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La vision de futuro del dirigente social.-

Es muy difícil esperar iniciativas de las personas que no las tienen. Cuando elegimos a nuestros representantes políticos, ellos saben que el cargo es para unos pocos años y su perspectiva de futuro, no va más allá de la punta de sus narices. Su inversión personal es nula y el riesgo, solo consiste en quedarse como estaban.
En las actividades económicas en las que nos jugamos nuestros ahorros personales, las cosas cambian, el futuro lo vemos a largo plazo y es muy fácil entender como una persona haga realidad proyectos sociales sin esperar nada a cambio porque cualquier iniciativa por anormal que parezca, además de una simple satisfacción personal, puede representar también un beneficio indirecto a nuestra propia actividad.
El desconcierto aparece cuando terceros se quieren aprovechar de nuestro abnegado, cotidiano y callado trabajo personal y descubren atónitos que el autor de la iniciativa exige los derecho que legalmente le corresponden, corriendo el riesgo de encontrarse con un susto mayúsculo por carecer de ideas y ser del club de los copiones que copian las ocurrencias de los demás.

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El paro de las personas que trabajan.-

Estoy pendiente del cambio de luna puesto que esta semana pasará a fase de luna llena y con la venida del buen tiempo, es preciso proceder a podar los viñedos de los que tras su cuidado, espero obtener la apreciada uva como recompensa a mi trabajo. Soy consciente de que el dedicar un tiempo y esfuerzo en el desarrollo de una actividad agrícola, está muy mal visto en la sociedad que vivo y es considerado como síntoma de poca inteligencia, siendo creencia generalizada el que solo las personas menos capacitadas se dedican a las labores campesinas y a sufrir resignadamente las inclemencias atmosféricas, incluso al momento de la recolección de la cosecha, corriendo el riesgo de perder una parte importante de la misma.
Me he desayunado con el televisor en marcha y personas más sabias que yo, me hablaban de no se qué importante ibex 35 que, ha despertado mi curiosidad por si se trataba de una nueva herramienta aplicable a la poda de los viñedos, de tal suerte que pudiese tener su utilidad para trabajar en la viña sentado en una silla con el teléfono móvil mirando la pantalla del ordenador.

Cual mi sorpresa al enterarme de que su conversación giraba en torno a un indicativo formado por 35 valores, los más representativos del mercado bursátil en España, concentrando las ofertas y las demandas sobre los valores en circulación admitidos a cotización en la bolsa y que representan más de tres cuartas partes del negocio de los que trabajan con la corbata, pues bien, al parecer, en un año se ha reducido a la mitad y si los agricultores pertenecemos a la otra cuarta parte restante, ¿cómo no va haber paro si del setenta y cinco por ciento «más representativo» solo trabajan la mitad?.

El despreciado copyright.-

Aunque hay muchas cosas que pueden ser copiadas y no me refiero precisamente a las botellas de los Licores del Maestrazgo, otras, están protegidas por los derechos de las patentes y marcas, como el caso de la marca SEGARRA, de la que su alcance, no solamente abarca el nivel nacional sino que se extiende más allá de muestras fronteras geográficas.
El acceso a la red de Internet, hace posible que con un clik del dedo en el ratón, se pueda disponer de la información en un instante, pero hay que tener en cuenta, que aquello que a nosotros no nos cuesta ningún tipo de esfuerzo, no significa que al autor, no le hay costado el suyo.
Debería tenerse mucho cuidado si pretendemos divulgar contenidos de terceros por nuestra cuenta y riesgo a espaldas del autor, porque nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que nuestra inocente intervención, acabe inesperadamente en los tribunales. En ocasiones, sin que nosotros lo sepamos, el autor de la web, del diseño o de la idea, ha registrado su contenido u ocurrencia y como en el caso del circuito electrónico que citaba en el artículo del otro día, dispone de la protección de los derechos legales, aunque, en este caso, el titular permite su construcción con la inclusión del esquema eléctrico y el circuito impreso para que aprendamos jugando, pero no debemos olvidar el hecho y tener siempre presente, el gozar del respeto que le concede, al igual que otras publicaciones suyas, el correspondiente copyright.

El despreciado copyright.-

Aunque hay muchas cosas que pueden ser copiadas y no me refiero precisamente a las botellas de los Licores del Maestrazgo, otras, están protegidas por los derechos de las patentes y marcas, como el caso de la marca SEGARRA, de la que su alcance, no solamente abarca el nivel nacional sino que se extiende más allá de muestras fronteras geográficas.
El acceso a la red de Internet, hace posible que con un clik del dedo en el ratón, se pueda disponer de la información en un instante, pero hay que tener en cuenta, que aquello que a nosotros no nos cuesta ningún tipo de esfuerzo, no significa que al autor, no le hay costado el suyo.
Debería tenerse mucho cuidado si pretendemos divulgar contenidos de terceros por nuestra cuenta y riesgo a espaldas del autor, porque nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que nuestra inocente intervención, acabe inesperadamente en los tribunales. En ocasiones, sin que nosotros lo sepamos, el autor de la web, del diseño o de la idea, ha registrado su contenido u ocurrencia y como en el caso del circuito electrónico que citaba en el artículo del otro día, dispone de la protección de los derechos legales, aunque, en este caso, el titular permite su construcción con la inclusión del esquema eléctrico y el circuito impreso para que aprendamos jugando, pero no debemos olvidar el hecho y tener siempre presente, el gozar del respeto que le concede, al igual que otras publicaciones suyas, el correspondiente copyright.

La calidad publicitada.-

Algunas enfermedades pueden ser transmitidas por la ingesta de alimentos cuando no se encuentran en perfecto estado de conservación y como no es obligatorio que cada fabricante alimenticio (bar, panadería, restaurante, tasca, pastelería, chiringuito, etc.) disponga de un laboratorio analítico capaz de realizar un control del producto final, la sociedad tiene asumido el riesgo y mientras no se muere nadie, todo marcha con viento en popa y a toda vela.
Garante de la seguridad en los alimentos, son las ordenanzas reguladoras que aceptando un plan de autocontrol en su manipulación regulado por el R. D. 2207/1995 de 28 de diciembre y publicado en el BOE de 27 de febrero de 1996, se limita a explicar las normas elementales sobre higiene en la manipulación de los productos alimenticios, basándose en una relación de buenas prácticas supuestamente implantadas en todos los sectores, con el simple objetivo de asegurar un control crítico de los peligros que puedan producirse.
Para la justificación de este sistema preventivo en las distintas fases de elaboración, se publicita a los cuatro vientos que de esta forma, se mejora la calidad del producto y la seguridad del consumidor, aumentando la competitividad de las empresas al reducir los costes pero como no se precisa de calificación profesional o estar acreditado por la entidad certificadora, pocas veces se obtiene la gestión de la calidad alardeada, por ello, no es de extrañar que en esta época estival, se produzcan de vez en cuando trastornos intestinales que generalmente y con mucha suerte, no pasan de un simple susto por mucha calidad que se publicite (artesano, casero, elaboración propia, etc.).

La calidad publicitada.-

Algunas enfermedades pueden ser transmitidas por la ingesta de alimentos cuando no se encuentran en perfecto estado de conservación y como no es obligatorio que cada fabricante alimenticio (bar, panadería, restaurante, tasca, pastelería, chiringuito, etc.) disponga de un laboratorio analítico capaz de realizar un control del producto final, la sociedad tiene asumido el riesgo y mientras no se muere nadie, todo marcha con viento en popa y a toda vela.
Garante de la seguridad en los alimentos, son las ordenanzas reguladoras que aceptando un plan de autocontrol en su manipulación regulado por el R. D. 2207/1995 de 28 de diciembre y publicado en el BOE de 27 de febrero de 1996, se limita a explicar las normas elementales sobre higiene en la manipulación de los productos alimenticios, basándose en una relación de buenas prácticas supuestamente implantadas en todos los sectores, con el simple objetivo de asegurar un control crítico de los peligros que puedan producirse.
Para la justificación de este sistema preventivo en las distintas fases de elaboración, se publicita a los cuatro vientos que de esta forma, se mejora la calidad del producto y la seguridad del consumidor, aumentando la competitividad de las empresas al reducir los costes pero como no se precisa de calificación profesional o estar acreditado por la entidad certificadora, pocas veces se obtiene la gestión de la calidad alardeada, por ello, no es de extrañar que en esta época estival, se produzcan de vez en cuando trastornos intestinales que generalmente y con mucha suerte, no pasan de un simple susto por mucha calidad que se publicite (artesano, casero, elaboración propia, etc.).