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El milagro de la primavera.-

El buen tiempo ha hecho su aparición con la venida de la primavera y la naturaleza se ha vestido de flores. Para los labradores, empieza una de las actividades más cansada y agotadora con la poda de las cepas y la recogida de los sarmientos, dice el sabio refranero popular que: «Si vols beure vi i minja pa, sembra pronte y poda tardà».
Quienes empezaron a podar a finales de febrero, con el buen tiempo climatológico de mediados de marzo las cepas han avanzado su actividad vegetativa y a esta época del año, ya tienen las yemas a punto de brotar, lo malo de ser tan trabajador es el no observar que la luna llena de marzo rige Saturno que por su naturaleza fría, aún tiene que hacer notar el frío primaveral con señales de humedad en las capas bajas y aunque a mediados de marzo subieron las temperaturas, siempre hay un cambio previo a la inestabilidad que para abril, con La Luna en conjunción con Saturno esperaremos humedad y viento.
En abril tendremos días desapacibles y alguna ventisca del norte nos traerá el frío de Tramontana hasta finales de mes, en que como todos los años, sufriremos de «La ventà de Sant Marc«, por ello, atendiendo el refranero: «Per Sant Josep, vinyes per podar i homens per confesar», empecé hace tan solo unos días a podar la viña.

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El ordenador constipado.-

Estos días hace un tiempo climatológico muy desapacible, unas fuertes corrientes de viento del Norte atraviesan la Península Ibérica y en el Valle del Ebro, sopla un frío invernal que hasta se oye en los montes de los pueblos del Maestrazgo en las estribaciones orientales de la Serranía de Albarracín. Por debajo de los montes Atlalas venía una corriente nubosa desde el Gulf Stream hacia el Mar Mediterráneo y toda la Zona Marítima de las Baleares y del Golfo de León aparece nublado.
El desapacible frío casi invernal, detiene hasta nuestra imaginación y como ante un ataque viral del ordenador, nos deja sin ganas de actividad, todo se ralentiza y nos sentimos como fuera de nuestro hábitat, sin ganas de trabajar. Algunos ardorosos y arriesgados, parece que no temen la bajada del mercurio en el termómetro y a la vuelta de las esquina, pillan un constipado de narices que les deja inoperativos en la cama durante varios días.
Pero tomándonos el café con leche caliente con un toque de Brandy del Maestrazgo, no llegamos a sentir los efectos de los virus gripales y si habiendo cesado las lluvias, no podemos ir a buscar caracoles porque con el frío, se esconden, dejamos tranquilo al computador personal y la solución para entretenernos es tan sencilla como preparar en el mortero con unos dientes de ajo y la aceitera, una morterada de allioli.