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La fotografia nocturna.-

   Siempre es un problema de difícil, por no reconocer de imposible solución, el pretender impregnar un cliché fotográfico sin luz porque es inherente al mismo la necesidad de su existencia pero para conseguir algo aceptable necesitamos inmovilizar una cámara que permita ajustar el tiempo de exposición mas si está completamente oscuro, olvidémonos de intentarlo por insuficiencia de luz.

   Cuando disponemos de una cámara comprada en la tienda, tanto si es analógica como si es una cámara digital, siempre tendremos problemas y obtendremos fotografías verdosas o amarillentas aunque se pueden obtener aceptables resultados durante la llamada “hora azul” porque hay luz casi suficiente, no obstante, si tenemos un deshecho por cámara, incluso sin diafragma pero los conocimientos básicos del funcionamiento fotográfico, con un cajón soporte de la película te diviertes de lo lindo.

   Este es el resultado durante el tiempo del eclipse total del día 15 de junio de 2011 en un intento por obtener impresión fotográfica con luz cósmica.

«Lo Lleó del Maestrat«.

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El aceite de la aceituna.-

Quede claro me estoy refiriendo al oli de oliva de olivera que por intereses comerciales, los amigos de lo ajeno deterioraron el nombre y además, lo usurparon para aprovecharse del concepto y trasladarlo a las liposidades que se nos ofrecen en los comercios y los tontos compran valorando el precio y no las cualidades.
Desgraciadamente nací en la zona del mundo, me refiero al planeta Tierra, en donde existe la mayor y más antigua concentración de plantaciones de oliveras farga y por estar catalogado gubernalmente como gran cosechero, he tenido que recoger en mi vida muchas aceitunas al igual que hicieron anteriormente mis predecesores y aun siendo pueblerino, algo he aprendido.
Todos deberíamos saber como se obtiene el aceite de las aceitunas y también el resto de las grasas vegetales y si el lector no lo sabe, le invito acercarse a la escuela a aprender porque el día que el Sr. Maestro explicó la lección, seguro que no asistió y cuando utilizamos un disolvente para separar un soluto, por fortuna, siempre queda disolvente en el soluto aunque la Organización Mundial de la Salud nos indique y fije los límites de toxicidad.
Hoy comemos mucha basura pero muy bien presentada y a precios bajos que es sinónimo de competitivo con el resultado de digestiones lentas e incluso intolerancias alimenticias que nos obligan a vomitar la comida ingerida o nos produce una diarrea o un malestar, capaz de aumentarnos la temperatura corporal e incluso fiebre o por qué no reconocerlo, todo a la vez, un bonito, grato y entrañable recuerdo del restaurante que hemos elegido para alimentarnos y que nos sirve para saber donde volver cuando deseemos pasar a la fase del envenenamiento y llorar de crisis en el sector de la restauración.

Triangulación Venus, La Luna y Júpiter.-

   Los astros celestes, al igual que las personas, interaccionan entre ellos y por formar parte del sistema universal, también con el planeta Tierra que no permanece ajeno, de tal forma que ejercen variaciones capaces de afectar a todos los seres vivos, tanto a los animales como a las plantas, pero la influencia que llegan a tener entre ellos, por estar directamente relacionada con el tamaño de sus masas e inversamente, con el cuadrado de la distancia que les separa, es mínima y de esta suerte, para los terrícolas, solo es prácticamente perceptible las influencias del Sol y de La Luna.

   Ayer tarde desde las 17 h.17 min. GMT pudimos presenciar en un reducido espacio de la bóveda celeste, la visión de los tres astros citados que atraían poderosamente la mirada del observador. Es normal que estos fenómenos fascinen a las personas por no ser cotidianos o por alguna extraña razón que nos mantiene absortos y cuando, las circunstancias son propicias, aparecen regularmente en el firmamento.

   Las alineaciones perfectas ocurren entre un dilatado número de años y para observarlas, se precisa tener la suerte de haber vivido cuando se producen, así y todo, pasan desapercibidas para muchas personas y solo algunas muy estudiosas u otras, por accidente, pueden disfrutar del privilegio de contemplarlas.

Venus degustando Ginebra SEGARRA.-

   Hoy he salido al terrado a contemplar de nuevo el alineamiento planetario entre Venus, La Tierra y Júpiter y cual mi sorpresa cuando no encuentro a Venus por ninguna parte. Parece mentira con el tiempo que estoy observando el firmamento y de repente pierdo nada más y nada menos que a un planeta y es que si no lo veo, no lo creo.

   Efectivamente, Venus había desaparecido de la bóveda celeste como por arte de magia y la memoria me recuerda el tiempo de principiante cuando me construí el telescopio y empecé a observar el cielo. En aquella ocasión lo que más me intrigaba era una estrella grande que a su alrededor cambiaban diariamente su posición otras estrellas más pequeñas y con el tiempo aprendí que lo que miraba era Júpiter y no una estrella, siendo las supuestas estrellitas cambiantes sus satélites Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

   Venus hoy estaba vergonzosamente escondido detrás de La Luna degustando una ginebra SEGARRA y en un instante inesperado después de las 17 h. GMT se ha asomado tímidamente por debajo de La Luna que lo eclipsaba. Ahora, mientras redacto este artículo, se puede contemplar al trío estelar presidiendo el firmamento chertolí.

lunayvenus

  Triangulación Venus, La Luna y Júpiter.

Alineación Venus, Tierra y Júpiter.-

   Ayer tarde salí a terrado por necesidad. El frío del helado invierno es suficientemente importante como para sentirse hasta en los huesos y no desear salir de casa a tomar el fresco, máxime a esta hora del atardecer en la que la oscuridad de la noche avanza sin remisión y el mercurio del termómetro desciende por debajo de los 0º C. Por encima del tejado del edificio de las escuelas del pueblo, desde hace unos días estoy observando dos astros brillantes que destacan en el firmamento a una distancia aparente de una pulgada a brazo extendido y reconocidos sin necesidad del telescopio. Durante todo el verano el planeta Júpiter nos ha gratificado la visión con su presencia y con la ayuda del telescopio, hemos podido contemplar sus satélites más grandes avanzando desde el este al oeste por la bóveda celeste del sur y en está época del año, va descendiendo hacia el horizonte, pero de repente, por debajo vemos la aparición de otro planeta mucho más brillante, el más brillante del cielo chertolí después del Sol y La Luna, se trata de Venus que, siguiendo su órbita, parece que va al encuentro de Júpiter.

   Es evidente que si Júpiter sigue una trayectoria externa a la de La Tierra y el planeta Venus, por describirla interna, nunca van a encontrarse, desde nuestra terrícola posición, parece como si quisieran alinearse o incluso golpearse y en unos días, veremos qué proximidad aparente alcanzan.

   Este fenómeno astronómico, ocurre regularmente todos los años y en ocasiones, la proximidad visual aparente es como la mostrada desde la Unidad de Observación Astronómica del Maestrazgo en Chert.

Venus escondido detrás de La Luna.