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Usar o robar.-

Bajo mi criterio, que no tiene por qué ser compartido, no es correcto acceder a la red, buscar lo que nos interesa, entrar al azar a una de las publicaciones y sin leerla, imprimirla. Las páginas web en la red, no están a disposición de quien quiera imprimirlas esforzándose por apretar un botón del ratón, sino para ser consultadas por quienes las precisen. El saber en la red de Internet, está al alcance de todos para ser usado por todo el mundo, para despertar ideas en nuestra mente que ayudarán a desarrollar nuevas ideas que a la vez, favorecerán, en un efecto dominó, el engrandecer del saber universal.
La aportación de cada uno de nosotros con nuestros escritos o publicaciones en la red por insignificante que parezca, es muy importante, máxime por el hecho de compartir los diferentes puntos de vista de un mismo tema y colaborar, tal vez sin saberlo, en el desarrollo de su utilidad práctica.
La información de Internet, se puede y debe consultar que para eso el autor la ha colgado en la red a disposición de todos, pero hay que tener siempre presente que no se publicó para ser robada, sino para ser usada y antes de decidir tomar su contenido sin la necesidad de agradecerlo por disponer de fácil acceso, hay que intentar aprender a respetar el trabajo de los demás si esperamos igual respeto hacia nosotros.

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Del usar y tirar.-

Cuando nos acercamos a un establecimiento comercial para adquirir un determinado producto, generalmente se nos atiende con una sonrisa en los labios para convencernos de sus cualidades y virtudes, cuando el ignorante vendedor, no sabe que no es él el que vende porque en realidad somos nosotros los que compramos y de esta suerte, nos vamos contentos con la nueva adquisición y el vendedor queda satisfecho de la repercusión adinerada por la operación económica.
A partir de ahora, hemos de cuidar muy mucho que lo comprado no se nos estropee porque, por si no lo sabemos, en el caso de que eso ocurra, nos percatamos de la imposibilidad de su reparación.
Si tenemos la desgracia de sufrir una contingencia y acudimos al establecimiento vendedor para solventarla, siempre ocurre que nuestro aparato ya no se fabrica, no existen piezas de repuesto, el fabricante ha cerrado el establecimiento y en definitiva, mejor hacernos la idea que deberíamos comprar otro nuevo tirando el usado al basurero.
Dependerá de nuestra cabezonería o de nuestros conocimientos adquiridos con esfuerzo durante los años de estudio en la escuela, aprendiendo las lecciones de nuestros Maestros y su aplicación práctica en el difícil caminar de la vida, para poder superar las dificultades que se nos han presentado y encontrar la solución de forma tan fácil y sencilla como los problemas de cuando estudiábamos.