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A pasar el rato.-

Son las 13:30 hora oficial del domingo día de la Virgen del Pilar, «Reina y Señora de la Hispanidad» y como no tenemos ninguna visita que atender, decidimos sentarnos a la mesa para comer. Nos hemos comido la ensalada y empezado el primer plato cuando, de repente, se abre la puerta de la calle y comprendemos que alguien viene a vernos.
Me levanto de la mesa y me acerco para atenderles con una sonrisa de oreja a oreja. Se trata de una pareja de mediana edad, de la que la mujer permanece en la calle mojándose porque llueve mientras el hombre está en la entrada.
Yo.- ¡Hola buenos días!. Pase, pase, no guarde cumplidos que se va ud. a mojar. ¿En qué puedo atenderles? y el hombre responde con una pregunta.
El.- ¿Se puede visitar?.
Yo.- ¿Visitar por comprar o visitar por pasar el rato?.
El.- Responde, por pasar el rato.
Yo.- Les explico, que ahora estoy pasando el rato comiendo y les pregunto. ¿Pueden udes. volver a venir a pasar el rato otro rato?.
El.- De acuerdo, ¡volveremos otro rato!, responde el hombre y despidiéndose, se van.
Al entrar y sentarme para reanudar la comida, mi padre me pregunta y le explico. Entonces él comenta: ¿Qué a esta hora no tienen que hacer la comida o comen de bocadillo?.
Yo.- Supongo irán al restaurante a pasar el rato.
En esta vida, no hay nada como ser claros y llamar a las cosas por su nombre, sin ambigüedades, porque puedo entender que una persona de viaje, coincida su paso por Chert con la hora de comer y en mi caso, le atiendo sin problemas aunque deba levantarme de la mesa interrumpiendo mi comida pero, el domingo al mediodía a la hora de comer, ¿se bebe ir a visitar una destilería por pasar el rato?.
La destilería de Julián Segarra de Chert, es un lugar de trabajo en el que se atiende cortés y cordialmente a todas las vistas pero no dónde el ocioso, el que no tiene nada que hacer, deba ir a que le entretengan a la hora de comer o de dormir del destilador, a estas horas, el visitante dominguero, debería pensar en ir a otra parte recordando que mi tiempo es tan valioso como el suyo.

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Ofrecer o vender.-

Hay dos formas diferentes de entender el comercio, un árbol en el que florecen muchos y maduran pocos.
Los comerciantes que lo son de verdad, observan las tendencias de los consumidores que consumen de verdad y fabrican y comercializan aquello que los potenciales clientes de masas quieren comprar, la moda, la novedad, el boom, mientras los estudiosos de marketing, colaboran elaborando sus informes en base a los caprichos del momento, sabiendo que no se van a vender más que un determinado número de unidades de aquel competitivo producto.
Paralelamente a este mercado de masas, existe un reducido mercado sin valor comercial, cual es el de aquellos Personajes que no siendo Consumidores habituales, precisan para un determinado momento de su vida algo muy bueno, algo exquisito o algo diferente y buscan al fabricante o al elaborador capaz de ofrecer con el fruto de su trabajo y saber, el deleite exclusivo de aquellas pocas personas que lo saben apreciar.
Con este simple y elemental planteamiento comercial, es fácil comprender como en un pequeño pueblo del Maestrazgo como es Chert, continúe existiendo una tradición centenaria en la elaboración de licores por destilación de plantas silvestres recogidas y seleccionadas por el propio Julián Segarra durante los días correctos de su maduración en los montes del Maestrazgo, los destile conservando todas sus propiedades originales en el alambique de cobre calentado con fuego de leña de olivo en su destilería y los envejezca de forma natural en la quietud de los barriles de roble de su bodega para ofrecerlos a sus distinguidos y muy estimados Amigos.

Lo prefieres enriquecido.-

Las personas no son tontas porque en la glándula tiroides tienen unos miligramos de iodo. El iodo, se puede comprar a sacos en la tienda de la esquina, pero este iodo de la droguería, no es el que como humanos seres necesitamos para ser inteligentes y por muchos sacos de iodo que tengamos en casa, no somos más listos, ni más sabios que el vecino.
En el mercado, existen muchos productos y muy buenos, pero algunos, para mejorar sus cualidades, parecen ser que necesitan de los potenciadores y enriquecedores, algo desconocido que publicitariamente hablando, cuanto más aditivos llevan, más vitaminosos son y al ingerirlos, dependiendo de nuestra capacidad de eliminación por las vías naturales de las heces o la orina, pueden ir acumulándose indebidamante en el organismo.
Pero hay que comprenderlo, es que entre elegir un producto natural con todas las propiedades de las plantas, frutos, semillas o bayas silvestres y otro enriquecido, aconsejado por una artista actual de moda operada estéticamente, siempre vamos a dejarnos influir por las sabias palabras, supuestamente opiniones, de la belleza artificial y sugestivamente hablando, sin comprobar, comprar.

Al turismo personalizado.-

¡Julián!, oigo a mi padre llamarme y abandono lo que estaba haciendo en ese momento para acercarme a la entrada de la casa. Unos señores venidos desde Asturias en compañía de otros de Girona acaban de venir. Sin presentaciones de ninguna clase, me coloco la lengua traductora y empiezo a hablar en castellano para que todos me entiendan y accedemos en grupo a la destilería de Chert para visitarla, parece ser que los asturianos es la primera vez que vienen por la destilería del Maestrazgo y mi padre les hace la explicación de los procesos de la destilación, yo, como entro el último, me rezago con los visitantes de Cataluña que ya han estado en otra ocasión y parece ser tienen un compromiso al que quieren agasajar con algo auténticamente bueno y han venido exprofeso a comprarlo. Continuo la conversación en valenciano sobre el tema que ellos deciden sacar a relucir y hablamos intercambiando nuestros personales criterios, mientas tanto, mi padre, está con la mitad del grupo, la pareja de los asturianos.
Al rato de la grata conversación, la señora catalana me pasa pedido de lo que desea y le atiendo mientras continuamos la conversación con otro tema al hilo del anterior. Oigo accidentalmente que los Sres. asturianos quieren probar el brandy SEGARRA y aprovecho para invitar a la pareja catalana que prefieren deleitarse con el licor Carajillo SEGARRA. Mientras les preparo las botellas de su pedido, documentación y orden de salida de fábrica, continuamos la conversación que se ha ido por la otra ladera de los montes del Turmell, pero ¡qué importa!, el Cliente está a gusto con mis explicaciones y continuo hablando con ellos, parece ser que los asturianos se deciden a comprar a mi padre algo acorde con el presupuesto de sus vacaciones, es evidente y sabido que los licores destilados contienen todas las propiedades de las plantas naturales originales y su precio es concordante con las cualidades del producto que nada tiene que ver con los licores fabricados con alcoholes de dudosa procedencia mezclados con aromas y sabores sintéticos de laboratorio. La pareja venida desde Asturias se despiden y me doy cuenta que mi padre y yo estamos atendiendo a dos grupos diferentes de personas que entre ellos no se conocen, pero continuo la conversación con los catalanes que, parece ser, están muy a gusto y dialogamos sobre los diversos y variopintos temas de su agrado, hasta que se percatan que su reloj marca las 14h. 30min. y deciden despedirse para marcharse a comer.
Para que el lector pueda hacerse una ligera idea de lo que hablo por si mis palabras no son comprensibles, ni entendibles, ni imaginables, ni encajan en su concepto de turismo personalizado porque desconoce su significado, le invito a conocer al destilador del Maestrazgo.