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Pretender asesorar sin haber aprendido.-

Un Director de una Sucursal Bancaria se acercó a saludarme y conocerme a mi domicilio por una incidencia que tuvo con un personaje conocido del que prudentemente no se citó en la conversación de la entrevista y para su tranquilidad emocional, entendí pretendía tantear el estado de la plaza en la que había accedido con la intención de torear una vaquita confitera y al abrir el portón de los corrales, se encontró con lo que parecía un toro cerril.
Pensando que sabía un algo del mundo de los negocios y teniendo claro que su Cliente Favorito le había salido “rana”, en prueba de buena voluntad se me ocurrió abrirle una cuenta en su Sucursal para incrementar su Agenda de Clientes. Las condiciones ofrecidas por el Sr. Director eran las correctas y al paso del tiempo fue en esta Entidad Bancaria con quien contraté mi Garantía Fiscal para el desarrollo de mi actividad económica. Con el tiempo, el hombre se jubiló y ocuparon su puesto de trabajo nuevos Directivos con nuevas normativas.
Dado que los intereses bancarios se redujeron a nulos, para evitar gastos, me ofrecieron cambiar la domiciliación de pago de la Cuota mensual a la Seguridad Social. Con el tiempo, apostando por el rigor y la transparencia, la Entidad Bancaria modificó por su parte las condiciones específicas, invitándome a realizar unos ingresos adinerados mensuales que rigurosamente atiendo.
Pero como la principal característica de los comerciantes de la segunda década del siglo XXI es la escasa actividad económica, lo que conlleva reducidos movimientos adinerados y el aconsejable por no llamar imprescindible cierre de Sucursales Bancarias por ser también Entidades sufridoras de estas ventajas, supongo debieron exigirles a las cabezas pensantes despertar la imaginación para cobrar otro tipo de servicios adicionales que nunca se contrataron en la firma de condiciones y se inventó la cuota anual del servicio de acceso a orientación jurídica telefónica y del servicio de acceso a descuentos y beneficios.
Incomprensible es el observar como en lugar de la reglamentaria factura, se expide un Extracto de Comunicación de Cobro por un supuesto servicio que se dice ofrecer y del que desconozco por no usarlo ni haberlo contratado, pero como quiera que no pienso saber, sino que realmente se “un algo” del mundo de los negocios, me he permitido aclarar tal informal documento por no estar ajustado a derecho e incumplir con el ordenamiento legal para ser contabilizado reglamentariamente.
Es imposible ofrecer correcta orientación jurídica por quien es ignorante de la legislación vigente y la incumple presumiendo además, de no ser una ONG.

«Lo Lleó del Maestrat«

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Del turismo de masas.-

Estamos en plenas fiestas patronales en la mayoría de los pueblos del Maestrazgo en el entorno de Chert, festejos que se preparan ilusionadamente no porque sea la mejor época para tomar las merecidas vacaciones, ni porque las empresas concedan mayoritariamente a sus trabajadores el mes de recreo que por ley les corresponde, sino porque tradicionalmente después de la recogida de las cosechas, antaño, principal fuente de ingresos económicos de las unidades familiares pueblerinas, se daba Gracias a Dios por haber propiciado la abundancia de frutos que permitirán soportar el crudo invierno.
La emigración desde los pueblos a las ciudades durante la última mitad del siglo XX, favorece para las fiestas mayores la llegada a los pueblos de forasteros, tanto de hijos del pueblo como de extranjeros que habiéndonos conocido, eligen disfrutar y compartir su tiempo de ocio con nosotros, motivando un incremento de jolgorio y consumo, lo que nos permite aprender a practicar los buenos hábitos de la atención turística.
Durante estos días, es cuando callejea la banda de música deleitando los oídos de todos los vecinos, se preparan las carrozas y los desfiles, se montan los carafales, se disfruta de los toros en las calles y en la plaza y de los bailes con las orquestas, etc., todo en atención a un turismo de masas que se incrementa si publicitamos algún toro embolado, pero diez días después de estos festejos, cada cual se va hacia su lugar ocupacional y el pueblo se queda con los vecinos de siempre, con los que con nuestro trabajo diario verdaderamente hacemos pueblo y continuamos atendiendo personalmente al curioso forastero que se acerque a visitarnos.

Las fiestas en los pueblos.-

Por alguna extraña y desconocida razón guardada en los genes de la sangre que corre por nuestras venas, cualquier pueblo que se precie, incluye en sus fiestas a los toros y si no hay toros, ¡no hay fiesta! y aunque reconozco que no es la única forma de divertirse, si lo es la más popular en toda la geografía española, la de la piel de toro.
En el mundo antiguo, la adoración del toro debió ser común y tal vez sagrado, apareciendo representado en muchas pinturas rupestres del paleolítico europeo por no hablar de las máscaras rituales de toro hechas con cráneos reales y las figuritas de terracota Chipriotas llevando máscaras de toro o los altares de piedra neolíticos con cuernos de toro, sin olvidar a Egipto, en donde el toro fue adorado como Apis, la encarnación de Ptah y más tarde de Osiris, recordando que el toro también fue indebidamente adorado por los hebreos en el monte Sinaí, sin olvidarme de la tradición sagrada que aún se profesa actualmente a la vaca en la India, la mismísima constelación de Tauro o el buey que incluimos en el pesebre cristiano.
Pero el espectáculo más original y bonito relacionado con los toros, es sin lugar a dudas la fantástica representación escénica de la obra «Déus o Bèsties» magistralmente interpretada y presentada en primicia mundial por mis amigos de Xarxa Teatre de Vila-real en las fiestas de La Madalena de Castellón de La Plana de hace ahora ocho años que fue festejada y rubricada por los artistas participantes con la degustación de Brandy del Maestrazgo.