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El incauto consumidor de lo inservible.-

Tras la guerra mundial europea empezaron a proliferar los aromas y sabores desde la industria cosmética a la alimentaria en aras de abaratar los costes de fabricación en los productos de uso de boca.
Hasta la década de 1970, los productos sintéticos estaban prohibidos en la alimentación tanto animal como humana, pero las multinacionales, con más poder que los Estados, consiguieron doblegar las precarias voluntades de los gobernantes para autorizar su uso en principio para la alimentación animal y posteriormente en la humana.
Ya en el siglo XXI, cualquier persona tiene acceso a poder comprar cualquier producto químico y a utilizarlo según su criterio y aunque puedo entender aceptable en el caso de uso propio o personal, no así, cuando es usado sin control ni sapiencia para engañar intencionadamente a terceros en la compra de aquellos elaborados en los que son utilizados.

El viajar justo o con poco dinero.-

También es un forma de viajar. Hoy está de moda y cuando algo está de moda, aún siendo el peor de los vicios, se convierte en la mejor de las virtudes. El presumir de haber ido a ver las cosas más exóticas de los lugares más lejanos y lo barato que compramos cualquier tontería inservible de recuerdo acreditativo del viaje, se ha convertido en un sentimiento colectivo que hasta en la televisión se utiliza como campaña publicitaria.
Claro que hubiéramos podido ir a comer al restaurante del pueblo o de la calle en donde vivimos, pero eso no tendría gracia, como no la tiene si para degustar el café no utilizásemos el coche y nos desplazáramos bien lejos, porque como nuestro vecino o amigo también puede acercarse al bar como nosotros, ya no es posible el vanagloriarnos.
Ahora que el turismo rural está de moda, es curioso observar en los pueblos, a grupos de personas deambulando por las calles, porque el andar es gratis y su reducida disponibilidad económica, no les permite satisfacer más gastos que los imprescindibles de la gasolina para su vehículo y el alojamiento, es para no dormir debajo del puente.

Navegar con alta velocidad.-

De entre hacer un trabajo y hacerlo bien, hay tanta diferencia como del ser un aprendiz a acreditar ser Maestro.
Uno de los oficios más exigentes por lo evidente es el de tonelero porque no basta con saber hacer toneles, hay que saber hacerlos bien, ya que si después de construido el licor se escapa por entre las duelas, en lugar de barril tienes un cesto. En programación, ocurre algo peor, si las instrucciones no están bien dadas, el programa no funciona.
Para evitar obtener por respuesta la acostumbrada expresión de «no responde«, antaño «no computable«, se han ideado múltiples sistemas de programación automática y el resultado final aparente es el de una página web de lo más bonita. Bonita pero inservible ante los sistemas de navegación de deben leer tranquilamente todo el contenido antes de presentarla en pantalla y con la basura acumulada en sus líneas de programación, no anda ni soplándole el aire por la popa.
Ya se que programar a mano es laborioso, pero la única manera de obtener páginas web rápidas en cualquier tipo de conexión telefónica, visualizables desde la pantalla de cualquier ordenador personal en cualguier parte del mundo, es la de construirlas cuidadosamente sin basura, con las instrucciones necesarias e imprescindibles para una buena rapidez de lectura y descarga.

Como marear la perdiz.-

El pasado miércoles leía en el BOE nº 152 del martes día de San Juan, la Orden EHA/1796/2008 publicada en la página 28185 por la que se modifica la del año pasado y se aprueban nuevos modelos 130 y 131 para el pago fraccionado del IRPF y 31o del IVA, de esta suerte, los Contribuyentes que aprovechando nuestro desplazamiento a las Dependencias de la AEAT, adquirimos impresos para todo el año, podremos tirarlos a la basura por inservibles ya que con la puesta a la venta de los nuevos, favoreceremos al Colegio de Huérfanos de Hacienda.
Debo ser muy torpe porque no entiendo nada, pero, nada de nada y con esto de los cuatrocientos euros deducibles en el pago a cuenta del impuesto a razón de cien euros por trimestres menos en el segundo trimestre de 2008 que, por no haber deducido ninguno el en primer trimestres, se nos concede la posibilidad de doble deducción en el segundo, estoy más mareado que una perdiz después de beberse toda una calderada de la destilación de ginebra SEGARRA. ¡Claro!, es que entonces más que mareado, estaría borracho.
Como este año en la declaración liquidación del IRPF se nos han cambiado las escalas de gravamen, los mínimos familiares y también el método de cálculo, con un resultado final que como siempre, es el que es, esperaremos a la declaración de renta del año que viene sobre el ejercicio 2008 por si acaso con la bonificación de los cuatrocientos euros a cuenta, no hayan suficientes para pagar el resultado de la nueva declaración, que seguro, nos va a sorprender con la modificación y el supuesto ahorro, o tal vez seamos tan olvidadizos que no sepamos la verdadera naturaleza del pago fraccionado.

Como marear la perdiz.-

El pasado miércoles leía en el BOE nº 152 del martes día de San Juan, la Orden EHA/1796/2008 publicada en la página 28185 por la que se modifica la del año pasado y se aprueban nuevos modelos 130 y 131 para el pago fraccionado del IRPF y 31o del IVA, de esta suerte, los Contribuyentes que aprovechando nuestro desplazamiento a las Dependencias de la AEAT, adquirimos impresos para todo el año, podremos tirarlos a la basura por inservibles ya que con la puesta a la venta de los nuevos, favoreceremos al Colegio de Huérfanos de Hacienda.
Debo ser muy torpe porque no entiendo nada, pero, nada de nada y con esto de los cuatrocientos euros deducibles en el pago a cuenta del impuesto a razón de cien euros por trimestres menos en el segundo trimestre de 2008 que, por no haber deducido ninguno el en primer trimestres, se nos concede la posibilidad de doble deducción en el segundo, estoy más mareado que una perdiz después de beberse toda una calderada de la destilación de ginebra SEGARRA. ¡Claro!, es que entonces más que mareado, estaría borracho.
Como este año en la declaración liquidación del IRPF se nos han cambiado las escalas de gravamen, los mínimos familiares y también el método de cálculo, con un resultado final que como siempre, es el que es, esperaremos a la declaración de renta del año que viene sobre el ejercicio 2008 por si acaso con la bonificación de los cuatrocientos euros a cuenta, no hayan suficientes para pagar el resultado de la nueva declaración, que seguro, nos va a sorprender con la modificación y el supuesto ahorro, o tal vez seamos tan olvidadizos que no sepamos la verdadera naturaleza del pago fraccionado.