboración de los licores naturales.
Los licores elaborados por destilación de alguna planta, flor, baya, fruto o semilla, se convierten en apreciados verdaderos broches de oro al finalizar las comidas que se precien y sus anfitriones, experimentan el placer de agasajar a sus distinguidos invitados con verdaderas delicias o auténticas obras de arte.

El licor destilado.-

La destilación del alcohol es un práctica que lleva ejerciéndose más de 10 siglos desde los alquimistas árabes, de hecho, el aparato destilador es conocido como alambique o su variante alquitara, utilizándose el destilado alcohólico para fines medicinales y de su uso en la preparación de medicinas con sus propiedades, virtudes o remedios, se extenderá también al deleite de los sutiles paladares más delicados, naciendo las bebidas derivadas de los alcoholes con el nombre de licores.
En occidente, a los primeros destilados les llamaron aguardientes y al ser el vino un transformado agrícola abundante y las cepas, plantas de fácil enrizamiento, crecimiento y cultivo en nuestra favorable climatología, es el alcohol destilado de vino el más utilizado y aunque en oriente medio y especialmente en la desembocadura del río Nilo, los cañaverales de azúcar crecían frondosos y propiciaban la obtención de alcoholes de caña, en Europa, se conoció la técnica de la destilación después de la invasión napoleónica española y la falta de vino como materia prima, puso en actividad la imaginación en búsqueda de alcoholes en los cereales.
La incorporación en los mercados alimenticios de los productos sintéticos de laboratorio, ha desplazado el proceso de la destilación y el oficio de destilador que con su pericia de excelente y cuidadoso maestro, consigue obtener idénticos resultados aunque varíe la anualidad de la recolección, propiciando que el antiguo oficio se pierda y quede relegado a solo unos pocos amantes de la elaboración de los licores naturales.
Los licores elaborados por destilación de alguna planta, flor, baya, fruto o semilla, se convierten en apreciados verdaderos broches de oro al finalizar las comidas que se precien y sus anfitriones, experimentan el placer de agasajar a sus distinguidos invitados con verdaderas delicias o auténticas obras de arte.