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Saturno, el planeta anillado.-

    Corría el siglo XVII cuando Galileo observó que este planeta estaba rodeado por un enorme anillo. Una curiosidad que Huygens, en 1656, identificó como un sistema de varios anillos, hasta que Casini, en 1675, descubrió una separación más oscura enmedio de todos los anillos.
     Cuando la tecnología nos permitió enviar sondas de observación durante el último cuarto del siglo XX, supimos de la existencia de más planetas anillados como Júpiter y Urano pero con anillos extraordinariamente débiles.
     Debido a su rápida rotación, Saturno se observa ligeramente achatado por los polos, siendo el segundo planeta más grande del Sistema Solar y el único con anillos visibles desde la Tierra. Su atmósfera es de hidrógeno, con un poco de helio y metano pero con una densidad menor que el agua.


    Los anillos le confieren un aspecto muy llamativo para el observador.
http://www.estrellapolar.net/

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El colmo de lo absurdo.-

   Esta mañana he recibido en mi correo electrónico el artículo colgado en http://casaconjacuzzi.blogspost.com al que estoy suscrito, con el comentario de la chapuza legislativa reguladora de la recogida de setas.

   Mi amplia experiencia en la recogida de setas y lo digo con guasa y de esta forma para que quede constancia porque desde hace cuatro años soy «Recolector Mayor de Rovellones en el Reino de España» y a la llegada del tiempo propicio de su crecimiento, me apunto un día al año con mis amigos para acercarnos al monte y trincar todos los que encontramos a nuestro paso, me permite comentar el absurdo aspecto legal de la Orden.

   En calidad de agricultor fiscalmente declarado, cuando voy al campo a recoger los frutos de mi actividad agrícola, lo hago con capazo y saco, cuando he ido al monte a recolectar setas de las que solo elijo los rovellones, lo hago con cesta pero nunca se me ocurriría ir al campo o al monte acompañado de una balanza.

   Las balanzas se usan a nivel comercial por quienes supuestamente recogen setas (en la tienda de la esquina), mientras degustan una merendola en el bar o restaurante del pueblo. Hay que ser analfabeto de una actividad como la de recogida de setas para fijar los límites en 6 kilogramos, los límites, de haberlos, deberían medirse por cestos, porque al monte se va con cesta y no con balanza.