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Saturno, el planeta anillado.-

    Corría el siglo XVII cuando Galileo observó que este planeta estaba rodeado por un enorme anillo. Una curiosidad que Huygens, en 1656, identificó como un sistema de varios anillos, hasta que Casini, en 1675, descubrió una separación más oscura enmedio de todos los anillos.
     Cuando la tecnología nos permitió enviar sondas de observación durante el último cuarto del siglo XX, supimos de la existencia de más planetas anillados como Júpiter y Urano pero con anillos extraordinariamente débiles.
     Debido a su rápida rotación, Saturno se observa ligeramente achatado por los polos, siendo el segundo planeta más grande del Sistema Solar y el único con anillos visibles desde la Tierra. Su atmósfera es de hidrógeno, con un poco de helio y metano pero con una densidad menor que el agua.


    Los anillos le confieren un aspecto muy llamativo para el observador.
http://www.estrellapolar.net/

La fotografia nocturna.-

   Siempre es un problema de difícil, por no reconocer de imposible solución, el pretender impregnar un cliché fotográfico sin luz porque es inherente al mismo la necesidad de su existencia pero para conseguir algo aceptable necesitamos inmovilizar una cámara que permita ajustar el tiempo de exposición mas si está completamente oscuro, olvidémonos de intentarlo por insuficiencia de luz.

   Cuando disponemos de una cámara comprada en la tienda, tanto si es analógica como si es una cámara digital, siempre tendremos problemas y obtendremos fotografías verdosas o amarillentas aunque se pueden obtener aceptables resultados durante la llamada “hora azul” porque hay luz casi suficiente, no obstante, si tenemos un deshecho por cámara, incluso sin diafragma pero los conocimientos básicos del funcionamiento fotográfico, con un cajón soporte de la película te diviertes de lo lindo.

   Este es el resultado durante el tiempo del eclipse total del día 15 de junio de 2011 en un intento por obtener impresión fotográfica con luz cósmica.

«Lo Lleó del Maestrat«.

Venus degustando Ginebra SEGARRA.-

   Hoy he salido al terrado a contemplar de nuevo el alineamiento planetario entre Venus, La Tierra y Júpiter y cual mi sorpresa cuando no encuentro a Venus por ninguna parte. Parece mentira con el tiempo que estoy observando el firmamento y de repente pierdo nada más y nada menos que a un planeta y es que si no lo veo, no lo creo.

   Efectivamente, Venus había desaparecido de la bóveda celeste como por arte de magia y la memoria me recuerda el tiempo de principiante cuando me construí el telescopio y empecé a observar el cielo. En aquella ocasión lo que más me intrigaba era una estrella grande que a su alrededor cambiaban diariamente su posición otras estrellas más pequeñas y con el tiempo aprendí que lo que miraba era Júpiter y no una estrella, siendo las supuestas estrellitas cambiantes sus satélites Io, Europa, Ganímedes y Calisto.

   Venus hoy estaba vergonzosamente escondido detrás de La Luna degustando una ginebra SEGARRA y en un instante inesperado después de las 17 h. GMT se ha asomado tímidamente por debajo de La Luna que lo eclipsaba. Ahora, mientras redacto este artículo, se puede contemplar al trío estelar presidiendo el firmamento chertolí.

lunayvenus

  Triangulación Venus, La Luna y Júpiter.

Alineación Venus, Tierra y Júpiter.-

   Ayer tarde salí a terrado por necesidad. El frío del helado invierno es suficientemente importante como para sentirse hasta en los huesos y no desear salir de casa a tomar el fresco, máxime a esta hora del atardecer en la que la oscuridad de la noche avanza sin remisión y el mercurio del termómetro desciende por debajo de los 0º C. Por encima del tejado del edificio de las escuelas del pueblo, desde hace unos días estoy observando dos astros brillantes que destacan en el firmamento a una distancia aparente de una pulgada a brazo extendido y reconocidos sin necesidad del telescopio. Durante todo el verano el planeta Júpiter nos ha gratificado la visión con su presencia y con la ayuda del telescopio, hemos podido contemplar sus satélites más grandes avanzando desde el este al oeste por la bóveda celeste del sur y en está época del año, va descendiendo hacia el horizonte, pero de repente, por debajo vemos la aparición de otro planeta mucho más brillante, el más brillante del cielo chertolí después del Sol y La Luna, se trata de Venus que, siguiendo su órbita, parece que va al encuentro de Júpiter.

   Es evidente que si Júpiter sigue una trayectoria externa a la de La Tierra y el planeta Venus, por describirla interna, nunca van a encontrarse, desde nuestra terrícola posición, parece como si quisieran alinearse o incluso golpearse y en unos días, veremos qué proximidad aparente alcanzan.

   Este fenómeno astronómico, ocurre regularmente todos los años y en ocasiones, la proximidad visual aparente es como la mostrada desde la Unidad de Observación Astronómica del Maestrazgo en Chert.

Venus escondido detrás de La Luna.