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El brandy del Maestrazgo de Castellon.-

Subyace una razón histórica por la que las gentes de los pueblos del Maestrazgo nos hemos sentido más afines con las personas de las tierras de la desembocadura de río Ebro que con los residentes en las ciudades más importantes de nuestra Comunidad Valenciana. Es como si Castellón de La Plana y no digamos Valencia del Cid, nos cayesen lejos, como si fuesen pueblos de otras lejanas tribus.
Cuando nos desplazamos hacia la capital de la provincia, generalmente por alguna razón de gestión administrativa, siempre lo hacemos con desgana. Al llegar a la «capi«, nuestra personalidad se transforma y aflora el nerviosismo y en cambio, cuando regresamos a nuestro propio pueblo del Maestrazgo, lo hacemos con diligencia, en muchos casos con rapidez por no decir velocidad. Somos valencianos pero, del norte de la provincia de Castellón, como independientes, por haber nacido, crecido, trabajar y vivir en el Maestrazgo.
A mediados del siglo XX, un personaje muy entendido en marketing le aconsejó a mi padre que comprase un pajar en Jerez de los que siempre hay en venta y en las etiquetas de coñac, en lugar de Chert (Castellón) rotulase Jerez para vender más y mi padre, agradeciendo su consejo, le comentó: En la próxima impresión de etiquetas, cambiaré COÑAC por BRANDY DEL MAESTRAZGO, para que todos sepan que Chert es un pueblo del Maestrazgo y también el brandy que contienen las botellas.

¡Feliz Navidad!.

El coche fantástico de Julián Segarra.-

Cuando era pequeño, un día acompañé a mi abuelo Julián Segarra Ferreres con el tractor Allgaier Porche AP22S que aún conservo, hasta el cruce de la Venta, hoy conocido como la Serafina para pasar la ITV. Allí llegó el Sr. Miguel con su Lanz azul de un pistón horizontal y con la rueda delantera, lo apoyó al árbol para inmovilizarlo sin parar el motor. Aquellos tractores agrícolas para arrancarlos había de encenderse un soplete y calentar la culata del motor previamente, ¡toda una odisea!. Durante un rato, estuvieron hablando y como era un crío, yo escuchando. Transcurrido un tiempo prudencial, se personaron unos señores venidos desde Castellón de La Plana con un coche Renault 4.4 y dieron instrucciones a los conductores de los tractores para realizar desterminadas maniobras y comprobar el normal funcionamiento, expidieron sus diligencias y se marcharon.
Pasaron los años y a principios de 1982 la legislaron de las ITV se hacía extensiva para todos los vehículos. Los que tenemos la desgracia de, al comprar, recibir coches buenos y se les envejecen las matrículas, desde la entrada en vigor de la normativa, giramos reglamentaria visita por la estación habilitada al respecto, de tal suerte que cuando me acerco con mi coche fantástico, es toda una fiesta porque de este tipo de vehículos ya no se ven circulando por las carreteras. Para mí, solo tiene un inconveniente. Hoy las carreteras disponen de un asfaltado en muy buenas condiciones y permiten circular a una velocidad que ni en sueños soplando cuesta para abajo es posible alcanzar y cuando el eje central indica línea continua, pareces Miguel Indurain en la vuelta ciclista. Lo cierto es que, yendo a recibir el acostumbrado VºBº, debo parar a repostar a la gasolinera y al ver mi conocida furgoneta, el dueño de la estación de servicio me pregunta a dónde voy con el tanque. Evidentemente mi respuesta es de los más ingenua, ¡a pasar la ITV!. No os podéis imaginar el ataque de risa que le produce y que a buen seguro le dura toda la mañana.
Cuando me presento a la estación de ITV, atiendo las instrucciones del Sr. Inspector y al finalizar, recibo el correspondiente informe. Copio textualmente:
Número de Inspecció 430300002303677
PROVA DE FRENADA
Fre de Servei: 1r Eix: 4000 / 4000 N ; 2n Eix: 2000 / 2000 N
Fre d’ Estacionament: 2000 / 2000 N
ALINEADOR AL PAS: Desviació eix davanter 2m/Km.
Distintivo 7.594.095
Con este resultado, a mi regreso, me paro a aumentarle la risa al señor gasolinero y ahora, cada vez que pasa por la carretera o me detengo a repostar, saluda a la furgoneta de segarra con la gorra en la mano mientras le responde agradecida con armoniosos pitidos que deleitan sus oídos.

El coche fantástico de Julián Segarra.-

Cuando era pequeño, un día acompañé a mi abuelo Julián Segarra Ferreres con el tractor Allgaier Porsche AP22S que aún conservo, hasta el cruce de la Venta, hoy conocido como la Serafina para pasar la ITV. Allí llegó el Sr. Miguel con su Lanz azul de un pistón horizontal y con la rueda delantera, lo apoyó al árbol para inmovilizarlo sin parar el motor. Aquellos tractores agrícolas para arrancarlos había de encenderse un soplete y calentar la culata del motor previamente, ¡toda una odisea!. Durante un rato, estuvieron hablando y como era un crío, yo escuchando. Transcurrido un tiempo prudencial, se personaron unos señores venidos desde Castellón de La Plana con un coche Renault 4.4 y dieron instrucciones a los conductores de los tractores para realizar desterminadas maniobras y comprobar el normal funcionamiento, expidieron sus diligencias y se marcharon.
Pasaron los años y a principios de 1982 la legislaron de las ITV se hacía extensiva para todos los vehículos. Los que tenemos la desgracia de, al comprar, recibir coches buenos y se les envejecen las matrículas, desde la entrada en vigor de la normativa, giramos reglamentaria visita por la estación habilitada al respecto, de tal suerte que cuando me acerco con mi coche fantástico, es toda una fiesta porque de este tipo de vehículos ya no se ven circulando por las carreteras. Para mí, solo tiene un inconveniente. Hoy las carreteras disponen de un asfaltado en muy buenas condiciones y permiten circular a una velocidad que ni en sueños soplando cuesta para abajo es posible alcanzar y cuando el eje central indica línea continua, pareces Miguel Indurain en la vuelta ciclista. Lo cierto es que, yendo a recibir el acostumbrado VºBº, debo parar a repostar a la gasolinera y al ver mi conocida furgoneta, el dueño de la estación de servicio me pregunta a dónde voy con el tanque. Evidentemente mi respuesta es de los más ingenua, ¡a pasar la ITV!. No os podéis imaginar el ataque de risa que le produce y que a buen seguro le dura toda la mañana.
Cuando me presento a la estación de ITV, atiendo las instrucciones del Sr. Inspector y al finalizar, recibo el correspondiente informe. Copio textualmente:
Número de Inspecció 430300002303677
PROVA DE FRENADA
Fre de Servei: 1r Eix: 4000 / 4000 N ; 2n Eix: 2000 / 2000 N
Fre d’ Estacionament: 2000 / 2000 N
ALINEADOR AL PAS: Desviació eix davanter 2m/Km.
Distintivo 7.594.095
Con este resultado, a mi regreso, me paro a aumentarle la risa al señor gasolinero y ahora, cada vez que pasa por la carretera o me detengo a repostar, saluda a la furgoneta de segarra con la gorra en la mano mientras le responde agradecida con armoniosos pitidos que deleitan sus oídos.