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La alcachofa en el restaurante Arbequina.-

   Aprovechando la temporada invernal en la que los agricultores nos ofrecen el fruto de su trabajo y la alcachofa está en todo su esplendor con todas sus propiedades naturales que nos ayudan a digerir cualquier comida que pueda sobrecargar el hígado y la vesícula con un reducidísimo aporte de calorías y convirtiéndose en la reina de la huerta, mi amigo Modesto Fabregat Santiago, desde el restaurante Arbequina, nos brinda otra de sus Jornadas Gastronómicas.

   El restaurante Arbequina ofrece un amplio abanico de variadísimos platos para degustar, entre los que cabe mencionar el aperitivo de alcachofa en escabeche al estilo oriental, el entrante frío de alcachofa con ahumados, toffe de pipas de girasol y gelatina de naranja, el fondo de alcachofa confitado relleno, el pescado de lonja sobre meloso de alcachofa, el delicioso farcellet de cordero confitado con trinchant de alcachofa y Modesto, se atreve hasta con el singular postre de coulant de alcachofa con turrón y jalea de vainilla, todo un lujo para los sentidos.

   Del 5 de Febrero al 7 de Marzo podemos disfrutar en el restaurante Arbequina de la calle Bartolomé Reus en Castellón de La Plana de las Séptimas Jornadas Gastronómicas de la Alcachofa con un excelente menú preparado al efecto y compuesto de:

– Pincho de alcachofas y pulpito.

– Alcachofas en escabeche ligero con su espuma y boquerones.

– Crema de Alcachofas, huevo escalfado y jamón ibérico.

– Pescado de lonja con alcachofas licuada al curry.

– Hamburguesa de buey vallés del Esla con alcachofas confitadas.

– Brownie de alcachofas cremoso de leche, helado de arbequina y chips de alcachofa.

 …/… según disponibilidad de mercado.

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El colmo de lo absurdo.-

   Esta mañana he recibido en mi correo electrónico el artículo colgado en http://casaconjacuzzi.blogspost.com al que estoy suscrito, con el comentario de la chapuza legislativa reguladora de la recogida de setas.

   Mi amplia experiencia en la recogida de setas y lo digo con guasa y de esta forma para que quede constancia porque desde hace cuatro años soy «Recolector Mayor de Rovellones en el Reino de España» y a la llegada del tiempo propicio de su crecimiento, me apunto un día al año con mis amigos para acercarnos al monte y trincar todos los que encontramos a nuestro paso, me permite comentar el absurdo aspecto legal de la Orden.

   En calidad de agricultor fiscalmente declarado, cuando voy al campo a recoger los frutos de mi actividad agrícola, lo hago con capazo y saco, cuando he ido al monte a recolectar setas de las que solo elijo los rovellones, lo hago con cesta pero nunca se me ocurriría ir al campo o al monte acompañado de una balanza.

   Las balanzas se usan a nivel comercial por quienes supuestamente recogen setas (en la tienda de la esquina), mientras degustan una merendola en el bar o restaurante del pueblo. Hay que ser analfabeto de una actividad como la de recogida de setas para fijar los límites en 6 kilogramos, los límites, de haberlos, deberían medirse por cestos, porque al monte se va con cesta y no con balanza.