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El cambio de horario.-

Con tanta tecnología a nuestro alcance, tanto coche, ordenador, teléfono móvil y tanto presumir del Internet y aún nadie ha inventado nada para solucionar el problema que nosotros mismos hemos creado supuestamente para mejorar nuestra vida. Desde que a alguien se le ocurrió el invento del cambio de horario, nos despertamos por la mañana sin saber realmente que hora es y necesitamos del reloj para saber que es la hora de levantarnos.
Hace muchos años que el reloj fue inventado, pero nunca fuimos tan dependientes de la dichosa maquinita que, supuestamente necesitamos llevarla continuamente atada a nuestra muñeca, cuando en realidad, somos nosotros quienes vamos sujetos al reloj, conviertiéndonos en sus esclavos.
Esclavos de un tiempo que nadie sabe lo que es, del que todo el mundo habla pero que nadie respeta y llegado el momento, cuando decidimos utilizar su sistema de medida para coincidir con los demás, no somos fieles a nuestra palabra dada y si alguien nos reclama su tiempo de espera, siempre tenemos la excusa se culpar a los demás por nuestra negligencia e irresponsabilidad.

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El cambio de horario.-

Con tanta tecnología a nuestro alcance, tanto coche, ordenador, teléfono móvil y tanto presumir del Internet y aún nadie ha inventado nada para solucionar el problema que nosotros mismos hemos creado supuestamente para mejorar nuestra vida. Desde que a alguien se le ocurrió el invento del cambio de horario, nos despertamos por la mañana sin saber realmente que hora es y necesitamos del reloj para saber que es la hora de levantarnos.
Hace muchos años que el reloj fue inventado, pero nunca fuimos tan dependientes de la dichosa maquinita que, supuestamente necesitamos llevarla continuamente atada a nuestra muñeca, cuando en realidad, somos nosotros quienes vamos sujetos al reloj, conviertiéndonos en sus esclavos.
Esclavos de un tiempo que nadie sabe lo que es, del que todo el mundo habla pero que nadie respeta y llegado el momento, cuando decidimos utilizar su sistema de medida para coincidir con los demás, no somos fieles a nuestra palabra dada y si alguien nos reclama su tiempo de espera, siempre tenemos la excusa se culpar a los demás por nuestra negligencia e irresponsabilidad.

El plastico oxidado.-

En algo tan sencillo y frágil, es donde guardamos la información más preciada que tanto esfuerzo y años de dedicación nos cuesta conseguir, sin percatarnos que por un simple roce se puede producir un estropicio de imposible reparación, por no hablar del mal estar general e impotencia que se produce en todo nuestro cuerpo y mente que de repente y durante unos días, nos evidencia la pequeñez e indefensión de la persona.
La última semana, el servidor de las webes que gestiono, estuvo inoperativo y no os imagináis las cantidad de personas que se han preocupado en saber de la incidencia sin que pudiese dar aclaraciones, porque en realidad no existían explicaciones, para colmo, el operador telefónico, también daba la impresión de estar ausente y con lo alta y bien situada que está la Mola Gran, llegó incluso a perder la cobertura necesaria para el normal funcionamiento de los teléfonos móviles. Habiendo sufrido hace cincuenta días un estropicio consistente en el borrado del contenido de mi computadora personal, no voy a incidir sobre mi estado anímico y quienes vinieron por casa a visitarme, llegaron a percatarse de mi evidente raro comportamiento y mal humor general.
Por suerte para todos, desde el miércoles, parece que los responsables de mantenimiento nos han abierto el grifo del manantial de la fuente y el agua vuelve a fluir por el río, permitiéndonos navegar por sus contenidos para mayor gracia y reconocimiento mundial de las personas del pueblo de Chert que con nuestra humilde aportación, colaboramos en la difusión de la cultura de un pueblo del Maestrazgo.

El plastico oxidado.-

En algo tan sencillo y frágil, es donde guardamos la información más preciada que tanto esfuerzo y años de dedicación nos cuesta conseguir, sin percatarnos que por un simple roce se puede producir un estropicio de imposible reparación, por no hablar del mal estar general e impotencia que se produce en todo nuestro cuerpo y mente que de repente y durante unos días, nos evidencia la pequeñez e indefensión de la persona.
La última semana, el servidor de las webes que gestiono, estuvo inoperativo y no os imagináis las cantidad de personas que se han preocupado en saber de la incidencia sin que pudiese dar aclaraciones, porque en realidad no existían explicaciones, para colmo, el operador telefónico, también daba la impresión de estar ausente y con lo alta y bien situada que está la Mola Gran, llegó incluso a perder la cobertura necesaria para el normal funcionamiento de los teléfonos móviles. Habiendo sufrido hace cincuenta días un estropicio consistente en el borrado del contenido de mi computadora personal, no voy a incidir sobre mi estado anímico y quienes vinieron por casa a visitarme, llegaron a percatarse de mi evidente raro comportamiento y mal humor general.
Por suerte para todos, desde el miércoles, parece que los responsables de mantenimiento nos han abierto el grifo del manantial de la fuente y el agua vuelve a fluir por el río, permitiéndonos navegar por sus contenidos para mayor gracia y reconocimiento mundial de las personas del pueblo de Chert que con nuestra humilde aportación, colaboramos en la difusión de la cultura de un pueblo del Maestrazgo.