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El virus de la gripe porcina.-

Dicen que los constipados se pillan por culpa de una mala sudada y se eliminan con una buena sudada, por ello, cuando en invierno sufríamos de pequeños esta enfermedad, nuestro Médico siempre nos recomendaba reposo en la cama, no ir al colegio durante unos días y leer algún tebeo según nuestra preferencia.
Los virus de la gripe tienen la propiedad de mutar y aunque nuestro organismo es capaz de crear defensas, no sirven de un año para otro por esta capacidad de cambio que tiene los malévolos virus gripales. Lo que nunca he entendido, es la razón por la cual nos resfriamos en invierno si no llevamos bufanda y raramente lo hacemos en verano que vestimos con camiseta.
Con lo grande que es el mundo, a los virus de la gripe porcina se les ha ocurrido infectar a la humanidad desde México, una zona del planeta coincidente con el Trópico de Cáncer; podrían muy bien haberse desarrollado en Siberia, Alaska o en Groenlandia, pero los virus de este año, deben ser unos raros virus muy veraniegos, lo digo por el lugar que han elegido para proliferar, visto por los europeos, se diría que parece están de vacaciones.

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Un malevolo virus despistado.-

Hace unos días venía de México mi amigo José María París Lluch y a su llegada al aeropuerto la televisión le hacía una entrevista, el hombre estaba como fuera de juego porque no entendía nada de lo que le preguntaba la periodista. Yo le envié un correo diciéndole que si se acercaba por Chert le pondría a beber durante cuarenta días Licor Carajillo SEGARRA como antídoto y me respondió que a él, con la botella en la maleta, no le se acerca ningún vicho.
Durante estos días observo un incremento de visitas a mi artículo sobre la Gripe Española que redacté como aclaración de la enfermedad llamada «la cucaracha» citada en la página web del Brandy GRAN MAESTRE y me agradaría comentar que una cosa es un resfriado y otra una pandemia. Cuando se viaja a lugares a los que el cuerpo humano no está habituado, se corre el riesgo de pillar lo que se encuentre si no se va inmunizado.
Recuerdo de mi época veinteañera que cuando en ocasiones se producía una movida nacional, al día siguiente la televisión transmitía un partido de fútbol y de repente todo el mundo hablaba de las jugadas más interesantes teniendo el Generalísimo Franco a todo el pueblo español despistado con el fútbol. Hoy este truco no cuela, pero algo importante debe pasar a nivel internacional para que se nos tome el pelo con el virus de la gripe porcina y las personas continúen trasladándose con el beneplácito de los gobernantes.

La divertida inteligencia.-

Cuando me percato del anormal comportamiento del computador personal, me doy cuenta de los poco inteligente que es la supuesta inteligente máquina que nos han creado, muchos usamos y en la que depositamos parte el trabajo que a diario vamos generando.
Hace unos días recibí un correo mal intencionado que contenía un malévolo virus de estos de moda y cuando salto en la pantalla, le di un mordisco en la oreja siendo eliminado sin contemplaciones, no obstante, al terminar la sesión de trabajo, ordené el cierre del sistema operativo y no respondía. Evidentemente, el salto viral debió dar una certera coz en la espinilla del sistema que no permitía su operatividad.
Durante unos días, para cerrar el ordenador debía esconderme y dar las instrucciones diciéndole que no era yo el que las daba y ante la respuesta de falta de identidad, se cerraba el ordenador si problemas, pero, tener que mentir, me exigía un comportamiento al que no estoy acostumbrado y en la primera visita de mi sobrino JuanFris, le he preguntado como solucionar el incidente y me ha dado una respuesta de lo más sencilla, ¡quítale la pila!.
Recuerdo que cuando empecé a jugar con la nueva tecnología usando la placa base que me regaló mi amigo Rafael, la pila estaba agotada y todos los correos que enviaba, llevaban la fecha del día de la activación de la misma, con el resultado de quedar almacenados los últimos en las bandejas de entrada de mis corresponsales, llegando algunos a llamarme la atención. Un buen día, me decidí cambiar la pila y el ordenador se volvía loco como un potro salvaje hasta que le quitaba la pila y se amansaba. Tras una limpieza de más de 800 virus que estaban a la espera de ser activados el día y la hora de su nacimiento, el problema fue solucionado. Ahora no he necesitado decirle al computador que es un ordenador cromañonano o de antes de Cristo, con retrasarle la fecha quince días, ha sido suficientemente engañado.

La economia comienza por el ahorro.-

Estos días parece que por el mundo están todos los Gobiernos en plena efervescencia, la televisión no para de comentarnos por todos las canales que algo malévolo se nos avecina y una sensación de intranquilidad se nos apodera de los continuos lloriqueos de boquilla en los tradicionales lugares de encuentro, bien sean tiendas o bares.
Al parecer en la otra parte del mundo, alguien ha estornudado y de repente todos deberíamos andar constipados. Es evidente que cuando no se tiene cerca una botella de Brandy del Maestrazgo, cualquier virus que se cruce en tu camino te puede producir «un cinc de copes buides» por el que pierdes el control de la situación y andas como un caballo desbocado o un pato mareado.
Pero ante cualquier tropiezo, en el siempre difícil caminar de la vida, hay que saber capear el mal temporal y si previamente, durante las épocas de bonanza, hemos aprendido que ahorrar no consiste en comprar barato de precio, sino en saber distinguir lo superfluo de lo necesario, la crisis no debería existir en nuestro vocabulario.

La economia comienza por el ahorro.-

Estos días parece que por el mundo están todos los Gobiernos en plena efervescencia, la televisión no para de comentarnos por todos las canales que algo malévolo se nos avecina y una sensación de intranquilidad se nos apodera de los continuos lloriqueos de boquilla en los tradicionales lugares de encuentro, bien sean tiendas o bares.
Al parecer en la otra parte del mundo, alguien ha estornudado y de repente todos deberíamos andar constipados. Es evidente que cuando no se tiene cerca una botella de Brandy del Maestrazgo, cualquier virus que se cruce en tu camino te puede producir «un cinc de copes buides» por el que pierdes el control de la situación y andas como un caballo desbocado o un pato mareado.
Pero ante cualquier tropiezo, en el siempre difícil caminar de la vida, hay que saber capear el mal temporal y si previamente, durante las épocas de bonanza, hemos aprendido que ahorrar no consiste en comprar barato de precio, sino en saber distinguir lo superfluo de lo necesario, la crisis no debería existir en nuestro vocabulario.

La importancia de tener amigos guapos.-

A mis habituales lectores, les he tenido unos días muy abandonados pero ahora, con la ayuda del ordenador limpio de virus, intentaré aparecer por la red de Internet con mis ocurrentes comentarios.
Durante quince días he estado superobligado y desconcertado para poner en marcha esta infernal máquina computerizada y si no llega a ser por la ayuda de mi amigo Rafael, esto tenía muy mala cara, aunque en verdad, fue realmente Juan Luis con un comentario que parecía intrascendente, quien nos abrió la imaginación de forma que rápidamente entre todos, encontramos la solución a un problema que tanto Rafa como Juan Fris y yo mismo, lo veíamos bastante turbio por no decir negro.
Parece ser que debido al tráfico internáutico que mantengo, debieron colarse algunos virus en la memoria del mi computadora y mientras operaba con ella, ora se escondían varios virus por acá, ora se desplazaban otros por allá, hasta que de repente y sin previo aviso, mordieron al sistema operativo y me dejaron paralizado el ordenador. La computadora no funcionaba y cada vez que enchufaba el inventillo, me mostraba una irregularidad diferente en la pantalla. Toda una auténtica locura.
Ahora que entre todos, hemos conseguido que el ordenador del tío Julián funcione de nuevo, no lo hace al igual que lo hacía hace unos días, porque al parecer necesita de los drivers, de las configuraciones, de toda la parafernalia que tenía instalada sin saberlo pero como la capacidad del ser humano frente a la adaptación en ilimitada, con el tiempo, le pillo el truquillo y vuelvo a estar dando caña hasta que se paralice de nuevo.

La importancia de tener amigos guapos.-

A mis habituales lectores, les he tenido unos días muy abandonados pero ahora, con la ayuda del ordenador limpio de virus, intentaré aparecer por la red de Internet con mis ocurrentes comentarios.
Durante quince días he estado superobligado y desconcertado para poner en marcha esta infernal máquina computerizada y si no llega a ser por la ayuda de mi amigo Rafael, esto tenía muy mala cara, aunque en verdad, fue realmente Juan Luis con un comentario que parecía intrascendente, quien nos abrió la imaginación de forma que rápidamente entre todos, encontramos la solución a un problema que tanto Rafa como Juan Fris y yo mismo, lo veíamos bastante turbio por no decir negro.
Parece ser que debido al tráfico internáutico que mantengo, debieron colarse algunos virus en la memoria del mi computadora y mientras operaba con ella, ora se escondían varios virus por acá, ora se desplazaban otros por allá, hasta que de repente y sin previo aviso, mordieron al sistema operativo y me dejaron paralizado el ordenador. La computadora no funcionaba y cada vez que enchufaba el inventillo, me mostraba una irregularidad diferente en la pantalla. Toda una auténtica locura.
Ahora que entre todos, hemos conseguido que el ordenador del tío Julián funcione de nuevo, no lo hace al igual que lo hacía hace unos días, porque al parecer necesita de los drivers, de las configuraciones, de toda la parafernalia que tenía instalada sin saberlo pero como la capacidad del ser humano frente a la adaptación en ilimitada, con el tiempo, le pillo el truquillo y vuelvo a estar dando caña hasta que se paralice de nuevo.

El desconocido malevolo virus.-

Cuando jugando con el ordenador te ocurre un incidente del que no tienes experiencia, te encuentras indefenso y no sabes como reaccionar para solucionar el conflicto, porque una cosa es arreglar cosas que sabes o puedes imaginar como reparar y otra muy distinta es enfrentarte a soluciones impensables.
Todos hemos oído hablar de los virus y se nos presentan como algo malévolo, lo que pasa es que nunca imaginamos ser nosotros mismos los sufridores de sus malas jugarretas y no les damos importancia hasta que nos producen un estropicio, por ello, nuestros buenos amigos nos aconsejan que instalemos un antivirus en la computadora personal. Con el paso del tiempo, observamos que el hecho de disponer de un antivirus no sirve para mucho y aprovechamos la infraestructura de la red de Internet para incrementar la protección instalando otro o varios que, confiamos colaboren en el buen mantenimiento de nuestro ordenador.
Hace un tiempo observé que mi ordenador personal daba claros indicios de un comportamiento ralentizado al mandar una instrucción y realicé una limpieza eliminando de una pasada 647 desconocidos virus que al parecer pilulaban por los archivos almacenados en la memoria del disco duro. Con al limpieza de esta semana pasada, mi amigo Rafael me ha eliminado algo así como 1548 que supuestamente eran los acusantes del mal comportamiento del aparatejo y lo cierto es que ahora funciona como un cohete, pero la duda reside en saber hasta cuando estará el inventillo limpio de polvo y paja sin infección.

El desconocido malevolo virus.-

Cuando jugando con el ordenador te ocurre un incidente del que no tienes experiencia, te encuentras indefenso y no sabes como reaccionar para solucionar el conflicto, porque una cosa es arreglar cosas que sabes o puedes imaginar como reparar y otra muy distinta es enfrentarte a soluciones impensables.
Todos hemos oído hablar de los virus y se nos presentan como algo malévolo, lo que pasa es que nunca imaginamos ser nosotros mismos los sufridores de sus malas jugarretas y no les damos importancia hasta que nos producen un estropicio, por ello, nuestros buenos amigos nos aconsejan que instalemos un antivirus en la computadora personal. Con el paso del tiempo, observamos que el hecho de disponer de un antivirus no sirve para mucho y aprovechamos la infraestructura de la red de Internet para incrementar la protección instalando otro o varios que, confiamos colaboren en el buen mantenimiento de nuestro ordenador.
Hace un tiempo observé que mi ordenador personal daba claros indicios de un comportamiento ralentizado al mandar una instrucción y realicé una limpieza eliminando de una pasada 647 desconocidos virus que al parecer pilulaban por los archivos almacenados en la memoria del disco duro. Con al limpieza de esta semana pasada, mi amigo Rafael me ha eliminado algo así como 1548 que supuestamente eran los acusantes del mal comportamiento del aparatejo y lo cierto es que ahora funciona como un cohete, pero la duda reside en saber hasta cuando estará el inventillo limpio de polvo y paja sin infección.

Parada obligatoria.-

Dicen que ir a Chert y no pasar por la Destilería de Julián Segarra es como comprar un marco sin cuadro y al igual que llover en el mar, bien pensado, no sirve para nada.
El hecho real de la perfección, es muy difícil de alcanzar y aunque voluntariamente se intente, para los que aprendemos a manipular los ordenadores sin instrucción previa porque somos autodidactos, nunca conseguimos hacer bien todas las cosas.
Por obligación ineludible, estoy unos días inoperativo a causa de una parada forzosa y he perdido el hilo de la cotidianidad.
El pasado lunes día 14 de julio, cuando fui a colgar el artículo literario en el blog, ocurrió algo impredecible y el ordenador me abrió una pantalla diciendo que si no le daba una copita de Brandy del Maestrazgo no me permitía ponerse en funcionamiento y menos el acceso a la red de Internet.
Para mi, la solución era sencilla, con tomar la botella del Brandy GRAN MAESTRE del armario y servir una copa, el capricho estaba solucionado pero cual mi sorpresa cuando el ordenador me pidió más y más y como vi que tanto le gustaba este exquisito licor, seguí invitándolo insistente y repetitivamente.
Al cabo de varios días de beber las deliciosas copitas de Brandy del Maestrazgo, el ordenador empezó a toser y soltar virus por la disquetera y por el teclado, el ratón se había vuelo como loco y la pantalla no paraba de convulsionar hasta que de repente, empieza de nuevo a funcionar. No se trataba de un simple constipado por el ataque de un malévolo virus, era una verdadera pandemia lo que tenía dentro.