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Eugenia y Joan Carles.-

Dª. Eugenia y el Sr. Joan Carles se han acercado de turismo por el pueblo de Chert en el corazón del Maestrazgo para conocer de primera mano el proceso de la destilación de los licores naturales con el alambique de cobre de la Destilería de Julián Segarra y además, se han sorprendido gratamente al poder utilizar el sistema de comunicación wifi rural de las nuevas tecnologías.

eugeniayjoancarles

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Lista de destiladores de alcohol y licor.-

    El aumento de la fiscalidad, el gradual deterioro por el buen gusto del paladar y las campañas antialcohólicas, han conducido sorprendentemente a la extinción del oficio de destilador y en la actualidad la lista de artesanos del licor es muy reducida.

   1.-   Julián Segarra Ortí      Chert, (Castellón), España.

   2.-   Julián Segarra Esbrí   Chert, (Castellón), España.

Alma y Javier.-

   Dª. Alma y el Sr. Javier también pertenecen al Club, al Club de los amantes de las cosas buenas, por ello, se acercaron hasta la Destilería de Julián Segarra de Chert para recordar el proceso de la destilación y por supuesto, degustar el resultado.

almayjavier

Del lapicero largo a la memoria corta.-

   Estamos en una época del año en la que nadie piensa en sillas, ni en escobas, todo el mundo tiene en la mente quesos, turrones, chorizos, cavas, jamones, langostinos, licores, bombones y demás exquisitas viandas, por lo que me llamó la Srta. Dª. Carmen pidiéndome Brandy del Maestrazgo y para explicarme el lugar de la entrega de la mercancía, como no dispongo de teléfono móvil, me pasó las instrucciones vía teléfono fijo.

   Para no olvidar, lo mejor es anotar, porque dicho sea de paso, más vale tener un lapicero largo que una memoria corta y tomando apuntes directamente en mi bloc de notas, en la imagen queda muy bien reflejado el resultado.

lugardeentrega

   Aunque pienso que está claro el lugar de la entrega del licor, por si alguien lo observa, le diré que hay una errata. Esta tarde me he desplazado directamente sin detenerme a preguntar a nadie por el camino y cuando he llegado a destino, no encontraba la puerta de entrada del local, debiendo parar y bajar del coche a consultar. Está en la pared sur del edificio y por no indicarlo en la nota es por lo que no la encontraba.

Los conceptos claros.-

En una ocasión, entregue una tarjeta personal de las mi actividad de destilador y en ella, va rotulada la expresión «El Fabricante de Aguardientes de Chert«, una chuleada que arrastro de la época de cambio generacional en la actividad de destilador en mi familia, en la que la asidua correspondencia epistolar entre los diferentes departamentos u organismos, tanto autonómicos como estatales, se vieron notablemente incrementados por desconocimiento de mi trayectoria comercial y personal ante su nula existencia.
Actualmente la actividad de destilador puedo decir que casi se ha perdido, solo queda reducida a unos pocos nostálgicos que se niegan de cerrar sus respectivos negocios y a su muerte natural, se podrá eliminar el casi, por su verdadera desaparición.
La regulación administrativa en España, considera al negocio que desarrollo como un establecimiento industrial en donde las materias primas se transforman en productos para el consumo, de ahí la expresión fabricante.
Las reglamentaciones españolas, tanto genéricas como específicas, entienden que aguardiente es cualquier destilado alcohólico de mediana graduación susceptible de ser apto para uso de boca o alimenticio, de ahí la expresión aguardientes. El plural lo justifico porque además de brandy, también se elaborar ron, ginebra, anís y demás licores.
Y Chert, es el lugar del emplazamiento del negocio, punto de residencia y trabajo del comerciante destilador con nombre propio, su ubicación en el mundo, en donde podrá usted encontrar al Destilador del Maestrazgo si se acerca a conocerlo y si lo pilla con una sonrisa en los labios pero con la perversa mente de destilator, igual de obliga a degustar alguna copita de sus exquisitos licores destilados de las plantas naturales que recoge personalmente en los montes de su tierra durante los días óptimos de su maduración.

El diploma en la pared.-

Tengo alguna dificultad en explicar para qué sirve un diploma en la pared sin enfadar al lector.
La posesión de un diploma, lo interpreto como el reconocimiento justificativo por algo excepcional o anecdótico de nuestra vida cotidiana al haber realizado alguna acción inesperada o diferente a la costumbre del día a día, lo que significa que habiendo expedido, entregado y recogido, el diploma, no debería servirnos como autocomplacencia de lo que hicimos algún día o del merecido agradecimiento.
Lo valioso en la vida, es nuestro continuo humilde trabajo diario, sin importar el nivel de cargo o relevancia, pensando que, al igual que en las paredes de piedra seca de los bancales de nuestro entorno, las piedras grandes se apoyan con las pequeñas; de la misma forma que en la escritura, los acentos, los puntos y las comas, ayudan a confeccionar correctamente las oraciones gramaticales; teniendo en cuenta que solo una vez en nuestra vida pasamos por un lugar y todo el bien que podamos hacer o todas las atenciones que podamos prodigar, nunca deberíamos descuidar y menos eludir o ignorar, aprendamos que el diploma colgado en la pared, bien pensado, solo sirve para mantenernos entretenidos quitándole regularmente el polvo y de hecho, muchas personas guardamos los nuestros, en los armarios.

A pasar el rato.-

Son las 13:30 hora oficial del domingo día de la Virgen del Pilar, «Reina y Señora de la Hispanidad» y como no tenemos ninguna visita que atender, decidimos sentarnos a la mesa para comer. Nos hemos comido la ensalada y empezado el primer plato cuando, de repente, se abre la puerta de la calle y comprendemos que alguien viene a vernos.
Me levanto de la mesa y me acerco para atenderles con una sonrisa de oreja a oreja. Se trata de una pareja de mediana edad, de la que la mujer permanece en la calle mojándose porque llueve mientras el hombre está en la entrada.
Yo.- ¡Hola buenos días!. Pase, pase, no guarde cumplidos que se va ud. a mojar. ¿En qué puedo atenderles? y el hombre responde con una pregunta.
El.- ¿Se puede visitar?.
Yo.- ¿Visitar por comprar o visitar por pasar el rato?.
El.- Responde, por pasar el rato.
Yo.- Les explico, que ahora estoy pasando el rato comiendo y les pregunto. ¿Pueden udes. volver a venir a pasar el rato otro rato?.
El.- De acuerdo, ¡volveremos otro rato!, responde el hombre y despidiéndose, se van.
Al entrar y sentarme para reanudar la comida, mi padre me pregunta y le explico. Entonces él comenta: ¿Qué a esta hora no tienen que hacer la comida o comen de bocadillo?.
Yo.- Supongo irán al restaurante a pasar el rato.
En esta vida, no hay nada como ser claros y llamar a las cosas por su nombre, sin ambigüedades, porque puedo entender que una persona de viaje, coincida su paso por Chert con la hora de comer y en mi caso, le atiendo sin problemas aunque deba levantarme de la mesa interrumpiendo mi comida pero, el domingo al mediodía a la hora de comer, ¿se bebe ir a visitar una destilería por pasar el rato?.
La destilería de Julián Segarra de Chert, es un lugar de trabajo en el que se atiende cortés y cordialmente a todas las vistas pero no dónde el ocioso, el que no tiene nada que hacer, deba ir a que le entretengan a la hora de comer o de dormir del destilador, a estas horas, el visitante dominguero, debería pensar en ir a otra parte recordando que mi tiempo es tan valioso como el suyo.

El diferente código generacional.-

Estos días en la destilería de Chert estamos filtrando licor de naranja separando la pulpa del zumo, del licor y como la filtración es muy lenta, hay tiempo para todo. Ayer tarde se acercaron a la casa donde vivo unos chavales del pueblo preguntando por mí y como estoy haciendo codos leyendo la información necesaria para la correcta cumplimentación de la declaración de I.R.P.F., les atendió mi padre diciéndoles que yo estaba estudiándome la lección.Hablando con él, le preguntaron sobre el wi-fi y les explicó que no lo fabricamos, en esta destilería nosotros elaboramos anís, ron, ginebra, licor de naranja, de carajillo, de menta, de café, absenta, brandy, en fin, todo el repertorio pero no el whisky.
Como los niños preguntaban por una cosa y mi padre les hablaba de otra sin enterarse de la movida, le volvieron a inquirir por el wi-fi y él les explicó que no les podía invitar a una copita de whisky y no era porque no tuviese, sino porque aún no ha tomado la comunión, por eso, en lugar de whisky, les puede regalar unos caramelos de la bolsa que tiene al efecto para obsequiar a los visitantes distinguidos como ellos.
Viendo que el abuelo Julián estaba fuera de juego, le explicaron lo del wi-fi y entonces comprendió el hombre que hablaban lenguajes diferentes. ¡Ah!, el wi-fi, exclamó, me pensaba que preguntabais por el whisky, eso del wi-fi no es cosa mía, lo lleva mi hijo pero podéis sentaros en el banco del paseo y comprobar si tenéis cobertura, si os falla, lo decís y os daré un cuadrito de chocolate a cada uno.