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El millon de euros.-

Con este dinero se puede comprar un pack que incluye todo lo que el vendedor esté dispuesto a ofrecer, mientras espera a que alguien pique en el anzuelo y lo compre.
Desde luego, con la exposición de motivos del titular periodístico que acabo de hacer, espanto a todos los peces y no encontraré en el mundo, a nadie dispuesto a regalarme la susodicha cantidad monetaria, de ahí la necesidad del marketing que hace más viable la posibilidad de venta de un producto que por si mismo no tiene ningún valor comercial.
Un artículo que se publicita tener la particularidad de combinar sabores de coco, vainilla y chocolate, es un licor y no un brandy. El brandy es cuestión de solera, el brandy que tiene solera, la tiene y el brandy que no la tiene, no la tiene y aquí no caben medias tintas.
Ya se que muchos lectores se preguntarán, ¿qué es eso de la solera?, pero este fabricante de brandy de pueblo, ¿de qué habla?.
Es público y notorio el seguimiento que se me hace a mis artículos epistolares, de los que los publicistas, aprovechan sus contenidos para intentar vender los licores de la competencia, desconociendo que los licores elaborados en la Destilería de Julián Segarra de Chert no tiene competencia en cualidades, aunque reconozco que se puede fabricar en lugar de destilar, con un resultado más barato y sin el nombre SEGARRA, pudiendo competir en el precio pero mis Clientes Consumidores, saben que cuando compran mis elaborados pagan el justo precio del exquisito licor contenido de los envases y no las florituras del envase, del embalaje o del pack.
Las botellas de licor que llevan adherida una etiqueta rotulada con la marca SEGARRA no precisan certificado de autenticidad porque el número de serie de la precinta fiscal, así lo acredita suficientemente.

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El turismo de sol y playa.-

Durante la segunda mitad del siglo XX muchas personas extranjeras fueron atraídas por el cálido y reluciente sol de la península Ibérica que unido a la gratuidad de sus playas y a unos bajos costes de su estancia vacacional, hicieron posible el cambio social hacia el sector de servicios capaz de atender la demanda creciente de las necesidades que los forasteros en el transcurso de unos pocos días nos visitaban.
Por muchos años, el turismo de ocio consistente en tumbarse al sol como las lagartijas quemándose la piel, floreció rápidamente por su escasa infraestructura, ya que la mayor parte del tiempo que empleaban sus Clientes, era estar acostados en la arena de la playa o bañándose en el mar que, por ser un recurso natural, no precisaba de mantenimiento.
Los gobernantes empezaron a percatarse de las cifras macroeconómicas que el turismo representaba como fuente fácil de ingresos y decantaron la mirada hacia la regeneración del litoral aumentando el número de metros aprovechables en actividades complementarias de ocio y concediendo licencias de ocupación de terrenos públicos para el desarrollo de nuevas actividades económicas con nula preparación profesional aunque de sustanciosos ingresos.

Del programa padre al programa hijo.-

Estos días está toda la sociedad alborotada y no he llegado a comprender si es por la paralización del sector servicios a causa el incremento en el precio del carburante o por la declaración de beneficios que en esta época del año nos viene como si de los exámenes de fin de curso se tratase. Ayer se acercó un personaje a visitarme y no teniendo bien claro sus intenciones, estuvimos dialogando sobre temas varios, dando una pasada por la declaración de los impuestos directos. El hombre en cuestión, parece ser que usa el programa PADRE para confeccionar su declaración del IRPF y como no se entera nada de nada de su contenido, el resultado final es el que ingresa en la Arcas del Tesoro Público y a callar, quiero decir, a pagar.
Después de más de cien años presentando declaraciones y liquidaciones fiscales, es inevitable el aprender algo y si a esta experiencia generacional le añado la personal de los últimos veinticinco años, el lector podrá entender que si cada año se cambian las instrucciones reglamentarias o las ordenanzas reguladoras, al final se concluye que no he aprendido nada.
El primer correo de hoy está en esta línea y al parecer, también hay otras personas que se han molestado en comprobar que los impuestos directos han subido y mucho, los borradores que nos envían desde las Delegaciones de la AEAT tienen algunos errores, lo que acredita que los señores Funcionarios no son dioses sino personas como los Contribuyentes y por lo que me han comentado, los señores Gestores encargados de ayudar a confeccionar las declaraciones, deben realizar un curso de una semana para aprender a hacer bien las liquidaciones.
Sin instrucción previa, ni asesoramiento fiscal, acabo de terminar mi declaración del IRPF y si algo tengo claro es que soy de este planeta, porque con la criptonita, me hago un bocadillo y con el betanio, un sombrero, pero como no soy padre, para mis declaraciones liquidaciones me ayudo del programa HIJO y aunque cada año se cambien determinados aspectos de las declaraciones, siempre tengo claro que Hacienda Impone Justas Obligaciones.
http://www.juliansegarra.com/