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El diploma en la pared.-

Tengo alguna dificultad en explicar para qué sirve un diploma en la pared sin enfadar al lector.
La posesión de un diploma, lo interpreto como el reconocimiento justificativo por algo excepcional o anecdótico de nuestra vida cotidiana al haber realizado alguna acción inesperada o diferente a la costumbre del día a día, lo que significa que habiendo expedido, entregado y recogido, el diploma, no debería servirnos como autocomplacencia de lo que hicimos algún día o del merecido agradecimiento.
Lo valioso en la vida, es nuestro continuo humilde trabajo diario, sin importar el nivel de cargo o relevancia, pensando que, al igual que en las paredes de piedra seca de los bancales de nuestro entorno, las piedras grandes se apoyan con las pequeñas; de la misma forma que en la escritura, los acentos, los puntos y las comas, ayudan a confeccionar correctamente las oraciones gramaticales; teniendo en cuenta que solo una vez en nuestra vida pasamos por un lugar y todo el bien que podamos hacer o todas las atenciones que podamos prodigar, nunca deberíamos descuidar y menos eludir o ignorar, aprendamos que el diploma colgado en la pared, bien pensado, solo sirve para mantenernos entretenidos quitándole regularmente el polvo y de hecho, muchas personas guardamos los nuestros, en los armarios.

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Un alto en el escribir.-

Mañana miércoles, día veinticuatro de septiembre, posiblemente no escribiré nada en el blog, será un día muy especial dedicado al Sr. D. Raúl Abad, aunque bien pensado y mejor escrito, será don Raúl quien me dedique el día a mi y a otras personas que como yo, vamos disfrazados de esponjas y aunque no sea tiempo de carnavales, nuestras mentes son presa de una malévola y ávida intención cual es, la de absorber todos los conocimientos que podamos de su amplia sapiencia.
D. Raúl, en sus dominios territoriales, es para mi «El Maestro», el responsable directo de que durante un tiempo, cada día os haya entretenido con mis ocurrencias, que, aunque en principio y aparentemente no sirven para nada, solo pretenden tener la finalidad de despertar otras ideas en las mentes de quienes las lean y de esta sutil forma, piedra con piedra, como quien hace una pared, ayudar a engrandecer el conocimiento universal.
El Maestro, siempre es El Maestro y como en aquel programa televisivo de «Crónicas de un pueblo», al Sr. Maestro no siempre le sabemos dedicar un instante de nuestro tiempo para recordarle y agradecerle las lecciones que con tanto esfuerzo nos enseña durante el importante tiempo que nos regala y al final, contribuye a marcar otra etapa interesante en nuestra vida.

El incivico comportamiento.-

Un día visitando Clientes, debí parar mi camioneta, encontrando espacio, junto a la valla de un colegio. Cuando regresé a retirarla para irme a otro pueblo, los niños estaban jugando en el patio de la escuela y junto al vallado, había unos chiquillos con una piedra en la mano que, a modo de coche, la empujaban por el suelo. Junto al tronco del árbol, habían puesto un cartón doblado como si fuese una casita que hacía las funciones de cochera para guardar la piedra, quiero decir el supuesto coche.
Mientas estaba ensimismado admirando en el comportamiento de los atareados chavales, el Sr. Maestro llamó a todos para incorporarse en las obligaciones docentes y abandonar el recreo. En ese momento, un niño que jugaba a fútbol, deja la pelota y se acerca al árbol dando una patada al cartón-almacén y todos corren hacia la puerta del edificio.
Supongo que al día siguiente, los amantes del fútbol seguirían jugando con la pelota, los chiquillos de los automóviles, con sus coches-piedra y los rompedores de entretenimientos, rompiéndolo, que es lo que saben hacer, pero no será igual ni lo mismo, porque es imposible colocar el cartón-casa de la misma forma y en el mismo sitio.

Escribo Chert o escribes Xert.-

Delicada decisión a la hora de tener la necesidad de escribirlo porque al pronunciarlo, tiene la voz el mismo sonido y nadie se da cuenta de la variación.
Para quienes fuimos a la escuela en la época anterior a la democracia, escribiremos Chert porque así nos lo enseñaron, pero los colegiales de la democracia, escribirán Xert por la misma razón.
Con la llegada de la red de Internet a nuestros hogares, algunas personas han tenido la oportunidad de descubrir que chert es un nombre muy popular e internacionalmente conocido en todo el mundo y que está relacionado con la piedra, pero no con una piedra cualquiera, sino con aquella piedra que al romperla forma aristas cortantes capaces de ser usadas tanto como utensilio de trabajo como de guerra.
El gentilicio de Chert es Chertolí y aunque parezca con una terminación despectiva, nos está diciendo que nosotros somos los habitantes de la ciudad amurallada de la cima y no hace falta ser muy imaginativo, cuando todo el mundo nacido de esta tierra o hijo de la misma, aunque esté viviendo a más de 10000 Km., siente en alguna ocasión de su vida, la necesidad de acercase a la Mola Murà para comprobar que allí no hay nada.
De épocas más recientes conservamos nuestro actual escudo. Al margen de cualquier interpretación chungaleta, es un cordero con un estandarte, haciendo clara alusión a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén que al fusionarse con la Orden del Templo de Salomón formarán la Orden de Montesa y que unida posteriormente a la Orden de San Jorge de Alfama constituirán la Orden Militar de Santa María de Montesa que da nombre en el Reino de España al actual Maestrazgo.
El hecho de tener dibujada una cruz en el estandarte sujetado por la pata delantera del cordero, hizo que fuese retirado salvajemente de la vista hace algún tiempo, con lo que el cordero en solitario, encabezaba el emblema o escudo de Chert, queriéndose relacionar con el xai porque en valenciano, al parecer, la «ch» no existe, aunque si la «c» y la «h», para cambiar tranquilamente el nombre al pueblo de Chert después de más de 5000 años y enseñándose como válido el nombre de Xert. De esta suerte, pasamos de estar en cuarta posición de la lista alfabética, a la la tercera, pero por la cola.
La decisión que tuvo que tomarse desde las Instituciones Oficiales del pueblo de Chert, fueron salomónicas y desde hace algún tiempo, están reconocidos oficialmente los dos nombres como válidos para que cada cual lo escriba como le apetezca.