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Venus degustando Ginebra SEGARRA.-

   Hoy he salido al terrado a contemplar de nuevo el alineamiento planetario entre Venus, La Tierra y Júpiter y cual mi sorpresa cuando no encuentro a Venus por ninguna parte. Parece mentira con el tiempo que estoy observando el firmamento y de repente pierdo nada más y nada menos que a un planeta y es que si no lo veo, no lo creo.

   Efectivamente, Venus había desaparecido de la bóveda celeste como por arte de magia y la memoria me recuerda el tiempo de principiante cuando me construí el telescopio y empecé a observar el cielo. En aquella ocasión lo que más me intrigaba era una estrella grande que a su alrededor cambiaban diariamente su posición otras estrellas más pequeñas y con el tiempo aprendí que lo que miraba era Júpiter y no una estrella, siendo las supuestas estrellitas cambiantes sus satélites Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

   Venus hoy estaba vergonzosamente escondido detrás de La Luna degustando una ginebra SEGARRA y en un instante inesperado después de las 17 h. GMT se ha asomado tímidamente por debajo de La Luna que lo eclipsaba. Ahora, mientras redacto este artículo, se puede contemplar al trío estelar presidiendo el firmamento chertolí.

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  Triangulación Venus, La Luna y Júpiter.

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Alineación Venus, Tierra y Júpiter.-

   Ayer tarde salí a terrado por necesidad. El frío del helado invierno es suficientemente importante como para sentirse hasta en los huesos y no desear salir de casa a tomar el fresco, máxime a esta hora del atardecer en la que la oscuridad de la noche avanza sin remisión y el mercurio del termómetro desciende por debajo de los 0º C. Por encima del tejado del edificio de las escuelas del pueblo, desde hace unos días estoy observando dos astros brillantes que destacan en el firmamento a una distancia aparente de una pulgada a brazo extendido y reconocidos sin necesidad del telescopio. Durante todo el verano el planeta Júpiter nos ha gratificado la visión con su presencia y con la ayuda del telescopio, hemos podido contemplar sus satélites más grandes avanzando desde el este al oeste por la bóveda celeste del sur y en está época del año, va descendiendo hacia el horizonte, pero de repente, por debajo vemos la aparición de otro planeta mucho más brillante, el más brillante del cielo chertolí después del Sol y La Luna, se trata de Venus que, siguiendo su órbita, parece que va al encuentro de Júpiter.

   Es evidente que si Júpiter sigue una trayectoria externa a la de La Tierra y el planeta Venus, por describirla interna, nunca van a encontrarse, desde nuestra terrícola posición, parece como si quisieran alinearse o incluso golpearse y en unos días, veremos qué proximidad aparente alcanzan.

   Este fenómeno astronómico, ocurre regularmente todos los años y en ocasiones, la proximidad visual aparente es como la mostrada desde la Unidad de Observación Astronómica del Maestrazgo en Chert.

Venus escondido detrás de La Luna.