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Confundir la precaucion con el miedo.-

Hace tan solo 90 años, las carreteras de nuestra geografía del Maestrazgo empezaron a ser invadidas por unas infernales máquinas que corrían más que andaban, alcanzando una vertiginosa velocidad de 40 km./h. delante de una polvareda que espantaba a todos los demás viandantes.
Sus conductores, provistos de una prenda de vestir a modo de bata llamada guardapolvo y una gorra, evitaban en lo posible las turbulencias atmosféricas que elevaban a su paso y que conseguían despertat todas las maldiciones de quienes se topaban.
Hoy las vías interurbanas han cambiado, tanto por los firmes como por el trazado y hay unas velocidades de circulación máximas y mínimas que no podemos ni superar, ni rebajar y cuando circulemos a velocidades anormalmente deducidas por cualquier razón, deberemos hacerlo lo más cerca posible del borde derecho de la calzada junto a la cuneta, con el fin de no entorpecer al resto de los usuarios. Ver Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por R. D. Legislativo 339/1990 de 2 marzo. (BOE de 20-12-2001), porque hay algunos chóferes especializados que con sus muevos vehículos recien matriculados andan menos que el tanque de SEGARRA soplándole de frente.

El telescopio espacial Hubble.-

El día 24 de abril de 1990, se puso en órbita un telescopio capaz de obtener imágenes con una resolución óptica mayor de 0,1 segundo de arco y hasta el límite de la difracción, con la grandísima ventaja añadida cual es la ausencia de atmósfera, que elimina los efectos de las turbulencias. Fue bautizado en honor a Edwin Hubble y consigue que las radiaciones con longitudes de onda en el infrarrojo se reciban con total claridad.
Se trata de un reflector de dos espejos, siendo el principal de 2400 mm. de diámetro. Para la exploración del cielo lleva incorporado varios espectrómetros y tres cámaras, una de las cuales es de campo estrecho, lo que permite fotografiar zonas muy pequeñas y lejanas del cosmos, la otra de campo ancho para obtener imágenes de planetas y la tercera, de infrarrojos, trabajando nada menos que a -180º C.
El telescopio espacial Hubble, es el proyecto que más han contribuido al descubrimiento espacial y tecnológico de toda la historia de la humanidad, puesto que casi todo el conocimiento científico astronómico de los últimos años, lo hemos conseguido con las precisas observaciones que del espacio interestelar nos regala y de su estudio, llegar a concluir que las existencia del universo es de tiempos más recientes al que se pensaba, no superando los ocho mil millones de años.

El aniversario de la astronomia.-

La Unión Astronómica Internacional en colaboración la UNESCO han decidido proclamar el año 2009 como el Año Internacional de la Astronomía, ¡mira que bien!, tanto ruido cuando las personas dedicadas al estudio del firmamento, ya hace tiempo que conscientemente aceptaron por muy brillantes e ingeniosos que sean, la imposibilidad de conseguir responder a preguntas fundamentales como la edad del universo.
Corría el año 1609, hace ahora 400 años, cuando Galileo Galilei construyó el primer rudimentario telescopio y observando el firmamento, empezó a descubrir que Saturno estaba rodeado de anillos, Júpiter tenía cuatro satélites mayores, nuestro Sol presentaba manchas y que la Vía Láctea era simplemente una alineación de estrellas formando una galaxia.
Puesto que los telescopios terrestres se ven afectados por factores meteorológicos como las nubes, las turbulencias y la contaminación lumínica ocasionada por los grandes luminarias urbanas, reduciendo la posibilidad de su ubicación, la ciencia espacial nos permite el uso de su infraestructura para la utilización de telescopios orbitales.