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La ignorancia del no querer saber.-

Tampoco es necesario haber cursado grandes estudios universitarios y presumir de pared llena de diplomas para poder dejar de ser ignorante y máxime hoy que tenemos a nuestro alcance la biblioteca universal del Internet a la que cada cual agrega sus conocimientos o escribe sus ocurrencias.
Afortunadamente para las personas de a pie, los Estados están gobernados por las mentes más ilustres del país y continuamente se cambian las leyes para mejorarlas y adaptarlas a las nuevas tendencias comerciales, de forma que lo que ayer era prohibido, hoy, a consecuencia de un estudio realizado por un importante científico de una importante universidad de un importante lejano lugar, goza de las mejores propagandas indicativas de lo bien que con su consumo se favorece el desarrollo físico personal.
Y en consecuencia, no somos bobos, porque no tomamos un pitobob, ya que si elegimos comer sin masticar un pitoton, continuamos siendo un poco más tontos de lo que éramos antes de su ingesta, aunque he de reconocer que, tras la deglución, en el cuerpo del incauto consumidor, se produce una sensación de rejuvenecimiento que notas como cada día eres más viejo porque para que te funcione el inventillo, en lugar de uno, deberías beberte dos.

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Los inaccesibles espacios web.-

Dicen que el servidor no permite el acceso directo desde determinados ordenadores a los espacios web en en donde he ido depositado en el transcurso de varios años información internáutica o tal vez, no sea un parapeto del servidor sino un fallo de la conexión telefónica, aunque mi ignorancia, me permite dudar incluso del operador telefónico con el que hayamos contratado la conexión a la red, lo cierto es que al parecer, algunas personas con excelentes computadores, no pueden disfrutar de los contenidos a las webes que mantengo funcionando.
Es muy difícil para mi, el poder dar satisfacción a todas las personas que visitan los diferentes espacios informativos y complacerles con sus reportajes por lo que la única solución ofertable es aguantarse. Hace un par de meses se volatilizaron todos los documentos de los archivos de mi ordenador y la vida siguió adelante, hace quince días fallaron los accesos a la red y continuamos vivos, como veis, no pasa nada, todo es cuestión de tener algo de paciencia y un camión para llevarla.
Para tranquilidad emocional de todos, puedo participaros que, en mi caso, las conexiones se han restablecido por arte de magia o de birlibirloque y desde hace una semana, puedo acceder a todos los artículos aunque conscientemente, no he hecho nada de nada para nada y de la misma forma que se me impidió la conexión hace quince días, ahora la tengo recuperada.

Del endulzante al edulcorante.-

Aprovechándose de la ignorancia de los consumidores, se presentan los edulcorantes como sustancias encargadas de endulzar los alimentos, confundiendo la sacarosa, con la sacarina (E 954), el ciclamato (E 952), el aspartamo (E 951) o la taumatina (E 957), etc. que, por su naturaleza química, nada tiene que ver con el azúcar natural (el que no tiene E ni número).
Como quiera que existen edulcorantes como la fructosa o el sorbitol que podemos encontrar en la naturaleza, se nos cuela la sacarina o los ciclamatos con la excusa de no aportar calorías, sin citarnos que son artificiales y sintéticos, nocivos para la salud pero que pueden supuestamente administrarse en caso de enfermedades como la diabetes si consultamos con el farmacéutico. De esta suerte, nos encontramos que los ciclamatos (E 952) están prohibidos en los Estados Unidos, Japón, Francia e Inglaterra, pero en España, su consumo solo está contraindicado en niños y embarazadas, aunque si padeces la enfermedad de la fenilcetonuria tienes prohibido el aspartamo.
Los gobiernos del Canadá y Francia, prohíben el consumo de la sacarina, pero si vives en Estados Unidos, solo con saber, por constar en la etiqueta rotulado en letra pequeña, que el producto que comes contiene este aditivo nocivo para la salud, es más que suficiente y máxime si no estás embarazado o embarazada, porque en caso de estarlo, no se aconseja su ingesta, en cambio, el Sorbitol (E 420), es (de los E numerado), el más chiripitifláutico, porque tiene parecidos efectos en el organismo humano a la fructosa, aunque te puede causar diarrea y dolores abdominales si consumes mucho y como se emplea en la fabricación de chicles y caramelos, si no tomas más de cinco al día, no pasa nada, es decir, menos de 2,5 gr. al día. (Una bolsita de azúcar son unos 8 gr.).
El hecho de poder disponer de estas auténticas maravillas a un precio reducido y se permita el uso comercial en la elaboración de alimentos baratos, el endulzante y conservante de toda la vida, la sacarosa, el que no tiene E numerada por ser el azúcar de mesa, el que se saca de la remolacha y de la caña de azúcar cultivada por los labradores españoles, el utilizado desde siempre por Julián Segarra en la elaboración de los exquisitos licores en su destilería de Chert, ha quedado desplazado por tener contraindicaciones muy graves cuando lo consumes a saco, porque, al levantarlo, con todo su peso, podría causarte daños irreparables en la espalda.