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Los que saben, sentencian.-

En algunos de mis artículos, puedo parecer arrogante, o tal vez chuleta, pero en este mundo tan deteriorado que nos ha tocado vivir, en el que las palabras han perdido su verdadero significado y para que adquieran valor y firmeza hay que repetirlas por lo menos tres veces, en mis oraciones gramaticales quiero y debo ser contundente.
Casualmente, hace algún tiempo, se personaron en mi destilería de Chert unos Sres. que presumían de ser periodistas y algunos de ellos empezaron a tomar imágenes fotográficas del interior del local parándose en mi licencia fiscal, cuando, me doy cuenta del detalle y no se me ocurre otra ocurrencia que girar el cartel y aparece la licencia de actividad industrial de mi abuelo Julián Segarra Ferreres.
Pertenezco a una familia de destiladores con más de 150 años de experiencia en la elaboración de licores por destilación de las plantas, frutos, semillas y bayas silvestres originales de los montes del entorno de Chert, un pueblo del Maestrazgo y envejeciéndolos, con el paso de los años de forma natural en barriles de roble, por ello, es lógico imaginar que después de tantos años y generaciones haciendo lo mismo, algo, aunque sea poco, he aprendido y no es precisamente arrogancia.

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Los copiones que pegan.-

Cuando vamos a la escuela aprendemos copiando y durante los años de estudio, nuestros pacientes Maestros, se preocupan más de corregirnos las faltas ortográficas de las oraciones gramaticales que los contenidos epistolares porque ellos saben de la importancia del aprendizaje para aplicar los conocimientos que adquiramos en las ocurrencias que tengamos durante las diferentes actividades de la vida. En esta etapa tan fundamental para nosotros, importa más aprender el método de estudio que el propio estudio.
Durante el difícil caminar de la vida, nos encontramos obstáculos de todo tipo pero si nuestra instrucción es adecuada, recordamos las lecciones que con tanto esfuerzo aprendimos de jóvenes durante los años de estudio, aplicando las enseñanzas recibidas para una resolución satisfactoria y puesto que la capacidad de la mente de la persona es ilimitada, ante graciosas, curiosas o inverosímiles situaciones, resolvemos las grandes dificultades con sencillas soluciones.
Con los modernos sistemas de comunicación, es muy fácil hacer un mal uso de la capacidad tecnológica a nuestro alcance y aprovechándonos del copiar y pegar cualquiera puede pillar este texto y llevárselo a otra parte, el problema, difícil de resolver, es cuando el señor Maestro se entera que estás copiando y de la misma forma que cuando ibas a la escuela te regalaba un cero en la calificación de final de curso, la sociedad y sus instituciones se encargan de añadirte otro cero para ir en bicicleta no solo al verano sino durante todo el año.
http://www.juliansegarra.com/