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Un proyecto del futuro.-

Con la incorporación en nuestra vida de los avances tecnológicos, sin darnos cuenta nos hacemos dependientes de los mismos y aunque en realidad, bien pensado, no los necesitemos para nada, si en un momento dado se nos ocurre utilizarlos, pronto nos damos cuenta de la inseguridad que nos produce el saber que no podemos disponer de ellos.
Desde hace treinta y cinco años estoy aprendiendo jugando en el mundo de las comunicaciones inalámbricas, habiendo realizado múltiples experiencias de diseño y alcance y aunque solo hace doce años parecía que la comunicación por cable iba a ser la revolución del futuro, con el paso del tiempo se ha visto complementada con la comunicación por el éter.
En la actualidad, los dos sistemas, los tenemos unidos en la técnica wifi y para llenar el espacio vacío en nuestra mente, permitiendo expresar la grandeza de un pueblo del Maestrazgo, nace en Chert ruralwifi.net facilitando el disponer de la infraestructura de Internet con solo un clik.

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Recuerdos de la escuela.-

Aunque nunca he parado de estudiar y muchísimo menos de aprender, no recuerdo con agrado mi época de estudiante y tal vez por ello, no me gustaría revivirla, pero con la incorporación en nuestros propios domicilios de las computadoras personales, he de reconocer que desde hace doce años, cuando accedí por primera vez a la red de Internet, añoro el no poder vivir mi actividad docente en los tiempos actuales.
El año pasado, al Sr. Conseller de Educación la Generalidad Valenciana D. Alejandro Font de Mora Turón, se le ocurrió regalar unos ordenadores para los colegios de los niños de primaria como los chavales de la escuela de don Miquel Beltrán de Chert y Dª. Araceli Segarra Ferreres, me invitó un día a verlos. La emoción me embargó de tal manera que sentado con una pequeñita sillita, con el culo casi a ras de suelo y con las rodillas por debajo de los hombros pegadas a las axilas, me puse a manipular el bonito y llamativo inventillo con las teclas de colorines y un ratón de diseño apto para la mano de un niño.
Con las infraestructuras que hoy tenemos a nuestra disposición gracias a todos los avances tecnológicos y con la flexibilidad que nos ofrecen a cualquier hora de cualquier día o las posibilidades únicamente limitadas por nuestra imaginación, hoy quien no estudia y aprende es sencillamente porque no quiere.

El acceso a internet.-

La aparente complejidad de la red de Internet, hace que aflore nuestra sapiencia y cuando algo no funciona como nosotros esperamos, trasladamos nuestro problema al vecino, al que le participamos del anormal funcionamiento de nuestra infraestructura, en la confianza que sea él quien ponga sus conocimientos a nuestra disposición para que nos solucione la incidencia y correr solícito al bar, a presumir de lo bien que nos funcionan las nuevas tecnologías en nuestra computadora personal.
En la sociedad de consumo que nos ha tocado vivir, todo se mueve alrededor de lo mismo y si cuando vamos a comprar una botella de Brandy del Maestrazgo no tenemos el servicio esperado, nunca es culpa del destilador sino de tendero o bodeguero a quien le compramos y que, por no pagar, dispone y ofrece lo que se merece, porque al comprar una botella de licor de la marca SEGARRA, no solo pagamos el contenido de la botella, sino el tenerla a nuestra disposición, impuestos, servicio, transporte, envasado, destilación, en fin, «todo» y cuando alguien de la cadena no paga lo que debe, se rompe.
En Internet ocurre lo mismo, cuando pagamos una conexión a determinada velocidad, pagamos la conexión y la velocidad, pero si quien nos factura, no paga lo que debe, ni tenemos conexión, ni velocidad y a quien debemos remitir las quejas, es a quien pagamos, no al vecino, cuando nada tiene que ver con nuestros contratos comerciales y aceptado o resignado mal servicio, de hecho, Julián Segarra Esbrí de Chert, tiene acceso a todos los artículos publicados en la red de Internet y con la conexión internáutica de rural wifi gratuita, se puede comprobar fácilmente por quienes se acerquen a la zona de cobertura aunque, como es gratis, no se puede protestar.

La fiesta rural wifi de Chert.-

Recuerdos de cuando era un niño, después de las fiestas de agosto y hasta el comienzo de la actividad docente en las clases de la escuela en un pueblo del Maestrazgo, casi todos los días, bien por la mañana o bien por la tarde, jugábamos a los toros con unos cuernos y un cencerro atado, simulando lo que días antes habíamos visto hacer a los mayores con los toros de verdad, los de carne y hueso.
Las tradiciones cambian al compás de las evoluciones sociales y el comportamiento de las personas también. Hoy los niños se divierten o entretienen de formas distintas, adaptadas a las novedosas tecnologías y adquiriendo en las tiendas de electrodomésticos los nuevos avances tecnológicos, con el inconveniente de la falta de infraestructuras e imposibilitando, en algunas ocasiones, jugar con todas sus facultades y muy especialmente, cuando se trata de los innovadores juegos online.
Es evidente que hace falta ser una gran e importante multinacional o pertenecer a la cúpula gobernante política de una sociedad, para hacer coincidir el 800 aniversario del nacimiento del Rey Jaime I con poder tener ideas e iniciativas propias y muy especialmente, si son del tipo «The rural wifi party from Chert» pensadas y regaladas para todos los niños del pueblo de Chert y de la aldea de Anroig.

El turismo de sol y playa.-

Durante la segunda mitad del siglo XX muchas personas extranjeras fueron atraídas por el cálido y reluciente sol de la península Ibérica que unido a la gratuidad de sus playas y a unos bajos costes de su estancia vacacional, hicieron posible el cambio social hacia el sector de servicios capaz de atender la demanda creciente de las necesidades que los forasteros en el transcurso de unos pocos días nos visitaban.
Por muchos años, el turismo de ocio consistente en tumbarse al sol como las lagartijas quemándose la piel, floreció rápidamente por su escasa infraestructura, ya que la mayor parte del tiempo que empleaban sus Clientes, era estar acostados en la arena de la playa o bañándose en el mar que, por ser un recurso natural, no precisaba de mantenimiento.
Los gobernantes empezaron a percatarse de las cifras macroeconómicas que el turismo representaba como fuente fácil de ingresos y decantaron la mirada hacia la regeneración del litoral aumentando el número de metros aprovechables en actividades complementarias de ocio y concediendo licencias de ocupación de terrenos públicos para el desarrollo de nuevas actividades económicas con nula preparación profesional aunque de sustanciosos ingresos.