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La importancia de las cosas buenas.-

La verdad verdadera es una apreciación que depende de la interpretación de cada uno de nosotros en función de la instrucción recibida, por lo que no existe como tal, aunque si como relativa, bajo nuestro razonamiento o entendimiento.
Desde muy pequeños recibimos la información que nuestros mayores cercanos nos ofrecen acorde con su sapiencia y la vamos almacenado en nuestro cerebro hasta que dejamos de ser emocionales y somos capaces de discernir conforme a las verdades que hemos aprendido de nuestro entorno y que, nos restringen reflexivamente para dejarnos ser libres, aunque condicionando nuestra personalidad.
Serán realmente nuestras experiencias vitales, conforme a los contenidos mentales, las que nos subordinan para elegir por nosotros mismos y comprobar si los alimentos y bebidas que ingerimos, nos sientan mal perjudicando seriamente la salud, o muy bien, favoreciéndonosla, de ahí la importancias de elaborar licores por destilación de las plantas naturales con todas sus propiedades, cuando se pretende un consumo alimenticio responsable.

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La limitación está en la imaginación.-

Es curioso observar las inmensas posibilidades que tiene la mente de la persona en cuanto al desarrollo de iniciativas y como cada cual encauza su sapiencia, al fin que precisa.
Hace unos pocos días, abrí este blog sin pensar para qué lo quería, en principio para nada y máxime al enterarme de la necesaria y continua actualización, pero a la vez, la curiosidad por aprender cosas nuevas, me incitaron a no desaprovechar la oportunidad que nos brindan los medios tecnológicos actuales en los que las cosas, se diseñan para un fin y después las personas, nos apropiamos de la idea genérica para adaptarla a nuestras necesidades concretas, de tal suerte que, lo que en principio sirve para una supuesta tontería, con el paso del tiempo, aparece una aplicación específica que, el uso cotidiano la hace insustituible, aunque no imprescindible.
En estos momentos estoy gestionando varios dominios de Internet y lo cierto es que, aunque me agrada programar, nadie podemos estar pendientes de los demás para enterarnos de lo que hacen cada día, ni nosotros estar atentos para inmediatamente contarlo, porque mientras lo explicamos, no hacemos nada. Por otro lado, mi presencia en la red y en el mundo de la comunicación, está alcanzando un pequeño nivel que por falta de tiempo libre ya no puedo controlar y resumiendo, los artículos que cuelgo en la red de Internet solo son conocidos por las personas colaboradoras directas porque nadie puede estar continuamente como un perro sabueso buscando novedades, ni yo, enviando correos para divulgarlas. En el blog, va incorporada la opción, de la que me consta algunas personas ya utilizan, para que cualquier interesado en la inclusión de nuevos contenidos, pueda inscribirse y de esta suerte, cada vez que publique algo, se va a enterar por un aviso automático de lo redactado.

La experiencia del principiante.

¡Hola Blogueros!:
Hoy tengo la oportunidad de aparecer por este medio para hacer mis primeras pruebas y demostrando mi nula sapiencia, acreditar mi voluntad en aprender cometiendo los errores propios del principiante.