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Lo carré del Tint.-

Aún podemos ver los soportes de piedra que sujetaban los palos donde tendía las telas tintadas el Tintorero de Chert en el edificio del tint.
No consigo imaginar porque le llamarán la calle del Tint a una calle que va desde la calle de La Font (hoy la fuente está bajo tierra y no es visible pero una escaleritas facilitaban antaño su acceso) al barranco dels Rosellanos llamado así porque su contiguo camino, conducía a los vecinos del pueblo de Rosell hasta Chert, brindándoles su acceso.
De los antecedentes obrantes en la memoria familiar, al abuelo de mi padre le llamaban Ramón Segarra Conesa, casado con Teresa Ferreres Gimeno (Treseta del Portal, porque nació en la casa junto al Portal de Chert) e hija del abuelo Julià (Julián el Tintorero).
¿Pero en Chert había un portal?.
En la sección de comentarios cualquier lector puede aportar aclaración.

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El diodo luminiscente led.-

Desde hace más de treinta años estoy usando el diodo led en algunos de los circuitos electrónicos diseñados. Su aplicación en los montajes, puede servir para darnos un control sobre la existencia de tensión, de hecho, en la furgoneta de SEGARRA llevo uno para saber, cuando una bombilla no funciona, si es debido a que se ha fundido el filamento, es por la aparición de óxido entre el casquillo con su soporte o es por falta de tensión eléctrica.
En la época que estuve jugando con los circuitos lógicos, me servía también para darme información sobre el estado de las puertas y los prefería sobre los neones porque trabajaban con tensiones muy bajísimas que generalmente no alcanzaban el umbral de encendido del neón.
El diodo luminiscente conocido como led (Light Emitting Diode), emite una pequeñísima luminosidad cuando entre el ánodo y el cátodo hay un diferencial de tensión, propiciando el paso una pequeña corriente eléctrica capaz de la emisión del fotón y para poder ser bien visualizada físicamente, en su proceso de fabricación, el soporte se construye en forma de lente óptica, lo que favorece su luminosidad y aplicación también en la vida ordinaria que podemos encontrar incluso en los mandos a distancia o en los lectores de disquetes.
Parece ser que las Autoridades Municipales acaban de descubrir su existencia y para colaborar en la sociedad del consumo, están cambiando los focos y luces de los semáforos por este sistema de información óptica con el pretexto de reducir la contaminación atmosférica en no sé cuantos millones de toneladas de anhídrido carbónico. ¡Al final, los causante de la contaminación serán los mismísimos Ayuntamientos!, especialmente con los residuos de semáforos desechados en pleno uso.